dino dini
Guest
Y esto lo dice hasta un periodico tan de derechas como el ABC:
www.abc.es
En la duda tirad a apiolar
Ppr Luis Ignacio Parada
HAY que comprender que si unos policías ven a un hombre vestido con abrigo
en pleno verano, saltándose una barrera y dirigiéndose a un tren en una
estación de Londres le den el grito de «Alto, policía» y monten sus armas.
Cabe aceptar que si el sospechoso tiene aspecto paquistaní como el de los
terroristas de unos días antes, no se detiene y echa a correr para abordar
un vagón en una estación próxima a otra en la que dos días antes un supuesto
terrorista dejó una mochila explosiva, esa orden sea seguida de algún
disparo intimidatorio. Pero no es fácil aceptar que los agentes derribaran
contra el suelo al sospechoso y le dispararan cinco veces casi a quemarropa
según un testigo ocular.
El trágico error humano del que habla Scotland Yard al informar de que el
hombre abatido a tiros por la Policía no está relacionado con los atentados
de Londres es comprensible. Pero no lo es que el comisario jefe intente
justificar la conducta de sus agentes diciendo que se enfrentan al mayor
desafío que nunca han tenido y a amenazas desconocidas hasta ahora. Cuando
pide comprensión por parte de todas las comunidades del Reino Unido no puede
estar dirigiéndose a los magistrados que habrán de juzgar un homicidio cuyas
eximentes o atenuantes no pasan por la legítima defensa ni la prevención de
un crimen. Disparar a la cabeza y no al pecho o las piernas no impide que un
sospechoso accione unos explosivos que hubiera hecho detonar antes si
hubiera sido un terrorista suicida. Mientras las leyes no sean reformadas
ante la indefensión pública que ha provocado el terrorismo -ayer sin ir más
lejos hubo otro criminal atentado en Egipto en el que se registraron más de
90 perecidos- no está permitida la caza del hombre ni tirar a apiolar sin que
ronde por la mente de cualquier mente razonable que existe la figura de
asesinato extrajudicial. Hay que evitar que, en la lucha contra el
terrorismo, la primera víctima sea la democracia: es lo que los terroristas
quieren.
www.abc.es
En la duda tirad a apiolar
Ppr Luis Ignacio Parada
HAY que comprender que si unos policías ven a un hombre vestido con abrigo
en pleno verano, saltándose una barrera y dirigiéndose a un tren en una
estación de Londres le den el grito de «Alto, policía» y monten sus armas.
Cabe aceptar que si el sospechoso tiene aspecto paquistaní como el de los
terroristas de unos días antes, no se detiene y echa a correr para abordar
un vagón en una estación próxima a otra en la que dos días antes un supuesto
terrorista dejó una mochila explosiva, esa orden sea seguida de algún
disparo intimidatorio. Pero no es fácil aceptar que los agentes derribaran
contra el suelo al sospechoso y le dispararan cinco veces casi a quemarropa
según un testigo ocular.
El trágico error humano del que habla Scotland Yard al informar de que el
hombre abatido a tiros por la Policía no está relacionado con los atentados
de Londres es comprensible. Pero no lo es que el comisario jefe intente
justificar la conducta de sus agentes diciendo que se enfrentan al mayor
desafío que nunca han tenido y a amenazas desconocidas hasta ahora. Cuando
pide comprensión por parte de todas las comunidades del Reino Unido no puede
estar dirigiéndose a los magistrados que habrán de juzgar un homicidio cuyas
eximentes o atenuantes no pasan por la legítima defensa ni la prevención de
un crimen. Disparar a la cabeza y no al pecho o las piernas no impide que un
sospechoso accione unos explosivos que hubiera hecho detonar antes si
hubiera sido un terrorista suicida. Mientras las leyes no sean reformadas
ante la indefensión pública que ha provocado el terrorismo -ayer sin ir más
lejos hubo otro criminal atentado en Egipto en el que se registraron más de
90 perecidos- no está permitida la caza del hombre ni tirar a apiolar sin que
ronde por la mente de cualquier mente razonable que existe la figura de
asesinato extrajudicial. Hay que evitar que, en la lucha contra el
terrorismo, la primera víctima sea la democracia: es lo que los terroristas
quieren.