CUBE
Guest
Cuando los franceses nos prestaron el Nautilus para observar el Prestige a
tres kilómetros de profundidad, los pogres se rasgaban las vestiduras
porque Aznar no tenía uno en su piscina y teníamos que recurrir a la
tecnología de otros países. Ahora los portugueses nos están echando una mano
en los numerosos incendios forestales y no dicen ni pío.
tres kilómetros de profundidad, los pogres se rasgaban las vestiduras
porque Aznar no tenía uno en su piscina y teníamos que recurrir a la
tecnología de otros países. Ahora los portugueses nos están echando una mano
en los numerosos incendios forestales y no dicen ni pío.