Marai
Madmaxista
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Según El País propiedades ésta es la última estrategia -aparte de viajes y automóviles Mercedes- de las promotoras para vender: la compra mediante subrogación al deudor.
Con este nuevo método de ventas las promotoras pueden reducir los costes al comprador, con lo que evitan tener que incluir más descuentos. La idea que se les ha ocurrido es que la promotora pide a banco el préstamo por toda la promoción y luego el préstamo se subroga a los compradores de acuerdo con sus necesidades de financiación. De esta manera, se supone que el comprador se ahorra los gastos de estudio y tasación a la vez que se reducen las comisiones bancarias de apertura etc. Según el artículo -lo siento no tengo link- el comprador no tendrá que entregar a la promotora documentación complementaria alguna: declaraciones de renta y patrimonio, nóminas...
Tal como lo veo estamos ante otra forma de embeleco potencial en la que ese supuesto ahorro del comprador puede trasladarse al precio de la vivienda y en la que el descontrol de los préstamos alcanza un grado sumo. Me parece especialmente relevante que puedan titulizarse préstamos de esta naturaleza cuando no se dispone de las garantías necesarias sobre los préstamos. Lo único que se exige al comprador es que no esté en la lista de jovenlandéssos y ese problema es facilmente soslayable.
Todo por deshacerse de las existencias.
Con este nuevo método de ventas las promotoras pueden reducir los costes al comprador, con lo que evitan tener que incluir más descuentos. La idea que se les ha ocurrido es que la promotora pide a banco el préstamo por toda la promoción y luego el préstamo se subroga a los compradores de acuerdo con sus necesidades de financiación. De esta manera, se supone que el comprador se ahorra los gastos de estudio y tasación a la vez que se reducen las comisiones bancarias de apertura etc. Según el artículo -lo siento no tengo link- el comprador no tendrá que entregar a la promotora documentación complementaria alguna: declaraciones de renta y patrimonio, nóminas...
Tal como lo veo estamos ante otra forma de embeleco potencial en la que ese supuesto ahorro del comprador puede trasladarse al precio de la vivienda y en la que el descontrol de los préstamos alcanza un grado sumo. Me parece especialmente relevante que puedan titulizarse préstamos de esta naturaleza cuando no se dispone de las garantías necesarias sobre los préstamos. Lo único que se exige al comprador es que no esté en la lista de jovenlandéssos y ese problema es facilmente soslayable.
Todo por deshacerse de las existencias.