Sociedad: Escolar: Las mujeres no tienen hijos porque no hay hombres para ello

Josemiguel3 dijo:

Un matrimonio es nulo sin hijos, efectivamente. Por esa misma razón, mi esposa y yo vamos a buscar el primero este verano. Y será el primero de muchos, ella tiene veinte y muy pocos años, así que podemos.



En resumen: que no tiene usted hijos ni quiere tenerlos. Todo lo demás son excusas para intentar justificar su posición, un tanto gays, sinceramente (siguiendo su forma de razonar, claro).

Hay millones de mujeres ahí fuera en edad casamentera y que son perfectamente válidas para el matrimonio. Jóvenes, criadas en un ambiente cristiano sano, con referentes paternos muy fuertes, y alejadas de todo el adoctrinamiento judío de esterilización occidental. Si hace falta coger un avión, lo coge usted, se casa y tira adelante antes de morir solo, arrugado y sin haber cumplido lo mínimo que se le exige a un ser vivo, reproducirse. Todo lo demás es un fracaso en vida si no lo logra, pues con usted muere su estirpe.

Lo que no puede usted hacer es decir una cosa y no predicar con el ejemplo, ya que en ese caso no deja usted de ser un agorero charlatán que intenta desmoralizar a los que sí quieren formar familia al margen del adoctrinamiento generalizado.

O como mínimo, si va usted a seguir al rebaño y hacer exactamente lo mismo que ellos hacen (vivir una vida vacía sin esposa, sin hijos y sin ser un ejemplo válido y sano para los demás en el plano ético, familiar y social), no debería usted criticarlos.

En Israel no dejan que solteros escalen en las empresas. Sólo los hombres casados y con familia a su cargo reciben puestos mejor remunerados y más valorados, porque consideran que son hombres de fiar. Usted, al no tener hijos, no querer tenerlos y además intentar día sí y día también intentar desmoralizar a los dubitativos de tenerlos, no es de fiar ni su palabra tiene valor positivo para la sociedad española.

Me huele a chutzpah de la buena, pero quizá me equivoque.

Sin acritud, pero su doble vara de medir (lo suyo y lo de los demás) me repele, señor.

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