11-M. El Misterio del GEO de Leganés. Torronteras iba de paisano, sin el uniforme. Por Dosydos
Francisco Javier Torronteras Gadea, el tercer GEO supuestamente muerto en acto de servicio.
FRANCISCO JAVIER TORRONTERAS GADEA
Entrevista completa al Inspector del GEO que dirigió el Operativo de asalto al piso de los supuestos suicidas de Leganés, "autores oficiales" de la masacre pre-electoral en los trenes de Madrid; dice este profesional de élite: "Íbamos de paisano porque no pudimos perder tiempo en ponernos el mono de trabajo".
Herido también el inspector que dirigió el Operativo
Francisco Javier Torronteras, policía de la unidad de los GEO, nació en Madrid en 1962 y dicen que falleció en Leganés el 3 de abril de 2004. Desde entonces, se ha dicho de Torronteras que fue el primer GEO fallecido en acto de servicio. ¡Como todas las informaciones que nos dan sean así de fiables...!
No tenemos información fidedigna de su muerte, pero de tenerla sería el tercer GEO muerto en acto de servicio, no el primero; antes que Torronteras, murieron en acto de servicio el primer mando del GEO, el capitán Ernesto Quijada Romero, y el que fue su sucesor, el capitán Juan Senso Galán; ambos fallecieron cuando prestaban servicio en un viaje de regreso a Madrid, acompañando al general Sáenz de Santamaría, en un accidente de tráfico (provocado de manera extraña).
Hago esta precisión, en aras de la información, pero también para señalar que hasta en lo más elemental se difunden falsedades que al ser repetidas terminan por convertirse en certezas en "las mentes conformistas de la información".
Una muestra del conformismo informativo la tenemos en la causa de la supuesta muerte de Torronteras: ¿cómo es posible que se hable de que un objeto seccionó la femoral del GEO y nadie se pregunte por la posible ineficacia o el no uso del traje de intervención correspondiente?
Evidentemente, los testigos fueron muchos y me bastó hacerme esa pregunta para obtener la respuesta desde diferentes fuentes y testigos:
Ni Torronteras ni ningún otro GEO llevaba puesto el traje de intervención. Así se entiende que hubiese tantos heridos en una operación en la que por lógica -y dados los precedentes- deberían haber salido ilesos todos o casi todos.
La justificación -falta de tiempo- que dio el Jefe del Operativo no tiene ni pies ni cabeza; desde Guadalajara les daba tiempo de sobra para ponerse el "mono", que protege de objetos que seccionan "la femoral" y de "otras heridas irreversibles".
Según
el Inspector del GEO que dirigió el Operativo de asalto al piso de Leganés,
"íbamos de paisano porque no pudimos perder tiempo en ponernos el mono de trabajo" y
"a Javier un objeto le seccionó la femoral".
Sin embargo, las prisas venían dadas por "no se sabe qué", ya que, además de disponer de todo el trayecto -desde Guadalajara a Leganés-, estaba desalojado el edificio completo y los edificios colindantes, y el piso en el que parece ser que estaban los terroristas (parece, ya que el Jefe del Operativo confiesa que no los vieron) estaba rodeado y controlado; además no había rehenes.
Los manuales de acción en este tipo de intervenciones de los GEO ordenan que, si no hay rehenes, lo más importante es la integridad física de los agentes policiales.
Sin embargo, aquí lo más importante parece que era la supuesta "falta de tiempo" no se sabe para qué. ¿O sí? (volveremos sobre esto en otro artículo).
La entrevista al Inspector del GEO que dirigió la Operación, que fue publicada en policiajudicial.es y que reproducimos íntegramente más abajo, despierta serias dudas sobre la acción y sobre las reacciones posteriores; más parece una chapuza que una acción propia de estos abnegados servidores de las Fuerzas de Seguridad. Ni la acción fue propia de este cuerpo de élite, ni las reacciones posteriores, intentando justificar lo injustificable, arrojan luz sobre la supuesta muerte del GEO y sobre los once agentes heridos (solo eran 15 los GEO que participaban en la operación). Estadísticamente imposible de haber tenido un comportamiento normal. Y normal hubiese sido ponerse los trajes, no ir de paisano, más si como dice el Jefe del Operativo, creían que tenían kilos de explosivos, un pensamiento manifestado por el Comisario de Información en momentos tan tempranos como lo eran para informar al GEO de que ya se creía que eran los autores del 11-M. ¡Qué listos!
En un alarde de irracionalidad e irresponsabilidad -¿o en un lapsus?-, al propio Jefe del GEO no le duelen prendas al declarar que, antes de iniciar la intervención, sobre los del supuesto tiroteo "ratificamos que, en efecto, eran los de la matanza".
Además de la gravedad de esa "ratificación" -¿para qué necesitamos los jueces?- si creían que los del tiroteo eran los autores del 11-M, ¿cómo es que permitieron que Torronteras se acercara al piso de los "suicidados" (Volveremos sobre esto en otro artículo).
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ENTREVISTA AL INSPECTOR DEL OPERATIVO DEL GEO QUE INTERVINO EN EL ASALTO AL PISO DE LEGANÉS
Pregunta.-Entonces, salieron convencidos de que iban a un simple tiroteo...
Respuesta.- Bueno, pensamos que era una intervención convencional y cargamos en los vehículos material para una intervención estándar. Durante el camino me volvió a llamar el comisario jefe para decirme que había conseguido contactar con otros cuatro geos y que él también se iba a trasladar. Cuando llegamos a Leganés nos fuimos acercando a la zona guiándonos por el helicóptero que ya sobrevolaba el lugar. Eran las siete. El comisario de Información me comenzó a dar noticias de lo que ocurría: que el tiroteo se había producido desde el interior del piso y que era posible que fueran los del 11-M. También me dijeron que era más que posible que tuvieran kilos de explosivo. A partir de ahí, comenzamos a elaborar nuestro plan táctico.
P.-¿Qué datos tuvieron en cuenta?
R.- Ratificamos que, en efecto, eran los de la matanza. Luego, estuvimos hablando con los vecinos para conocer la vivienda y ver la posibilidades de acceso. Pero cuando estábamos buscando los planos de las casas llegó un compañero policía que vivía en el portal de al lado contándonos que uno de los dormitorios de su casa daba pared con pared con la vivienda de los terroristas. Entramos en el piso del compañero y allí sentimos el nerviosismo que tenían los islamistas. Daban voces, gritos... No los entendíamos, pero los alaridos eran de sobra elocuentes. Para nosotros era muy valioso conocer la distribución de la casa porque de esa manera podíamos saber por dónde nos teníamos que mover para hacer que nuestra actuación fuera rápida. Y más aún sabiendo que tenían explosivos.
P.-¿Cómo lo supieron?
R.- Al principio había muchas dudas, pero también muchas posibilidades de que los tuvieran. Era un elemento clave para nosotros. Poco después supimos que en el 091 se había recibido la llamada de una familiar de los islamistas informando de que habían colocado explosivos en la puerta de la casa. No obstante, las dudas se mantenían.
P.-Una vez conocida la distribución de la casa ¿qué hicieron?
R.- Hasta las nueve, cuando se produjo la intervención, transcurrieron dos horas en las que tuvimos que analizar miles de elementos. Parece que en dos horas tienes tiempo para hacer miles de cosas, pero se nos pasaron volando. El plan de actuación lo empezamos a diseñar enseguida, aunque lo fuimos modificando sobre la marcha. Además, lo prudente en estos casos es negociar con ellos y lograr que se entreguen. En Leganés el mando policial formó una célula de crisis que fue valorando los datos que recibía del servicio de Información, de las Unidades de Intervención y del GEO. Nosotros explicamos al mando cómo iba a ser nuestra intervención. Y sobre las ocho y media de la noche nos dijeron que, como no había forma humana de acabar con la situación, teníamos que intervenir. En esos momentos pensamos que no
iban a suicidarse, basándonos en dos factores: habían dado muestras de que querían vivir porque pudieron haber muerto el mismo 11-M y no lo hicieron, y luego cuando empezaron a disparar al verse cercados por la Policía. Son dos actuaciones defensivas, impropias de alguien que está dispuesto a suicidarse.
P.-¿Eso les confundió?
R.- Si hubiéramos sabido al cien por cien que los terroristas querían suicidarse, nuestro plan de actuación habría sido distinto. No estuvo claro hasta el momento de la explosión.
P.-¿Qué plantearon al mando policial?
R.- Lo primero que pedimos fue tiempo, porque los terroristas estaban muy nerviosos y en ese estado una persona no va a razonar. Nuestro objetivo era que se entregasen. Pero también estaba el factor de que la situación no se podía eternizar. Estaba claro que no íbamos a entrar en la vivienda, pero había que aproximarse a ella para proceder a la detención. Queríamos abrir la puerta y negociar con ellos la entrega. Se intentó, pero con resultado negativo. La situación ideal para haber entrado en el piso hubiera sido esperar a que los terroristas se tranquilizasen, porque en un momento de tensión te van a hacer más frente.
P.-¿Fue un error entrar en ese momento?
R.- Se podía haber esperado, pero luego, visto el desarrollo de los hechos, casi daba lo mismo. El GEO está preparado para actuar en todas las circunstancias, aunque cuando las condiciones son favorables, como en todos los oficios, los riesgos son menores. Ahora contamos con unos medios técnicos que nos garantizan más seguridad que la que teníamos el 3 de abril.
P.-Volvamos a las ocho y media del 3 de abril. ¿Cómo fue el asalto?
R.- Éramos quince. Íbamos de paisano porque no pudimos perder tiempo en ponernos el mono de trabajo. Llevábamos el chaleco antibalas y el táctico, el casco, subfusil, pistola, guantes, protección de rodillas y codos, máscaras antigás, es decir, todo lo necesario para una intervención.
P.-En ese momento de tensión, ¿qué es lo que dice el jefe a sus hombres?
R.- Sólo se piensa en lo que hay que hacer. Les dije a cada uno sus misiones individuales y también escucharon el conjunto del plan, porque todo el mundo tiene que saber lo que se va a hacer de principio a fin. El comisario jefe nos dijo que quizás era la intervención más delicada en la historia del GEO. Nadie puso una cara rara ni de disgusto. Todo el mundo sabía lo que iba a afrontar y la mejor forma de intervenir era la elegida, a pesar del riesgo.
P.-¿Qué pensó en ese momento?
R.- No se tiene tiempo de pensar en nada, ni siquiera en la familia. Sólo hay tiempo para pensar en la intervención. No nos podemos distraer.
P.-En esos instántes, ¿a qué se tiene más miedo: al error a los terroristas?
R.- Al error, siempre al error.
P.-¿Han hecho autocrítica?
R.- Por su puesto. Nosotros somos muy severos en nuestras críticas, para mejorar. Además, si dejamos a Javier en el camino es porque algo no salió bien, pero, insisto, la intervención que hicimos fue la más adecuada en aquel momento.
P.-Perdón por volver a un momento trágico. ¿Cómo fue el asalto?
R.- Íbamos los quince. Entramos al edificio por el garaje, pero antes dijimos a los compañeros de las unidades de intervención que salieran del edificio. Los vecinos ya habían sido evacuados. Cuatro geos nos apostamos junto a la puerta contra incendios en la primera planta, y los restantes distribuidos por la escalera. Colocamos una pequeña carga explosiva en la puerta para echarla abajo y también para neutralizar el explosivo que, según dijo el familiar de uno de los islamistas, estaba colocado en la puerta. Ésta cayó y empezamos a negociar con ellos. En ese momento ignorábamos que también tenían cinturones y chalecos bomba...
P.-¿Los veían?
R.- No los vimos, sólo hablamos con ellos desde la puerta contra incendios que había en el rellano de la escalera, a un metro de la entrada de la casa de los terroristas. Les dije que se entregaran y cada vez que hablaba respondían con disparos. Pero los disparos nos tranquilizaban porque sabíamos que tenían algo más peligroso, el explosivo, y que, de momento, no lo utilizaban. Los disparos, por así decirlo, sonaban como a poco. Y decíamos: pues bueno, que disparen, no hay problema. Había que esperar a que dejaran de disparar para intentar que se entregaran. Lo intentamos tres veces. El tiempo se hizo eterno, pero en realidad duró tres minutos y cuarenta segundos. Si me llegan a preguntar, yo digo que la intervención duró veinte. Durante este tiempo estuvimos hablando y aguantando sus disparos, porque nosotros no hicimos ninguno.
P.-¿Qué les decían ellos?
R.- Gritaban y decían: "¡Entrad, mamones!" y otros alaridos en árabe. Y ya viendo que no había posibilidad alguna de que se entregaran, decidimos el paso siguiente: lanzar gas y en ese momento sí que ya no hay retorno. El gas pica, escuece... muy molesto. Entonces, recuerdo que Javier, que estaba con el escudo delante de mí, me decía "venga, venga, vamos a empezar con el gas". Y recuerdo su cara, no se me olvidará jamás. Una cara pálida, de preocupación, de responsabilidad. En ese momento, no sé por qué, se está muy sereno. Los nervios se tienen antes, es antes cuando se te seca el paladar. Lanzar el gas es un paso que no tiene retorno...Y se produjo la explosión. Pero segundos antes volvieron a entonar cánticos en árabe y uno de ellos nos dijo en español: "Esperad, os mandamos un emisario"... Es decir... un terrorista con cinturón bomba. De hecho, los Tedax creen que, además de la gran explosión, hubo una segunda que pudo ser la del emisario. En ese momento no se siente nada, no se oye nada. La primera imagen que tuve después de la intervención fue en el hospital de campaña.
P.-¿Que pasó tras la explosión?
R.- Yo no me enteré. Pero a casi todos la explosión nos lanzó a un rellano de la escalera que había entre el portal y la primera planta. Los escombros nos sepultaron. La onda expansiva se propagó por la escalera y los ascensores. Una de las paredes próximas a nosotros se derrumbó y un geo salió despedido al exterior y fue a caer cerca de la piscina. Los bomberos pensaron que habíamos muerto todos. A Javier un objeto le seccionó la femoral, pero también sufrió otras heridas irreversibles.
P.-¿Cuáles fueron las últimas palabras que le oyó decir?
R.- "Vamos a lanzar el gas". Javier iba conmigo porque, además de ser un hombre de mi total confianza, era mi amigo. Pero al equiparnos todos con las máscaras, el que portaba el escudo no podía ponérsela -porque con una mano no te puedes poner el escudo-. Entonces Javier cogió el escudo y ya siguió con él en primera línea. En la reconstrucción que hemos hecho, sí parece que Javier vio a alguien, porque algunos compañeros recuerdan haberle oído decir: "¡Alto, alto, quieto ahí!". En el plan inicial no era Javier quien tenía que portar el escudo, era otro agente que también sufrió heridas muy graves. Después de la explosión no recuerdo nada. En el hospital de campaña pregunté: "¿Estamos todos bien? " Y me dijeron: "Sí, sí, estáis todos bien". En el siguiente hospital volví a preguntar y me dijeron: "Tú eres el que está peor, el resto está bien". Ya en el tercero, en el Doce de Octubre, cerca de la una de la madrugada, es cuando me dijeron que Javier había muerto. Luego, hablé por primera vez con mi familia. Sabía que mis padres y mis hijos lo estaban pasando mal y quería tranquilizarlos. El cirujano me dejó su móvil. Recuerdo que mi padre, a causa de los nervios soltaba el aire con un ruido similar a las válvulas de la olla a presión.
P.-¿El GEO ha superado el 3 de abril?
R.- Sí, sí. Al día siguiente ya estábamos pensando en la próxima operación. No obstante, fueron momentos muy duros y por eso están más presentes que otros. Hay que seguir adelante...
P.-¿Ha vuelto a Leganés?
R.- Días después, cuando salí del hospital, fui con el comisario jefe y con otro compañero. Vimos que todavía había sangre nuestra en las paredes, en la escalera. Subimos dos pisos más arriba y en el salón de una casa había una mesa puesta con todo colocado, no se había caído nada. Había mejillones abiertos, sandwiches... Sorprendente, ¿eh?
Pues… sí...
CONTINUARÁ… o eso creemos. Y no descartamos que con casos similares, siempre que interesen a algunos "ciudadanos" de los Tratados, de las guerras, de la UE... Y es que morir un GEO en estos casos es una trampa de libro. Volverán ellos también, ¡al tiempo!
Paz Digital, 08-12-2006 .
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11-M. WELCOMEFUTURE United States of Iberia. SPAIN. (La web del 11-M comprada antes del 11-M)
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11-M. Los hechos. Leganés. La policía llevaba fotos de los que debían morir allí ¿coincidencia? (FOTOS)
ÍNDICE DE ARTÍCULOS SOBRE EL 11-M
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[HILO OFICIAL] 11-M. Lo que callan los vendelibros y vendeperiódicos. Índice en actualización permanente.