domingo 10 diciembre 19:25, caribdis dijo
EL ABUELO Y LA BURBUJA. (DEDICADO A LA SRA. MINISTRA)
‘Abuelo, ¿qué me ibas a contar hace unos días y dejaste pendiente?
‘Creo que sé a lo que te refieres . . . Quería que supieras un par de cosas importantes, ahora que estás entrando en la adolescencia. Verás, tus abuelos eran muy solventes en 2004; a mis cincuenta y dos años, todo iba sobre ruedas, y ese verano, a la vuelta de las vacaciones, tu abuela se hizo una operación que había esperado desde hacía años, unos arreglos faciales. Tendrías que haber visto su expresión de felicidad unas semanas después, aunque su cara me resultó extraña durante un tiempo’.
‘ ¿Es por eso que tiene unas arrugas tan raras?’.
‘Bueno sí, y por otras cosas, pero déjame que continúe’.
Se queda mirando fijamente a su nieto y prosigue: ‘A la vuelta del verano compramos un coche nuevo y señalé dos pisos sobre plano. Lo había hecho otra vez y la operación me había salido redonda. Veinte millones . . ., perdón, ciento veinte mil euros limpios. Ya teníamos el piso pagado y para el apartamento en la playa sólo faltaban cinco años de hipoteca. Con la inversión, esperaba acabar de pagar el resto y poder jubilarme a los sesenta, como un señor . . .’
domingo 10 diciembre 19:27, caribdis dijo
‘Disculpa, abuelo, ¿qué significa señalar? ¿Es eso que, cuando lo hago, mi progenitora me reprende?’
‘No, Juan Luis, aquí significa reservar un piso antes de haber levantado siquiera la estructura. Entregas un dinero y firmas un contrato con la promotora. Bueno, la cuestión es que llegó 2007 y no conseguí un comprador a tiempo, antes de escriturar. Una serie de malas noticias y la subida de los tipos de interés hicieron que los que podían pagarlo se echaran para atrás. Sólo quedaban los jóvenes, pero los bancos les denegaban sistemáticamente las hipotecas . . . Finalmente, tuve que firmar las escrituras y asumir otras dos hipotecas. El banco no se portó muy bien ( ¡después de haber mantenido mi cuenta toda la vida en la misma Caj! ) y me pidió garantías suplementarias, ya que, según me dijeron, la cosa se estaba poniendo muy rara, así que tuve que añadir nuestra vivienda. Menos de un año después, supimos que la entidad acababa de ser intervenida por el Banco de España, un poco después de las elecciones generales, pero eso ya te lo contaré cuando seas algo mayor, si vivo para hacerlo. El caso es que nos vimos con tres hipotecas. Lo primero que hice fue poner los pisos nuevos en alquiler. Pretendía pagar con ello al menos la mitad de la hipoteca, lo que conseguí al poco tiempo. Por cierto, un señor muy simpático me alquiló uno, confesando, después de firmar el contrato que era burbujista desde hacía años. A esas alturas ya todos sabíamos lo que era el burbujismo, especialmente el director de la sucursal, degradado unos meses después a cajero en una oficina de pueblo, hasta que se jubiló’.
‘ ¿Y cómo resolviste el problema?’
‘Tuvimos que acabar vendiendo mis acciones, el apartamento en la playa por algo más de la mitad de lo que valía en 2005 y malvender los dos pisos casi nuevos, ya que cada nuevo inquilino potencial quería negociar el precio a la baja, ya que muchos hicieron lo mismo que yo, y acabamos aburriéndonos. Al final, salvamos el piso’.
domingo 10 diciembre 19:28, caribdis dijo
‘ ¿Es por eso que la abuela tiene un carácter tan raro?’
‘Bueno, después de lo que pasó, cayó en una depresión y tuvo que jubilarse anticipadamente; nunca se ha recuperado del todo. No hemos vuelto a tener dinero para que se haga nuevos arreglos, ni para pagar tratamientos caros, algo que no me perdono. Por mi parte, tuve que continuar trabajando hasta después de los sesenta y cinco. Peor lo tuvo mi hermano, compañero de aventura, que perdió la casa y vive en ésta, la de tus bisabuelos en el pueblo’.
‘Abuelo, lo llevas bastante bien, ¿no es verdad?’
‘Pienso que sí, sobre todo si me comparo con el resto de mis compañeros de oficina. Siempre estábamos hablando de pisos y revalorizaciones, pero después de lo que ocurrió, el tema se convirtió en tabú. Me queda la alegría de ver que tus padres no han tenido problemas para comprar, ya que aquella época fue un disparate colectivo. Me pregunto cómo nadie parecía darse cuenta, ni siquiera yo, lector de prensa económica y de los suplementos dominicales de los diarios. Ya sólo los utilizo para encender esta chimenea –señala-, jeje, como hacía el detective Carvalho con los libros. Después de que hayan pasado por mis manos algunos de autores extranjeros que estudian esa época, he llegado a la conclusión de que cuando todo el mundo está de acuerdo en una cosa, es hora de preguntarse si algo puede ir mal. Es una frase famosa, pero no puedo precisar quién la pronunció’.
‘Como dicen en el cole, no te fíes del pillo ni del ladrillo’.
‘Oye, ese refrán es reciénte ¿Dónde lo has oído?’
‘En Matemáticas Finacieras Básicas, abuelo’
Se le ilumina la cara: ‘ ¿En serio? Pues sí que han cambiado las cosas . . .’
Que bueno el tio, me ha gustado mucho. Para los que no tengais doble personalidad burbuja-idealista.
EL ABUELO Y LA BURBUJA. (DEDICADO A LA SRA. MINISTRA)
‘Abuelo, ¿qué me ibas a contar hace unos días y dejaste pendiente?
‘Creo que sé a lo que te refieres . . . Quería que supieras un par de cosas importantes, ahora que estás entrando en la adolescencia. Verás, tus abuelos eran muy solventes en 2004; a mis cincuenta y dos años, todo iba sobre ruedas, y ese verano, a la vuelta de las vacaciones, tu abuela se hizo una operación que había esperado desde hacía años, unos arreglos faciales. Tendrías que haber visto su expresión de felicidad unas semanas después, aunque su cara me resultó extraña durante un tiempo’.
‘ ¿Es por eso que tiene unas arrugas tan raras?’.
‘Bueno sí, y por otras cosas, pero déjame que continúe’.
Se queda mirando fijamente a su nieto y prosigue: ‘A la vuelta del verano compramos un coche nuevo y señalé dos pisos sobre plano. Lo había hecho otra vez y la operación me había salido redonda. Veinte millones . . ., perdón, ciento veinte mil euros limpios. Ya teníamos el piso pagado y para el apartamento en la playa sólo faltaban cinco años de hipoteca. Con la inversión, esperaba acabar de pagar el resto y poder jubilarme a los sesenta, como un señor . . .’
domingo 10 diciembre 19:27, caribdis dijo
‘Disculpa, abuelo, ¿qué significa señalar? ¿Es eso que, cuando lo hago, mi progenitora me reprende?’
‘No, Juan Luis, aquí significa reservar un piso antes de haber levantado siquiera la estructura. Entregas un dinero y firmas un contrato con la promotora. Bueno, la cuestión es que llegó 2007 y no conseguí un comprador a tiempo, antes de escriturar. Una serie de malas noticias y la subida de los tipos de interés hicieron que los que podían pagarlo se echaran para atrás. Sólo quedaban los jóvenes, pero los bancos les denegaban sistemáticamente las hipotecas . . . Finalmente, tuve que firmar las escrituras y asumir otras dos hipotecas. El banco no se portó muy bien ( ¡después de haber mantenido mi cuenta toda la vida en la misma Caj! ) y me pidió garantías suplementarias, ya que, según me dijeron, la cosa se estaba poniendo muy rara, así que tuve que añadir nuestra vivienda. Menos de un año después, supimos que la entidad acababa de ser intervenida por el Banco de España, un poco después de las elecciones generales, pero eso ya te lo contaré cuando seas algo mayor, si vivo para hacerlo. El caso es que nos vimos con tres hipotecas. Lo primero que hice fue poner los pisos nuevos en alquiler. Pretendía pagar con ello al menos la mitad de la hipoteca, lo que conseguí al poco tiempo. Por cierto, un señor muy simpático me alquiló uno, confesando, después de firmar el contrato que era burbujista desde hacía años. A esas alturas ya todos sabíamos lo que era el burbujismo, especialmente el director de la sucursal, degradado unos meses después a cajero en una oficina de pueblo, hasta que se jubiló’.
‘ ¿Y cómo resolviste el problema?’
‘Tuvimos que acabar vendiendo mis acciones, el apartamento en la playa por algo más de la mitad de lo que valía en 2005 y malvender los dos pisos casi nuevos, ya que cada nuevo inquilino potencial quería negociar el precio a la baja, ya que muchos hicieron lo mismo que yo, y acabamos aburriéndonos. Al final, salvamos el piso’.
domingo 10 diciembre 19:28, caribdis dijo
‘ ¿Es por eso que la abuela tiene un carácter tan raro?’
‘Bueno, después de lo que pasó, cayó en una depresión y tuvo que jubilarse anticipadamente; nunca se ha recuperado del todo. No hemos vuelto a tener dinero para que se haga nuevos arreglos, ni para pagar tratamientos caros, algo que no me perdono. Por mi parte, tuve que continuar trabajando hasta después de los sesenta y cinco. Peor lo tuvo mi hermano, compañero de aventura, que perdió la casa y vive en ésta, la de tus bisabuelos en el pueblo’.
‘Abuelo, lo llevas bastante bien, ¿no es verdad?’
‘Pienso que sí, sobre todo si me comparo con el resto de mis compañeros de oficina. Siempre estábamos hablando de pisos y revalorizaciones, pero después de lo que ocurrió, el tema se convirtió en tabú. Me queda la alegría de ver que tus padres no han tenido problemas para comprar, ya que aquella época fue un disparate colectivo. Me pregunto cómo nadie parecía darse cuenta, ni siquiera yo, lector de prensa económica y de los suplementos dominicales de los diarios. Ya sólo los utilizo para encender esta chimenea –señala-, jeje, como hacía el detective Carvalho con los libros. Después de que hayan pasado por mis manos algunos de autores extranjeros que estudian esa época, he llegado a la conclusión de que cuando todo el mundo está de acuerdo en una cosa, es hora de preguntarse si algo puede ir mal. Es una frase famosa, pero no puedo precisar quién la pronunció’.
‘Como dicen en el cole, no te fíes del pillo ni del ladrillo’.
‘Oye, ese refrán es reciénte ¿Dónde lo has oído?’
‘En Matemáticas Finacieras Básicas, abuelo’
Se le ilumina la cara: ‘ ¿En serio? Pues sí que han cambiado las cosas . . .’
Que bueno el tio, me ha gustado mucho. Para los que no tengais doble personalidad burbuja-idealista.