Marai
Madmaxista
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En el mercado inmobiliario, lo único claro es que no todo el pescado está vendido. Sin embargo, es imposible predecir el calibre del batacazo del sector de la construcción con los datos de que se dispone.
Se sabe, eso sí, que en 2006 hubo un excedente de viviendas construídas que no se vendieron. Se alargaron los plazos de venta o aumentaron las existencias de viviendas nuevas en venta. Lo que no se sabe a ciencia cierta es cuantas. Según creo las viviendas nuevas que recibieron el Certificado de Finalización de Obra fueron alrededor de 760.000 y que el ministerio contabilizó 410.000 viviendas nuevas vendidas. Ahora bien, no se sabe exactamente cuantas de las viviendas fueron compradas -principalmente por extranjeros- sin ser registradas en las estadísticas del ministerio. Tampoco se sabe cuantas de esas viviendas se destinaron a alquiler. Según algunos expertos la demanda de 2006 fué de unas 600.000 viviendas y las existencias aumentaron en unas 100.000-160.000 viviendas (unos 3-5 meses de ventas).
Como en 2006 se iniciaron aún más viviendas que en 2005 es de esperar que la cifra de viviendas que reciban su CFO en 2007 será parecido o mayor que el de 2006. Este año tendremos otro excedente, con el agravante de que los datos del ministerio auguran una bajada considerable de las transacciones. La cuestión es saber si ese descenso se debe exclusivamente a la retirada de especuladores o, además, a una verdadera caída de la demanda real. Sea lo que sea, si las existencias de viviendas en venta vuelven a aumentar en otros 3-5 meses, muchas promotoras pueden verse obligadas a rebajar sus precios. Como consecuencia, podría ocurrir que las ventas de vivienda nueva aumentaran respecto a las de segunda mano -como ya ha ocurrido en 2006- y pudiera ser que el stock de viviendas nuevas en venta fuera aligerándose o no creciera tanto como sería previsible.
Otra clave está en los bancos. Bancos y cajas han prestado con alegría durante los años en que los precios subían. Es de esperar que ahora se lo piensen más por el hecho de que ya no cuentan con el "aval" de las subidas de dos dígitos. Según algunos gestores inmobiliarios (el jefe de Don Piso) los bancos ya no serían tan proclives a prestar por el 100% del valor de tasación porque no esperan que lel valor de la vivienda aumente de un año para otro y eso retirará a mucha gente del mercado.
Así que según como sea la política de precios de las promotoras y la política de préstamos de los bancos la cosa puede tirar por el aterrizaje suave o una caída brusca. El pescado todavía no está vendido y este año iremos viendo. Será un año interesante, más interesante que 2006, para ver como evolucionan las cosas.
Olvídense de las promesas electorales: nada cambiará mucho tras las elecciones gane quien gane.
Se sabe, eso sí, que en 2006 hubo un excedente de viviendas construídas que no se vendieron. Se alargaron los plazos de venta o aumentaron las existencias de viviendas nuevas en venta. Lo que no se sabe a ciencia cierta es cuantas. Según creo las viviendas nuevas que recibieron el Certificado de Finalización de Obra fueron alrededor de 760.000 y que el ministerio contabilizó 410.000 viviendas nuevas vendidas. Ahora bien, no se sabe exactamente cuantas de las viviendas fueron compradas -principalmente por extranjeros- sin ser registradas en las estadísticas del ministerio. Tampoco se sabe cuantas de esas viviendas se destinaron a alquiler. Según algunos expertos la demanda de 2006 fué de unas 600.000 viviendas y las existencias aumentaron en unas 100.000-160.000 viviendas (unos 3-5 meses de ventas).
Como en 2006 se iniciaron aún más viviendas que en 2005 es de esperar que la cifra de viviendas que reciban su CFO en 2007 será parecido o mayor que el de 2006. Este año tendremos otro excedente, con el agravante de que los datos del ministerio auguran una bajada considerable de las transacciones. La cuestión es saber si ese descenso se debe exclusivamente a la retirada de especuladores o, además, a una verdadera caída de la demanda real. Sea lo que sea, si las existencias de viviendas en venta vuelven a aumentar en otros 3-5 meses, muchas promotoras pueden verse obligadas a rebajar sus precios. Como consecuencia, podría ocurrir que las ventas de vivienda nueva aumentaran respecto a las de segunda mano -como ya ha ocurrido en 2006- y pudiera ser que el stock de viviendas nuevas en venta fuera aligerándose o no creciera tanto como sería previsible.
Otra clave está en los bancos. Bancos y cajas han prestado con alegría durante los años en que los precios subían. Es de esperar que ahora se lo piensen más por el hecho de que ya no cuentan con el "aval" de las subidas de dos dígitos. Según algunos gestores inmobiliarios (el jefe de Don Piso) los bancos ya no serían tan proclives a prestar por el 100% del valor de tasación porque no esperan que lel valor de la vivienda aumente de un año para otro y eso retirará a mucha gente del mercado.
Así que según como sea la política de precios de las promotoras y la política de préstamos de los bancos la cosa puede tirar por el aterrizaje suave o una caída brusca. El pescado todavía no está vendido y este año iremos viendo. Será un año interesante, más interesante que 2006, para ver como evolucionan las cosas.
Olvídense de las promesas electorales: nada cambiará mucho tras las elecciones gane quien gane.