Un motín en el centro de menores de Juslibol de Zaragoza obliga a intervenir a los antidisturbios
La Plataforma por un convenio autonómico de reforma y protección de menores manifiesta que lo ocurrido este viernes en el CEIMJ es "la gota que colma el vaso".
ACTUALIZADA 30/11/2024 A LAS 18:03
El centro de menores de Juslibol, centro de referencia en Aragón.ARCHIVO
Un nuevo "motín" en el centro de menores de Juslibol, que se saldó con la atención a varios trabajadores -entre ellos tres vigilantes de seguridad que acudieron a la MAZ por un incidente registrado en la mañana-, obligó a los antidisturbios de la Policía Nacional a intervenir por la tarde para evitar una nueva agresión.
Los hechos ocurrieron en torno a las 19.00 de este viernes, informan los agentes, cuando un indicativo de las Unidades de Intervención Policial (UIP) fue requerido para disolver "una especie de motín de menores".
Hasta el centro se desplazó una única dotación -formada por cinco o seis agentes que llegaron en una furgoneta-. "A la llegada de los nuestros, los menores se tranquilizan y en principio deponen su actitud. Se trataba de dos jóvenes los que quedaban en actitud agresiva cuando llegaron los agentes", señalan fuentes de la Policía Nacional, al explicar que no constan denuncias pero sí hubo una intervención en colaboración con los vigilantes del centro de menores que requirieron su presencia.
Según relata Javier Embid, uno de los educadores del turno de ayer y miembro del comité de empresa del CEIMJ, los hechos se remontan a la mañana de este viernes cuando un menor del centro "se puso violento y agredió a unos vigilantes que lo tuvieron que reducir para trasladarlo a otras dependencias". En respuesta a esta actuación, otros menores se amotinaron por la tarde y al no deponer su actitud los trabajadores del centro alertaron a la Policía. "Fueron al menos seis chavales que hacen un plante de no subir al cuarto, más o menos de manera pacífica, seguridad no interviene y los antidisturbios llegaron sobre las 22.30 o las 23.00", explica este educador, quien reconoce que estos incidentes son "relativamente frecuentes" aunque no llegan a trascender.
Los jóvenes internos en el centro "suelen subir a sus habitaciones a las 22.00, pero desde las 15.00 de la tarde de ayer -relatan- ya decían que no iban a subir al cuarto e hicieron un plante. Colocaron una especie de barricadas en las puertas de metacrilato para que no pasara nadie y cuando se enteraron de que venían los antidisturbios unos empezaron a subir a las habitaciones y otros no, pero no tuvieron que emplear violencia", señala Embid, quien destaca que en todo momento la actitud de los menores con los educadores fue "pacífica".
En cambio, califican el incidente ocurrido en la mañana de este viernes de "bastante violento" y precisan que dos educadoras se tuvieron que ir a la Mutua MAZ "con ansiedad y nerviosismo" por la situación de "tensión" vivida, aunque lamentan que no les dieran la baja. "Una de ellas puso una reclamación, porque fue parecido a lo que pasó hace diez días", recuerda Embid.
Este incidente, sumado a los ya registrados este mes de noviembre, que se saldaron con varios trabajadores y policías heridos, ha llevado a la Plataforma por un convenio autonómico de reforma y protección de menores a denunciar que lo ocurrido este viernes en el CEIMJ es "la gota que colma el vaso" y anuncian, asimismo, que denunciarán a la Mutua MAZ por "desatención" a estas personas tras los "graves sucesos" de las últimas semanas.
"Volvemos a denunciar la atención que recibimos las plantillas del sector cuando acudimos a las mutuas tras situaciones de estrés o violencia extrema. Históricamente, jamás hemos recibido atención psicológica cuando hemos acudido de urgencia tras episodios de vejaciones, intimidaciones, amenazas o insultos. Esta dinámica o 'modus operandi' ha sido denunciada durante años a las entidades por parte de los equipos de trabajo, y siempre se han escudado en los protocolos de atención de las mutuas", indican fuentes de CGT, UGT y CC. OO. en una nota enviada a los medios.
Según señalan, los trabajadores del centro de menores de Juslibol episodios de vejaciones, intimidaciones, amenazas o insultos
Tan habituales son este tipo de situaciones y la falta de atención especializada, denuncian desde esta plataforma, que las plantillas no acuden a sus servicios de Urgencias tras situaciones de crisis "porque ya saben que van a recibir incomprensión y ninguna atención por parte de profesionales de salud mental".
"Como mucho, un orfidal y al día siguiente a trabajar", afirma Héctor García, representante sindical de CGT, quien califica de "devastador" para la salud física y mental de los trabajadores "saber que quien tiene que cuidarte no lo va a hacer ante todos los insultos, agresiones, motines y ataques de ansiedad que puedan sufrir las plantillas".
"Necesitamos una mano para salir del hoyo y cuando acudimos en crisis recibimos una losa de nula empatía que nos entierra aún más", lamentan.
PD: RESUMEN: son acogidos en país extraño, se les paga la vida, la formación, etc. etc. y agradecen situación tan privilegiada causando destrozos y protagonizando episodios de vejaciones, intimidaciones, amenazas o insultos a sus servidores. Lo normal.
Es, claro, el estatus que les conceden los políticos del país de Jauja (Jauja no hay más que uno) donde, como todo el mundo sabe, el dinero crece en los árboles,expresamente para servir y subvencionar motines que hacen -todo hay que decirlo, emocionante y divertida la vida de los currantes de los centros de acogida que, por el hecho de serlo, están para recibir palos al carecer, lógicamente, de los derechos humanos que sí disfrutan los amotinados que asaltan las fronteras de Hispanistán.
Los fascistas de la ultraderecha, que no entienden de derechos humanos ni de casi nada, en cambio, se rasgan las vestiduras ante situaciones tan kafkianas. ¡Que sabrán ellos si jamás han leído nada!
La Plataforma por un convenio autonómico de reforma y protección de menores manifiesta que lo ocurrido este viernes en el CEIMJ es "la gota que colma el vaso".
ACTUALIZADA 30/11/2024 A LAS 18:03
Un nuevo "motín" en el centro de menores de Juslibol, que se saldó con la atención a varios trabajadores -entre ellos tres vigilantes de seguridad que acudieron a la MAZ por un incidente registrado en la mañana-, obligó a los antidisturbios de la Policía Nacional a intervenir por la tarde para evitar una nueva agresión.
Los hechos ocurrieron en torno a las 19.00 de este viernes, informan los agentes, cuando un indicativo de las Unidades de Intervención Policial (UIP) fue requerido para disolver "una especie de motín de menores".
Hasta el centro se desplazó una única dotación -formada por cinco o seis agentes que llegaron en una furgoneta-. "A la llegada de los nuestros, los menores se tranquilizan y en principio deponen su actitud. Se trataba de dos jóvenes los que quedaban en actitud agresiva cuando llegaron los agentes", señalan fuentes de la Policía Nacional, al explicar que no constan denuncias pero sí hubo una intervención en colaboración con los vigilantes del centro de menores que requirieron su presencia.
Según relata Javier Embid, uno de los educadores del turno de ayer y miembro del comité de empresa del CEIMJ, los hechos se remontan a la mañana de este viernes cuando un menor del centro "se puso violento y agredió a unos vigilantes que lo tuvieron que reducir para trasladarlo a otras dependencias". En respuesta a esta actuación, otros menores se amotinaron por la tarde y al no deponer su actitud los trabajadores del centro alertaron a la Policía. "Fueron al menos seis chavales que hacen un plante de no subir al cuarto, más o menos de manera pacífica, seguridad no interviene y los antidisturbios llegaron sobre las 22.30 o las 23.00", explica este educador, quien reconoce que estos incidentes son "relativamente frecuentes" aunque no llegan a trascender.
Los jóvenes internos en el centro "suelen subir a sus habitaciones a las 22.00, pero desde las 15.00 de la tarde de ayer -relatan- ya decían que no iban a subir al cuarto e hicieron un plante. Colocaron una especie de barricadas en las puertas de metacrilato para que no pasara nadie y cuando se enteraron de que venían los antidisturbios unos empezaron a subir a las habitaciones y otros no, pero no tuvieron que emplear violencia", señala Embid, quien destaca que en todo momento la actitud de los menores con los educadores fue "pacífica".
En cambio, califican el incidente ocurrido en la mañana de este viernes de "bastante violento" y precisan que dos educadoras se tuvieron que ir a la Mutua MAZ "con ansiedad y nerviosismo" por la situación de "tensión" vivida, aunque lamentan que no les dieran la baja. "Una de ellas puso una reclamación, porque fue parecido a lo que pasó hace diez días", recuerda Embid.
Este incidente, sumado a los ya registrados este mes de noviembre, que se saldaron con varios trabajadores y policías heridos, ha llevado a la Plataforma por un convenio autonómico de reforma y protección de menores a denunciar que lo ocurrido este viernes en el CEIMJ es "la gota que colma el vaso" y anuncian, asimismo, que denunciarán a la Mutua MAZ por "desatención" a estas personas tras los "graves sucesos" de las últimas semanas.
"Volvemos a denunciar la atención que recibimos las plantillas del sector cuando acudimos a las mutuas tras situaciones de estrés o violencia extrema. Históricamente, jamás hemos recibido atención psicológica cuando hemos acudido de urgencia tras episodios de vejaciones, intimidaciones, amenazas o insultos. Esta dinámica o 'modus operandi' ha sido denunciada durante años a las entidades por parte de los equipos de trabajo, y siempre se han escudado en los protocolos de atención de las mutuas", indican fuentes de CGT, UGT y CC. OO. en una nota enviada a los medios.
Según señalan, los trabajadores del centro de menores de Juslibol episodios de vejaciones, intimidaciones, amenazas o insultos
Tan habituales son este tipo de situaciones y la falta de atención especializada, denuncian desde esta plataforma, que las plantillas no acuden a sus servicios de Urgencias tras situaciones de crisis "porque ya saben que van a recibir incomprensión y ninguna atención por parte de profesionales de salud mental".
"Como mucho, un orfidal y al día siguiente a trabajar", afirma Héctor García, representante sindical de CGT, quien califica de "devastador" para la salud física y mental de los trabajadores "saber que quien tiene que cuidarte no lo va a hacer ante todos los insultos, agresiones, motines y ataques de ansiedad que puedan sufrir las plantillas".
"Necesitamos una mano para salir del hoyo y cuando acudimos en crisis recibimos una losa de nula empatía que nos entierra aún más", lamentan.
Un motín en el centro de menores de Juslibol de Zaragoza obliga a intervenir a los antidisturbios
La Plataforma por un convenio autonómico de reforma y protección de menores manifiesta que lo ocurrido este viernes en el CEIMJ es "la gota que colma el vaso".
www.heraldo.es
PD: RESUMEN: son acogidos en país extraño, se les paga la vida, la formación, etc. etc. y agradecen situación tan privilegiada causando destrozos y protagonizando episodios de vejaciones, intimidaciones, amenazas o insultos a sus servidores. Lo normal.
Es, claro, el estatus que les conceden los políticos del país de Jauja (Jauja no hay más que uno) donde, como todo el mundo sabe, el dinero crece en los árboles,expresamente para servir y subvencionar motines que hacen -todo hay que decirlo, emocionante y divertida la vida de los currantes de los centros de acogida que, por el hecho de serlo, están para recibir palos al carecer, lógicamente, de los derechos humanos que sí disfrutan los amotinados que asaltan las fronteras de Hispanistán.
Los fascistas de la ultraderecha, que no entienden de derechos humanos ni de casi nada, en cambio, se rasgan las vestiduras ante situaciones tan kafkianas. ¡Que sabrán ellos si jamás han leído nada!
Última edición: