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Tal vez habría que adaptarlo de tal manera que recoja simultaneamente también las tribulaciones de los que tienen que alquilar a precios abusivos, hacinados y desterrados lejos de su familia y su puesto de trabajo, teniendo que recorrer cada día docenas de kilometros currando precariamente a salarios de risa absolutamente humillantes para que con más de la mitad de lo que ganan poder pagar en impuestos a los tiranos romanos y sus élites que les impiden y coartan su derecho a la emancipación al no haber impedido la especulación farisea de tochos y de mano de obra importada, también ésta necesitada de infravivienda para forrar siempre a los mismos sinverguenzas acaparadores.Miss Marple dijo:Recordemos a todos ellos y sus tribulaciones concentrándonos en las penas de uno cualquiera,...
Plusvalias-al-42% dijo:....y tengo entendido que los olivos milenarios los querían vender para casas de La lechonanya (15º bajo cero en invierno), que junto con el X5 con suspensiones rebajadas y neumáticos "slicks" son superprácticos en la nieve....
Miss Marple dijo:PS- Tomo el viacrucis como referencia cultural de semana santa, sin ninguna intención de ofender la religión de nadie. Espero que se lo sepan tomar a broma.
>> 47 << dijo:Esto debidamente guionizado, representado y youtubizado tendría el éxito y repercusión asegurada.
Nació en una infravivienda desocupada.
El tio renunció a acaparar monedas y tierras durante toda su vida, y eso lo convirtió en un peligro para los usureros porque predicaba un ejemplo temible para el negocio de los siglos, cuando cada vez tenía más seguidores sin techo.
Traicionado por un concejal de urbanismo que se transfugó.
Fue juzgado ante los especulatas, y Rajoncio ZPilatos se lavó las manos cuando eligieron liberar a un pasapisero triunfador modelo a seguir por todos los picaros, en vez de la persona honrada.
Arrastrando la dura carga de la cipoteca y de los costes del alquiler, y flagelado y humillado por su lonchafinismo sacrificado y humildad, acabó crucificado embargado y desalojado del planeta de los terratenientes y piso tenientes acaparadores.
Pero al tercer día resucitó, al frente de todos los desposeidos y vino para quedarse.
Feliz Semana Santa. No hay marcha atrás.
Miss Marple dijo:En este día especial en que recordamos la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, dediquemos un momento a considerar las penalidades de aquellos hermanos que sucumbieron a las asechanzas del maligno y cayeron victimas de la cipoteca. Recordemos a todos ellos y sus tribulaciones concentrándonos en las penas de uno cualquiera, a quien llamaremos, por conveniencia y para no ser sexistas, Pepita (el sesso es irrelevante).
Estaciones del via hipotequis de Pepita:
(en cada estación se reza un Trichetnuestro y un Avetrujillo)
I Pepita es condenada a la hipoteca
La presión de amigos, padres, medios y pareja convence a pepita para comprarse un piso. Pepita no está segura del todo, pero se deja llevar.
II La inmobiliaria (Pepita se prepara para cargar con la hipoteca)
Pepita va con su pareja a la inmobiliaria, y se lleva el primer chasco al ver los precios de las casas. La inmobiliaria les lleva a ver un par de cuevas más allá del Golgota. Pepita empieza a sufrir.
III El Banco (Pepita cae bajo el peso de la hipoteca)
Pepita y su pareja van al banco. Tras mirar cuidadosamente las nóminas y los avales, el gerente les dice que no habrá problemas. Eso sí, la megacipoteca cruciforme que se van a calzar será a 40 años y les llevará la mitad de sus salarios. Pepita sufre brevemente, pero el vértigo de la cantidad prestada pronto se convierte en euforia compradora.
IV Pepita encuentra a su suegra
Pepita visita a su suegra, que la felicita por la decisión de auto-cipotecarse y la somete a un torrente de abuso mental: alquilarestirareldinerolospisosnuncabajanalprincipiocuestaperoluegoentramuyfacilytienestupisitoylepuedesdejaralgoatushijos. Pepita lo soporta como puede.
V Un amable pasapisero ayuda a Pepita a encontrar piso
Un amable inversor, muy piadoso (no hace más que dar gracias a dios), ayuda a Pepita a realizar sus sueños al venderles su pisito ideal en un nuevo barrio. El pisito está a punto de ser entregado, y el inversor, en su prisa por ayudarles, les hace una pequeña rebaja. Eso sí, habrá que pagar 10.000 lereles en zaino. Pepita sufre, pero con ayuda de sus padres se consigue.
VI El Notario limpia el rostro de Pepita
A firmar la escritura. Cuando el notario brevemente menciona las cantidades a pagar en cuota variable, a Pepita le da un vahído, pero el amable notario la revive lo bastante como para que firme. Todo son sonrisas.
VII La oficina del promotor (Pepita cae por segunda vez)
Pepita y su pareja se mudan a su nuevo palacio. Pepita se queda un poco aplanada cuando descubre que las baldosas son de corcho, los marcos de las ventanas de plástico rosa, la calefacción tiene una fuga y -lo peor de todo- los rodapies se despegan. Pepita visita la oficina del promotor, donde se ríen de ella. Pepita sufre muchísimo.
VIII Pepita consuela a sus amigas no cipotecadas
Pepita enseña a sus amigas su fabuloso pisito. Todas expresan admiración y fingen no ver los rodapies, aunque alguna envidiosa menciona que en el barrio no se ve gente y que en la tele han dicho que los precios de las casas pueden bajar. Pepita las perdona, pobrecillas que no tienen nada.
IX Pepita cae por tercera vez
Las cuotas de la hipoteca se hacen pesadas, y encima sucede lo peor: no la renuevan su contrato de obra en la agencia de viajes. Pepita es trabajadora y encontrará algo, pero hasta entonces va a haber que privarse de muchas cosas.
X Pepita es despojada de sus vestiduras
Pepita se ve obligada a renunciar a todo gasto superfluo. Se acabaron los viajes, comprar ropa o ir a la pelu. El pelo se lo tendrá que hacer en casa en el espejo (su progenitora vendría a ayudarla, pero el piso está muy lejos, y Pepita no la puede ir a buscar porque no hay dinero para arreglar el coche).
XI Pepita sufre la revisión de la hipoteca
Un malvado llamado Trichet viene con un martillo llamado Euribor y le mete a Pepita cuatro subidas como cuatro clavos que la dejan temblando. Habrá que comer arroz con patatas.
XII Pepita pone a la venta el pisito
Tras muchos retrasos, y ante las amenazas del banco de ejecutar la hipoteca, Pepita no puede más. Su pareja no la soporta desde que está todo el día en casa, sin peinar y poniéndose fuerte a base de patatas del Lidl, y al final la convence de que es mejor vender.
XIII Pepita baja el piso y es entregada a su progenitora
La última humillación: hay que bajar el precio del piso un 15% para venderlo. Con el banco mascullando amenazas en su cogote, Pepita no puede resistir. Apenas recuperan lo que pagaron, y han perdido todos los gastos y lo que pagaron en zaino. Pepita debe 20.000 lereles a sus padres. A la salida del notario, sin decir adios a su pareja, Pepita se va a casa con ellos, de vuelta a su habitación de niña, aún llena de peluches.
XIV Pepita empieza a trabajar de cajera en el Lidl para poder pagar la deuda a sus padres.
Sin comentarios
PS- Tomo el viacrucis como referencia cultural de semana santa, sin ninguna intención de ofender la religión de nadie. Espero que se lo sepan tomar a broma.
Miss Marple dijo:En este día especial en que recordamos la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, dediquemos un momento a considerar las penalidades de aquellos hermanos que sucumbieron a las asechanzas del maligno y cayeron victimas de la cipoteca. Recordemos a todos ellos y sus tribulaciones concentrándonos en las penas de uno cualquiera, a quien llamaremos, por conveniencia y para no ser sexistas, Pepita (el sesso es irrelevante).
Estaciones del via hipotequis de Pepita:
(en cada estación se reza un Trichetnuestro y un Avetrujillo)
I Pepita es condenada a la hipoteca
La presión de amigos, padres, medios y pareja convence a pepita para comprarse un piso. Pepita no está segura del todo, pero se deja llevar.
II La inmobiliaria (Pepita se prepara para cargar con la hipoteca)
Pepita va con su pareja a la inmobiliaria, y se lleva el primer chasco al ver los precios de las casas. La inmobiliaria les lleva a ver un par de cuevas más allá del Golgota. Pepita empieza a sufrir.
III El Banco (Pepita cae bajo el peso de la hipoteca)
Pepita y su pareja van al banco. Tras mirar cuidadosamente las nóminas y los avales, el gerente les dice que no habrá problemas. Eso sí, la megacipoteca cruciforme que se van a calzar será a 40 años y les llevará la mitad de sus salarios. Pepita sufre brevemente, pero el vértigo de la cantidad prestada pronto se convierte en euforia compradora.
IV Pepita encuentra a su suegra
Pepita visita a su suegra, que la felicita por la decisión de auto-cipotecarse y la somete a un torrente de abuso mental: alquilarestirareldinerolospisosnuncabajanalprincipiocuestaperoluegoentramuyfacilytienestupisitoylepuedesdejaralgoatushijos. Pepita lo soporta como puede.
V Un amable pasapisero ayuda a Pepita a encontrar piso
Un amable inversor, muy piadoso (no hace más que dar gracias a dios), ayuda a Pepita a realizar sus sueños al venderles su pisito ideal en un nuevo barrio. El pisito está a punto de ser entregado, y el inversor, en su prisa por ayudarles, les hace una pequeña rebaja. Eso sí, habrá que pagar 10.000 lereles en zaino. Pepita sufre, pero con ayuda de sus padres se consigue.
VI El Notario limpia el rostro de Pepita
A firmar la escritura. Cuando el notario brevemente menciona las cantidades a pagar en cuota variable, a Pepita le da un vahído, pero el amable notario la revive lo bastante como para que firme. Todo son sonrisas.
VII La oficina del promotor (Pepita cae por segunda vez)
Pepita y su pareja se mudan a su nuevo palacio. Pepita se queda un poco aplanada cuando descubre que las baldosas son de corcho, los marcos de las ventanas de plástico rosa, la calefacción tiene una fuga y -lo peor de todo- los rodapies se despegan. Pepita visita la oficina del promotor, donde se ríen de ella. Pepita sufre muchísimo.
VIII Pepita consuela a sus amigas no cipotecadas
Pepita enseña a sus amigas su fabuloso pisito. Todas expresan admiración y fingen no ver los rodapies, aunque alguna envidiosa menciona que en el barrio no se ve gente y que en la tele han dicho que los precios de las casas pueden bajar. Pepita las perdona, pobrecillas que no tienen nada.
IX Pepita cae por tercera vez
Las cuotas de la hipoteca se hacen pesadas, y encima sucede lo peor: no la renuevan su contrato de obra en la agencia de viajes. Pepita es trabajadora y encontrará algo, pero hasta entonces va a haber que privarse de muchas cosas.
X Pepita es despojada de sus vestiduras
Pepita se ve obligada a renunciar a todo gasto superfluo. Se acabaron los viajes, comprar ropa o ir a la pelu. El pelo se lo tendrá que hacer en casa en el espejo (su progenitora vendría a ayudarla, pero el piso está muy lejos, y Pepita no la puede ir a buscar porque no hay dinero para arreglar el coche).
XI Pepita sufre la revisión de la hipoteca
Un malvado llamado Trichet viene con un martillo llamado Euribor y le mete a Pepita cuatro subidas como cuatro clavos que la dejan temblando. Habrá que comer arroz con patatas.
XII Pepita pone a la venta el pisito
Tras muchos retrasos, y ante las amenazas del banco de ejecutar la hipoteca, Pepita no puede más. Su pareja no la soporta desde que está todo el día en casa, sin peinar y poniéndose fuerte a base de patatas del Lidl, y al final la convence de que es mejor vender.
XIII Pepita baja el piso y es entregada a su progenitora
La última humillación: hay que bajar el precio del piso un 15% para venderlo. Con el banco mascullando amenazas en su cogote, Pepita no puede resistir. Apenas recuperan lo que pagaron, y han perdido todos los gastos y lo que pagaron en zaino. Pepita debe 20.000 lereles a sus padres. A la salida del notario, sin decir adios a su pareja, Pepita se va a casa con ellos, de vuelta a su habitación de niña, aún llena de peluches.
XIV Pepita empieza a trabajar de cajera en el Lidl para poder pagar la deuda a sus padres.
Sin comentarios
PS- Tomo el viacrucis como referencia cultural de semana santa, sin ninguna intención de ofender la religión de nadie. Espero que se lo sepan tomar a broma.