Aitor Menta
Madmaxista
Opinión
Zapatero sufre un shock de amnesia inmobiliaria
Fecha: 5/1/2007
Ramón Aragonés
Redactor Jefe de contenidos de Invertia
http://www.invertia.com/noticias/noticia.asp?idNoticia=1673568
Que ni el PP ni el PSOE han sido capaces de atajar con un proyecto serio y eficaz el boom de la vivienda en España no es algo nuevo. Ambos partidos se han tirado en los últimos años los trastos a la cabeza y se han desacreditado públicamente cuando les ha venido bien electoralmente pero a día de hoy el precio de la vivienda sigue desorbitado, con subidas anuales de dos dígitos. ¿Realmente hay alguien que considere que un aumento del 9,8% en el valor de la vivienda en 2006, como el publicado estos días por Sociedad de Tasación, es un frenazo real de la escalada inmobiliaria de la última década?. En Francia, que ha padecido una burbuja inmobiliaria similar, la situación se ha desbordado y los ciudadanos se han tenido que lanzar a la calle para exigir que la vivienda sea un derecho tan básico como la sanidad o la educación.
Cuando gobernaba el PP, Zapatero atacaba sin contemplaciones, y con razón, a Aznar por, literalmente “no ser capaz de controlar el boom inmobiliario y empobrecer a los ciudadanos”. Recuerdo que en el debate del estado de la nación de 2002 el actual presidente socialista espetó al entonces presidente sobre “los grandes problemas para encontrar vivienda y como ejemplo los precios han subido un 50% más en los últimos seis años". Zapatero llegó a decir que el Gobierno del PP estaba “llevando a las familias al mayor endeudamiento de la historia”. ¡Que iluso!, no sabía que todavía quedaba al menos un trienio de pingüe negocio para los bancos españoles.
También el PSOE censuró en 2002, debidamente a mi juicio, al entonces ministro de Fomento, Alvarez Cascos, por decir que si la vivienda se disparaba era porque los ciudadanos tenían mejores rentas y un mayor poder adquisitivo. El líder socialista llegó a criticarle a Aznar que la "vivienda no va bien y el Gobierno no se entera". Zapatero también le echó en cara lo mismo de lo que le acusamos ahora a él los ciudadanos, que “la vivienda se ha convertido en un bien especulativo que está excluyendo a muchos ciudadanos de llevar una existencia digna”.
Ya está bien de excusas, habría que decirles a los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE. Los argumentos de que la culpa la tienen los ayuntamientos y las comunidades autónomas ya está muy manido. Las dos formaciones políticas deberían buscar medidas más eficaces para plantar cara con valentía a la fiscalidad (todos sabemos que Hacienda y el Estado son los que más ganan con la actual burbuja), a los municipios y a las constructoras. Además, la ministra de la Vivienda y demás altos funcionarios, deberían ser menos exagerados con los mensajes sobre la ralentización y la desaceleración del sector, ya que se les ve el plumero a leguas. Claro, que puestos a hacer el ridículo nadie mejor que el ex secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, que llegó a afirmar con contudencia en junio de 2003 que ya se apreciaban “síntomas de frenazo en la burbuja inmobiliaria”.
¡Qué vergüenza!, hasta las propias Naciones Unidas y el diario Wall Street Journal se han llevado las manos a la cabeza en los últimos meses por el escándalo de precios y de corrupción en la vivienda española. Por no hablar de la situación del litoral mediterráneo e isleño, donde dentro de poco ya habrá más ladrillos que playas.
Para más inri, va el vicepresidente, Pedro Solbes, y repite el discurso de Cascos, de que los pisos suben porque hay dinero para pagarlo y eso cuando ya falta poco para el fin de la legislatura socialista y sin que hayan vislumbrado una idea efectiva en compra venta o alquiler para desinflar el globo de la vivienda.
Lógicamente, el precio de la vivienda se estabilizará algún día por pura saturación de la demanda, por el alto precio que han alcanzado los inmuebles, por el alza de los tipos y por el debilitamiento económico. Y no duden, que cuando llegue ese momento todos los políticos, sin distinción de formaciones y con independencia de que su ámbito sea nacional, regional o local se disputarán la victoria y se colgarán las medallas. Quizá para entonces ya sea tarde y muchos ciudadanos, sobre todo los más jóvenes, hayan pagado muy cara la torpeza de sus dirigentes y el enriquecimiento de los nuevos amos del ladrillo.
En Francia, algunos ciudadanos se han echado a la calle para manifestar a su manera su particular "basta ya de especulación". La instalación en tiendas de campaña de un buen número de personas en el barrio burgués de París, a orillas del canal Saint Martin, demandando una vivienda ha obligado al primer ministro francés, Dominique de Villepin, a articular un proyecto de ley que establece el derecho a reclamar una vivienda digna al Estado ante los tribunales. ¿Se extenderá esta noble e innovadora protesta a España?. Tiempo al tiempo.
Dice verdades como puños pero da la sensación de que este tío vive en otro país... ¿acaso no estamos viendo ya manifestaciones MULTITUDINARIAS aquí en España y que van A MÁS por un problema social con el que nos está tomando el pelo la inútil clase política española?