La primera burbuja especulativa de la historia: burbuja de los tulipanes

f5inet

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Este episodio, acaecido en Holanda en el siglo XVII, es uno de los ejemplos más citados a la hora de ilustrar el concepto de burbuja especulativa. Quizás es, por el objeto de la especulación, uno de los más curiosos, aunque desde luego no el único.

Los tulipanes llegaron a Europa Occidental a finales del siglo XVI, y en un principio no eran demasiado populares (ya que en su estado natural no es una flor especialmente atractiva). Sin embargo, tras verse afectadas por un bichito, empezaron a surgir una gran variedad de colores y una forma, irónicamente, más agradable, lo que provocó un creciente interés por ellos.

La boyante situación económica en Holanda, derivada de su gran actividad comercial, hizo el resto; y a principios del siglo XVII, los bulbos de tulipán se convirtieron en piezas de coleccionista.

En la década de 1630, el panorama se volvió enloquecido, con un mercado de los tulipanes cada vez más activo. Los precios ascendían sin parar, alcanzando cifras desorbitadas; en 1635 se llegaron a pagar 100.000 florines por 40 bulbos, y por un bulbo de la preciada especie Semper Augustus, se podían pedir 5.500 florines.

En esta situación, generalizada en todo el país, se generó la ilusión de que siempre se ganaba en el mercado del tulipán. Independientemente de a qué precio se comprara, alguien siempre estaría dispuesto a pagar más. Gentes de todas las clases se lanzaron a comprar bulbos de tulipán, deshaciéndose de sus bienes más básicos, con la esperanza de revenderlos obteniendo un beneficio. Un marinero desconocedor de los tulipanes fue encarcelado tras comerse por error un bulbo.

Sin embargo, en algún momento a principios de 1637, algunos de los especuladores detectaron signos de agotamiento del mercado (por vez primera no se vendió una colección exclusivísima de tulipanes), y decidieron que era buen momento de vender y salir del mismo con sus ganancias. Esta actitud se contagió rápidamente y el pánico se apoderó del país. Quienes tenían bulbos en esos momentos, adquiridos a precio de oro, se encontraron sin compradores. La situación no era mejor para los que habían comprado mediante un contrato de futuros: se veían obligados a comprar a un precio que ya no era el de mercado.

La situación era tal que el gobierno holandés trato de mediar, estableciendo unas normas que consideraban nulos los contratos realizados a partir de noviembre de 1636, y que establecían que los contratos de futuros debían ser satisfechos con un 10% de la cantidad establecida inicialmente. Sin embargo, estas medidas no dejaron contento a nadie: los compradores se veían obligados a pagar por algo que ya no tenía valor, y los vendedores tenían que vender a un precio menor que el acordado.

La explosión de la burbuja dejó, como siempre ocurre, vencedores y vencidos. Vencieron aquellos que se salieron justo antes de la explosión, acumulando grandes beneficios. Perdieron quienes habían liquidado su patrimonio para especular con bulbos y al final se quedaron con tulipanes y sin casa. Y perdió el país, que durante años se vió sumido en una importante depresión económica.


llegados a este punto, la similitud con la burbuja inmobiliaria española es patente...
 
La diferencia estriba en que los tulipanes no son un bien de primera necesidad, y las viviendas sí. Por lo tanto siempre va a haber demanda de vivienda para la gente que todavía no tiene un techo bajo el cual vivir.

Un saludo.
 
si, pero hay una sutil diferencia: nadie dice que tu vivienda tenga que ser en propiedad. el alquiler existe, ¿sabes?
 
Otra burbuja histórica fue la del comercio con rezumamérica en Inglaterra a principios del siglo XVIII. La South Sea Company ganó una concesión del gobierno para comerciar con rezumamérica en exclusiva y las acciones alcanzaron un precio absurdo.

Se arruinó hasta un tal Isaac Newton, que perdió 20.000 libras de las de entonces.
 
ExplotaBurbujaExplota! dijo:
La diferencia estriba en que los tulipanes no son un bien de primera necesidad, y las viviendas sí. Por lo tanto siempre va a haber demanda de vivienda para la gente que todavía no tiene un techo bajo el cual vivir.

Un saludo.

Una vivienda vacía es un tulipán. Solo cuando se ocupa es un bien de primera necesidad.
 
ExplotaBurbujaExplota! dijo:
Una vivienda vacía es un bien de primera necesidad, para aquel que no tiene vivienda.

Pero eso no significa que se vaya a adquirir vivienda a cualquier precio. De hecho, la gente emigra, comparte piso o sigue viviendo en casa de sus padres.
 
Burbuja ferrocarriles

http://www.muyinteresante.es/canales/muy_esp/economia/econ02.htm

LAS CRISIS MÁS TRAUMÁTICAS
El precio del petróleo se cuadruplicó en tres meses en 1973; el impacto en las economías occidentales originó la “estagflación”: inflación sin crecimiento

1836-1857 La “burbuja financiera” del ferrocarril

Liverpool-Manchester, 56 kilómetros en apenas hora y media. Una hazaña inimaginable en 1830 (una diligencia tardaba tres horas), se tornó realidad gracias a un nuevo invento: el ferrocarril. Desde Estados Unidos a Rusia, desde Londres a Madrid, el mundo se postraba ante los encantos de la “máquina de vapor”. Todos querían que el tren llegara a su ciudad y participaban en las cientos de empresas que lo hacían posible. Ya en 1836 se hablaba de la railwaymania, término inglés acuñado para describir la pasión mundial por las acciones de compañías ferroviarias. Pero este episodio fue peccata minuta comparado con la segunda fase de la crisis.

En 1844, la economía mundial y especialmente la inglesa iban viento en popa. Excedentes agrícolas, unos tipos de interés históricamente bajos... y compañías ferroviarias que no paraban de multiplicar sus ingresos. Repartían dividendos del 10%, cuatro veces más que el resto de sectores. Cada semana aparecía una docena de nuevos proyectos y se creó una prensa especializada que los ensalzaba a todos. Parlamentarios, hombres influyentes y ciudadanos corrientes se apresuraban a comprar acciones al mejor precio. Hubo quien llegó a multiplicar su inversión por quinientos. Pero ni todos los proyectos eran tan rentables, ni todas la acciones tan reales. Los rumores sobre contabilidades amañadas y engañadores sin escrúpulos que vendían acciones fantasma surcaron la City londinense. En junio de 1845, un informe del Parlamento reveló la identidad de 20.000 especuladores que habían suscrito acciones ferroviarias por valor de 2.000 libras cada uno. Por supuesto, su única intención era venderlas al día siguiente y recoger beneficios sin pagar una libra.
El Times, el Globe y el resto de grandes periódicos de la época vaticinaban la crisis un día sí y el otro también. Y llegó. El resto no difiere de las anteriores: caída en picado de las acciones, inversores arruinados, familias en la calle...


1929 El primer “crack” que hizo temblar al mundo

La novela El Gran Gatsby, de Scott Fitzgerald, fijó para la Historia imágenes que en otras crisis habían pasado sin pena ni gloria. Hombres ambiciosos levantando imperios empresariales de la nada, una sociedad bañada en la opulencia, muyeres que bebían cócteles y fumaban mientras ordenaban comprar acciones (las de empresas automovilísticas eran las más deseadas) en la Bolsa de Nueva York, con la misma pasión con la que jugaban al bingo. Eran los felices años 20 en Estados Unidos. Comprar y vender en la Bolsa era mucho más lucrativo que cualquier otra actividad económica. Cuando una empresa como Anaconda Cooper, productora de cobre, podía ganar 20 millones de dólares en el mismo mes en que la cotización de ese metal caía un 25%. Pero, claro, ese país de 120 millones de habitantes tenía dos millones de especuladores. “Lo asombroso de la especulación de 1929 no era la participación masiva, sino el modo en que resultaba central para la cultura”, ha escrito el economista J. K. Galbraith. Así lo demuestra el periodista financiero de la época Edwin Lefèvre cuando transcribía en una crónica esta declaración de una muyer que acababa de perder un millón de dólares: “Mientras duró, lo pasé muy bien. Ignoraba que ganar dinero fuera tan divertido”, decía la afectada. Pero la diversión se acabó el jueves 24 de octubre. Ese día, 13 millones de títulos salieron a la venta sin que nadie estuviera dispuesto a comprarlos. La Bolsa de Nueva York cayó en picado y con ella las ilusiones de los norteamericanos. En un solo mes, el mercado perdió 30.000 millones de dólares. También fue El Gran Gatsby la novela que reprodujo la desgraciada estampa de hombres de negocios desesperados saltando desde los pisos más altos de los rascacielos neoyorquinos. Ilusos inversores que lo habían vendido todo y que en un solo día se vieron condenados a la más absoluta de las miserias.

La depresión de la economía norteamericana se contagió rápidamente a Europa. Los créditos que ayudaban al Viejo Continente a superar la crisis de la Primera Guerra Mundial se suspendieron, la inflación y el desempleo también se adueñaron de los países europeos. Fue la Gran Depresión. “La crisis terminó el 1 de septiembre de 1939, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial”, sentencia el economista Ramón Tamames.

1973 Todo el planeta pendiente del petróleo

Octubre de 1973. Las naciones agrupadas en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) embargan el suministro a Estados Unidos y otros aliados y disparan el precio del barril de petróleo. Es la represalia árabe por el apoyo norteamericano a Israel en la guerra del Yom Kippur. El embargo apenas duró un año, pero fue suficiente para provocar una profunda recesión en la economía mundial.

El precio del crudo se cuadruplicó en sólo tres meses. De 4 a 16 dólares por barril. La factura petrolífera de los países europeos pasó de una media de un 1,5% de su PIB al 5%. Todas las economías del planeta se contrajeron. La producción industrial se paralizó y surgió un nuevo fantasma económico: la estagflación. Una combinación de alta inflación con estancamiento económico (las bajadas de la producción industrial) llegaron al 20%). La principal repercusión de esta crisis fue que millones de ciudadanos perdieron sus empleos. La media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pasó del 5% en 1974 al 10% en 1982. El descubrimiento de nuevos yacimientos petrolíferos en el Mar del Norte, la fabricación de coches de bajo consumo y el desarrollo de nuevas industrias como la comunicación y la informática permitieron superar la crisis. Pero dejó secuelas: desde entonces, las economías desarrolladas viven pendientes de la cotización diaria del oro zaino. Especialmente en estos días que su precio está en máximos históricos.

1994 El “efecto dragón”: la globalización

¿Es posible que una sola persona sea capaz de hacer que se tambalee la economía de un país? Al menos, el famoso financiero George Soros fue acusado de ello en 1997, cuando el Banco Central de Tailandia tuvo que devaluar su moneda, el baht, ante un ataque especulativo. Obviamente, Soros no estaba solo: tenía a su vera a los grandes fondos internacionales y otros especuladores que se dedicaron a comprar masivamente dólares para mermar la estabilidad del bath.

Tailandia era uno de los países de los llamados Tigres Asiáticos, como Hong Kong, Taiwán, Singapur, Corea del Sur, Malasia e Indonesia. Todos se habían convertido en la niña bonita de los capitales privados del planeta durante los noventa. Tanto, que la inversión internacional pasó de 50.000 millones de dólares en 1990 a 304.000 millones en 1996. Les atraía un espectacular crecimiento económico y una mano de obra extremadamente barata.

El punto débil de los Tigres era su debilidad financiera: un descomunal endeudamiento de las arcas públicas y monedas nacionales ligadas a un cambio fijo con el dólar americano. Fue esta debilidad la que atrajo a los especuladores. Derrumbada Tailandia, le tocó el turno a Malasia el 27 de agosto, y el 23 de octubre a Hong Kong. Ese día, los pequeños inversores asiáticos perdieron más de 40.000 millones de dólares. Inversores de todo el mundo se retiraron de las Bolsas por miedo al contagio. Se trataba del efecto dragón. Como en otros casos, la crisis se extendió por todo el mundo, con una diferencia: en esta ocasión, los mercados financieros mundiales se derrumbaron en un solo día. Eran las consecuencias de la globalización: libertad de capitales e información al minuto.

Pero los disgustos no acabaron en Asia. Unos meses después era Brasil quien devaluaba el real para afrontar su crisis financiera. Muchos analistas consideran que esta situación se debió a que los especuladores habían iniciado un segundo ataque. Esta vez contra las frágiles economías rezumamericanas, también muy endeudadas.

2001 Internet: ¿la última burbuja?

Si a finales del siglo XIX los humanos se habían vuelto medio locos por los ferrocarriles, un siglo después la historia se repetía con un nuevo invento: Internet. “Es una crisis calcada a la de los ferrocarriles”, asegura el economista Paul Isbell. Efectivamente, las nuevas compañías, bautizadas como puntocom, aparecían como setas. Se desarrolló una importante prensa especializada en torno a Internet (como en su momento ocurrió con los ferrocarriles). La pasión se extendió por todo el planeta: en 1996 libros, películas, artículos, exhibiciones sobre la nueva Red de redes abrumaban a los inversores. Las empresas tradicionales de “ladrillo y cemento” parecían desterradas. Sobre todo, cuando empresas recién creadas como Terra valían en Bolsa mucho más que la vetusta Telefónica.

En 1999, algunos ya advertían que la euforia no podría durar demasiado. “Internet es una quimera y los inversores están participando en una lotería. La mayoría de esas compañías está destinada al fracaso”, auguraba Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal Americana.Y así fue. En marzo de 2000, el mundo descubre que más de la mitad de las empresas de Internet no son rentables y su valor se derrumba en Bolsa. Compañías tan solventes como la NBC cierran sus páginas en la Red. Más de la mitad de las puntocom desapareció. Pero, como hemos visto a lo largo de la Historia, los errores se repiten ¿Volverán los seres humanos a tropezar en la misma piedra?
 
Os contaré una historia sobre aquella burbuja, la leí de niño asi que puede que no me acuerde de muchos detalles:

Un carpintero tenia un tulipan muy bonito, del cual presumia ante todo el mundo, sin embargo no estaba al tanto del elevadísimo precio de los tulipanes, ya que vivia en un pueblo alejado y en aquella época no habia tele ni internet.

El caso es que la fama de ese tulipan llegó a oidos de los especuladores de la ciudad, los cuales tenian una colección que presumian como la más hermosa del mundo. Al ver el tulipan del carpintero, vieron que realmente era más hermoso que los suyos, por lo tanto le ofrecieron un dinero interesante, pero no a precio de mercado, por su tulipan.

El carpintero apreciaba su tulipan, pero apreciaba aún más el dinero, asi que aceptó extrañado de ver a alguien tan interesado en algo que aunque bonito, solo era una flor.

Entonces delante de él los especuladores destrozaron la flor con todo el repruebo del mundo: ahora por fín su colección era la mas hermosa.

Poco tiempo después el carpintero se enteró de que por esa flor le habrian pagado en el mercado de tulipanes 20 veces más de lo que le dieron los que se la compraron, lo que le sumió en una depresión que acabó en suicidio.

Esta historia yo nunca la entendí bien, porque no sabia nada de la burbuja del tulipán, pero ahora que la has puesto lo he relacionado y entendido, asi que te doy las gracias por ponerla.

Por cierto si en vez de suicidarse hubiera esperado un poco más y hubiera visto como los tulipanes volvían a valer nada, se le habría pasado la depresión jejeje.
 
no vendo ná dijo:
1836-1857 La “burbuja financiera” del ferrocarril
1929 El primer “crack” que hizo temblar al mundo
1973 Todo el planeta pendiente del petróleo
1994 El “efecto dragón”: la globalización
2001 Internet: ¿la última burbuja?

Se dejan el crack del 87, el peor crack financiero de la historia, peor que el del 29, ya que en un solo día el Dow Jones tuvo una caida del 22%, mientras que en el 29 la caida fue del 14%. Lo que pasa es que en el 87, ya se había aprendido, y no se produjo la recesión bestial (como la que vamos a tener cuando el mercado inmobiliario caiga, aunque esperemos que la nuestra sea bastante más suave porque sino vamos todos listos) que se dio tras el crack del 29 y que fue la auténtica culpable de todos los problemas que hubo en los estados unidos tras el crack del 29.
Tampoco hacen la suficiente mención a la crisis asiática del 97
Y acusar a Soros de ser el culpable totalmente de la devaluación de la libra, es casi como lo que se dice ahora de que la culpa de las subidas inmobiliarias es de los especuladores. Soros movió ficha viendo y aprovechando el escenario político del momento, pero ni siquiera él con toda la potencia de su Quantum Fund, que por aquel entonces ya manejaba miles de millones de dólares, podría mover el mercado de divisas, que es el mayor mercado del mundo. Soros fue la cabeza visible de la parte del mercado que apostaba por una libra a la baja, dadas las circunstancias del momento, y supo aprovechar la ocasión bien, pero no movió ni manipuló el mercado porque simplemente no podía.
 
GaBrI dijo:
Se dejan el crack del 87, el peor crack financiero de la historia, peor que el del 29, ya que en un solo día el Dow Jones tuvo una caida del 22%, mientras que en el 29 la caida fue del 14%. Lo que pasa es que en el 87, ya se había aprendido, y no se produjo la recesión bestial (como la que vamos a tener cuando el mercado inmobiliario caiga, aunque esperemos que la nuestra sea bastante más suave porque sino vamos todos listos) que se dio tras el crack del 29 y que fue la auténtica culpable de todos los problemas que hubo en los estados unidos tras el crack del 29.
Tampoco hacen la suficiente mención a la crisis asiática del 97
Y acusar a Soros de ser el culpable totalmente de la devaluación de la libra, es casi como lo que se dice ahora de que la culpa de las subidas inmobiliarias es de los especuladores. Soros movió ficha viendo y aprovechando el escenario político del momento, pero ni siquiera él con toda la potencia de su Quantum Fund, que por aquel entonces ya manejaba miles de millones de dólares, podría mover el mercado de divisas, que es el mayor mercado del mundo. Soros fue la cabeza visible de la parte del mercado que apostaba por una libra a la baja, dadas las circunstancias del momento, y supo aprovechar la ocasión bien, pero no movió ni manipuló el mercado porque simplemente no podía.

Tu querido Soros apuesta por la ecatombe inmobiliaria:


http://www.indice-general.com/bolsa/?p=18



February 3, 2006
George Soros apuesta al sector tecnológico
Filed under:
Wall Street
add to del.icio.us En los últimos tiempos su nombre no impregnó los medios de comunicación escrita. Despúes de apostar contra Bush, un halo de silencio embargó al húngaro. No está acostumbrado a perder. Es comprensible.

Hace algunas semanas atrás, sin embargo, Soros rompió el silencio. El dia 9 de enero en una conferencia en Singapur, Soros advirtió que los USA podrían caer en una profunda recesión durante el 2007.

A fines del 2005 advirtió sobre el derrumbe del mercado inmobiliario en los USA. Soros profetizó en una entrevista que la burbuja inmobiliaria explotaría a más tardar en tres años. No fué el único en hacerlo.Tambien el economista Paul Krugman, vé un cierto paralelismo con el crash tecnológico sucedido en el 2000 y teme una profunda recesión. En algunos medios pudimos leer al respecto que Alan Greenspan tambien advertía sobre el asunto igual que otros importantes expertos.


Pero lo que actualmente nos ocupa no es el precio de los departamentos en Nueva York. Más de un politico, ministro o juez de la periferia (les encanta invertir sus dinerillos en Miami y otras ciudades USA), asi como los adinerados del “patio trastero” y los grandes inversores provenientes del área asitica, deberían tomar nota sobre tal peligro ya que ello es más que palpable: el precio de las propiedades en los USA a adquirido unas formas diriamos no de “burbuja” sinó que tiene los contornos de un Zepelin.

Pero vamos a lo nuestro. De acuerdo a documentación en poder de la SEC, es decir la Security Exchange Comission o mejor dicho en criollo, las autoridades bursátiles estadounidenses, uno de los más afamados especuladores de todos los tiempos, George Soros, amplió sus inversiones en títulos. Naturalmente en forma inmediata desplegamos nuestros sensores.

Tal cuál lo informara Reuters, el volumen del famoso Fund Management LLC creció de los 1.800 millones el año pasado hasta los 2.600 millones de dolares. Todo un indicio!

El lector/inversor atento debe haber observado que en los balances trimestrales presentados tanto por el Citigroup, Goldman Sachs, Merrill Lynch o Bear Stearns, por ejemplo, el negocio en el área de inversiones en títulos marcha viento en popa desde hace tiempo. Ergo: el negocio bursátil en Wall Street florece como en los mejores tiempos.

Atrás quedaron las catastrofes del año 2000 en que las cotizaciones de todo el orbe cayeron al vacio y los inversores salieron espantados del ” mercado “. Como se vé, el mundo sigue girando, mucha gente vive “a costa de otra” y los millones se siguen acumulando (casi siempre en las mismas cuentas) sin pausas.

En algún lugar hay que invertir el dinero bien ganado (o robado) y una de las direcciones indicadas para que los dolares se multipliquen sin pausas es Wall Street, por lo menos en las épocas en que la tendencia es alcista en los mercados.

Deciamos, los acaudalados de éste mundo ganan confianza y transfieren sus dineros a fondos de inversiones de todo tipo y tenor. Naturalmente el fondo de Soros es una de las direcciones indicadas. De alli que su volumen se incrementara considerablemente.

Son 2.600 millones de dolares. Tal cifra se basa en las posiciones “Long” que declararon los managers del fondo. Para el neófito: Posiciones “Long” son los títulos comprados y que se encuentran en el portfolio del inversor, en éste caso la cartera del Fund Management LLC.

Posiciones “Short” no fueron consideradas en los cálculos al respecto.

Para quien aún no lo sabe: Posiciones “Short” son títulos que el inversor (en éste caso el Fund Management LLC) “vende” pero que no posee en su cartera, es decir, los vendió (los puede haber tomado “prestados” de un fondo o un banco) especulando a que más adelante los podría comprar (y asi devolverlos, quedandose con la “diferencia”) a menor precio.

A ésto se lo puede considerar “una movida” especulativa de mucho riesgo ya que la cotización de los títulos en vez de caer… puede subir. En vez de comprarlos despúes a menores precios… los deberán (en caso de que la cotización suba) pagar más caros. Asi tambien se puede perder mucha plata.

En algunos paises de habla hispana a ésto se lo denominaría simplemente como “timba”,,o “escolazo”.

Timba muy seductora ya que se realiza con plata ajena. Pero no nos vamos a ocupar de la gente que presta su dinero para que otros se diviertan jugando en los mercados bursátiles a costa de los demás y además… cobrando jugosas comisiones. Inclusive pérdiendo! Soros es realmente un genio y nos sacamos el sombrero ante tal personaje.

Vamos al eje de la cuestión: Si uno considera las últimas movidas realizadas por los managers del Fund Management LLC o por Soros (viene a ser lo mismo), uno podría llegar a la conclusión que Soros cuenta actualmente con cotizaciones que suben en Wall Street. Lo más sobresaliente del asunto (atención muchachos) es que Soros apuesta al sector de alta tecnología. Para ser más precisos: El hungaro puso el foco, o mejor dicho, los dolares, en los papeles de eBay, Amazon y Microsoft.
 
muy buenas

Excelentes descripciones de burbujas historicas ... a mi me han ilustrado mucho como este tipo de sucesos suceden ... y te hacen ver que esto es insostenible

enhorabuena por ellas.

Estas situacionciones te hacen ver que estamos de verdad en un burbujazo ... Ayer en un barrio de sevilla conte 9 inmobiliarias en un tramo de calle de menos de 200 metros ... esto tiene que explotar de alguna manera por que no es sostenible
 
no vendo ná dijo:
Tu querido Soros apuesta por la ecatombe inmobiliaria:

Pues si lo dice Soros no hay mucho más que decir ;)
Comentar que probablemente los movimientos de sus fondos, de los que habla el artículo, tendrán poco que ver con su propia persona de forma directa (aunque lógicamente esté al tanto de todo, pero sin actuar), ya que hace unos años dejó su faceta como especulador bursátil para ocuparse integramente de la gestión de su fundación "Open society", dejando sus fondos en buenas manos.
Por otro lado, ese artículo plantea el hecho de que apostase contra Bush y finalmente saliese Bush elegido como una pérdida para Soros. Es una pérdida ya que no consiguió que pasase lo que él quería, pero no hay que entenderlo como una labor de análisis en la que Soros se equivocó, sino como una apuesta personal en la que Soros hizo campaña para que no saliera Bush, ya que él mismo, tras su primera legislatura, consideraba a Bush como alguien peligroso para dirigir a los Estados Unidos. Desgraciadamente la campaña de Soros y los millones que invirtió no fueron suficientes.
 
Psicologia social en épocas de especulación

Es cierto hay aspectos importantes que no se mencionan aquí, en el artículo que les dejo se habla sobre los llamados "síntomas de psicologia social" que son caldo de cultivo en estas circunstancias tanto en la burbuja de los tulipanes como en otras, es muy interesante: Exceso de confianza, engaño o autoengaño consentido, envidia ajena etc...
¿Les suena esto verdad?

La burbuja de los tulipanes. ? Tulipomanía. - BOLSALIBRE
 
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