«Quien tiene un comprador tiene un tesoro»

Las agencias inmobiliarias se preparan para un año difícil en lo que respecta a las ventas en la provincia

Se acabaron las prisas, las visitas corriendo a pisos que acaban de anunciarse y que los compradores adquieren incluso por internet. Se terminó el tiempo en que la demanda superaba a la oferta. Los agentes inmobiliarios que trabajan a pie de calle son los primeros que han notado que la burbuja inmobiliaria comienza a perder aire.

«Antes un cliente veía un piso por la mañana y si le gustaba daba la fianza esa misma tarde. Ahora, por mucho que le guste tarda una dos semanas en decidirse», explica la asesora inmobiliaria, Alicia Naranjo.

El cambio llegó a Cádiz de la mano del euro. A partir del 2002 se dispararon las ventas y con ellas el número de agencias inmobiliarias. En estos últimos meses, el sector ha bajado tanto que ya hay pequeños negocios de intermediación que están reajustando plantilla.

Los profesionales de la venta se encuentran, además, con un panorama diferente. Los compradores escasean y los vendedores no atienden a razones cuando un asesor inmobiliario les valora el piso. «Todo el mundo quiere vender por encima de lo que lo hizo su vecino pero muchos no tiene en cuenta que el mercado ha tocado techo», argumenta Alicia. En estos casos, los agentes esperan a que sea el propietario el que tome la decisión adecuada, en función de la necesidad que tenga de deshacerse de la vivienda.

Y es que las condiciones en el tablero de juego han cambiado, sobre todo por la desaparición de especuladores. Tal y como explica Naranjo, «ahora no hay inversores. Quien llega a la agencia buscando una casa lo hace porque la necesita para vivir y este perfil de cliente tiene un tope máximo para endeudarse».

Otro curioso cambio que está experimentando el mercado es la colaboración entre inmobiliarias. Las pequeñas firmas se apoyan en las grandes para ofrecer a sus clientes compradores la vivienda que buscan. A cambio, se comparten comisiones. Como dice Alicia, «quien tiene un comprador tiene un tesoro» y es ahora cuando las agencias pueden dedicarse a ofrecer servicios profesionales como la asesoría jurídica y financiera o la atención constante y personalizada a los compradores. Por otra parte, los propietarios acuden, cada vez más, a una sola agencia para gestionar su venta.

Todo esto anuncia un año de vacas flacas para el sector de la venta inmobiliaria. Una época en la que sobrevivirán las más consolidadas.

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