“nuestros pensamientos nos moldean y nos convertimos en lo que pensamos”.
Los humanos somos una mutación neoténica de los monos de la misma manera que los perros lo son del lobo o los cerdos del jabalí. Esa esencia de especie sigue controlando nuestras acciones y nuestros deseos.
Los monos destacan por su constante actividad sensual y pendenciera, siempre retando en la búsqueda de comida, sesso, territorio, jerarquía o el mejor sitio para dormir.
El potencial que tenemos de mayor inteligencia, no siempre es usado para mejorar nuestra calidad de vida . El mono loco que nos dirige, salta de rama en rama entre el pasado negativo y el futuro incierto, lo cual aumenta las probabilidades de estrés y ansiedad.
El cerebro de un taxista se parece mucho al de otro taxista pero es muy diferente al de un músico.
Lo que hacemos, lo que aprendemos, lo que pensamos, provoca cambios estructurales en el cerebro “ irreversibles “ porque son conexiones neuronales.
De la misma manera que no puedes desaprender el idioma materno, excepto las personas que hayan sufrido un accidente cerebrovascular y se haya borrado esa parte donde estaba el lenguaje hablado y escrito. Nos convertimos en nuestras acciones.
La vida se convierte en una rutina repitiendo al día siguiente lo mismo que el anterior porque es donde nos encontramos cómodos.
Aprender algo nuevo suponer borrar lo anterior y eso duele porque nos cuestionaríamos a nosotros mismos, a nuestra propia identidad. pero ¿ qué es la identidad ? es aquello en lo que te fijas, aquello que pones por encima de cualquier otra cosa.
como ejemplo paradigmático de esta época puede ser LGTB ... que no es más que una religión de nuestro tiempo en la que dan como prioridad las pulsiones del cuerpo en vez de aplacarlas como se hizo desde principio de los tiempos.
Lo mismo las relaciones concupiscentes de toda la población. No tiene más mérito drojarse con unos u otros agujeros del cuerpo siempre y cuando el resultado sea igual de estéril y promiscuo.
Pulsión es un término que se utiliza en psicoanálisis para designar aquel tipo de impulso psíquico característico de los sujetos de la especie humana que tiene su fuente en una excitación interna y que se dirige a un único fin preciso: suprimir o calmar ese estado de tensión.
Schopenhauer inspirado en el budismo dice :
LA VIDA ES COMO UN PÉNDULO QUE OSCILA ENTRE EL DESEO Y EL ABURRIMIENTO CAUSADO POR SU SATISFACCIÓN.
