Carta desde el futuro a los madrileños/españoles

MGR

Madmaxista
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1 Jun 2006
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Hola, vengo del futuro, exactamente del año 2.213. He llegado un poco tarde a este foro porque el transbordador lunar tuvo un pequeño problema técnico en la tobera de aproximación al puerto USB de atraque.

Comprendo perfectamente todo vuestro malestar por el tema de la burbuja inmobiliaria pero he venido a deciros que este tema dejará de preocuparos en poco tiempo.

La burbuja explota en el primer tercio del siglo XXI, no puedo precisar más porque no estoy autorizado a ello, pero sí puedo contar cómo va a empezar. En realidad no será una crisis, será una autorregulación del mercado. Suben los intereses, baja la demanda, se paraliza la oferta, la gente empieza a vender a la desesperada, los bancos no pueden recuperar las hipotecas, tampoco pueden embargar viviendas que la gente utiliza precisamente para eso, para vivir... Así que, los siete millones de viviendas vacías de España se llenan rápidamente y la gente no quiere -no puede- desprenderse de ellas con tanta facilidad. En resumen, aumenta el sentimiento de propiedad pero bajarán los niveles de avaricia.

Os daréis cuenta de que es absurdo estar pagándole al banco un dinero que no podrás ganar en toda tu vida, y que tampoco podrán pagar tus hijos porque no tendrás intimidad para tenerlos y, por tanto, nadie heredará esos 'hogares' ni las deudas contraídas. Conclusión: los bancos acabarán siendo depósitos de viviendas usadas -o nuevas- y no de dinero. Os gastaréis el dinero en otras cosas más superfluas que una casa pero también importantes: viajes, educación, buena comida, deporte, salud... Querréis conocer la Luna, Marte y Saturno... Bueno, eso ya forma parte de vuestro futuro lejano, de hecho lo de Saturno aún está en fase de investigación en el siglo XXIII.

De donde yo vengo, ya nadie -o casi nadie, salvo algún raro nostálgico de la época dorada del ladrillo- compra casas, porque ya no tienen más valor que el puramente funcional: albergar personas, dotarlas de un techo bajo el que protegerse de la intemperie y tener un poquito de intimidad (aunque no mucha) Eso sí, el Museo de la Construcción, en pleno centro de Madrid, es uno de los atractivos turísticos de nuestras escapadas de finde a la Tierra, que desde la Luna se ve de tonalidad gris hormigón (hace tiempo que dejó de ser azul).

De hecho, por cada niño que nazca en Madrid, a partir de cierto momento, habrá una media de cuatro viviendas vacías. Como sólo necesitará una para sentirse satisfecho se desarrollará un sofisticado sistema de rotación interurbana a escala planetaria. Antes de que termine el siglo en el que ahora os matáis por cuatro ladrillos, tendréis una amplísima oferta de traslados interurbanos con alojamiento incluido. Tú dejarás tu casa para irte, por ejemplo, a Amsterdam y, a la vez, alguien de Honolulú podrá pasar una buena temporada en un fantástico ático frente al Retiro.

Las hipotecas serán historia en poco tiempo y serán sustituidas por los alquileres de bajo coste, con servicios de lavandería y catering integrados (planchado automático incluido).

Sé que muchos de vosotros no creeréis ni una palabra de esta historia, y no pretendo convenceros de lo contrario. También sé que todo ésto os suena a ciencia-ficción. Pero lo que sí es grotesco es que os paséis la mayor parte de vuestra vida útil (unos 40 ó 45 años) trabajando para devolverle al banco un dinero que nunca ganaréis, y que hipotequéis la vida de vuestros propios hijos. Un saludo a tod@s y ¡empezad a despertar!

Leido aquí:
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/06/07/ciudadanom/1149699415.html
 
Una inteligente reflexión, lástima que este pais esté lleno de necios.
 
A mi me ha recordado a este, que es más o menos igual de antiguo:

Me he decidido a coger mi máquina del tiempo y contaros como van las cosas por el futuro:

Afortunadamante no se han cumplido las previsiones de tantos agoreros burbujistas y la vivienda en España ha seguido subiendo un 17% anual durante los últimos 50 años, de este modo nos hemos convertido en el país mas rico del mundo, porque por ejemplo un ático en la castellana cuesta mas que el estado de California y el palacio imperial de Tokio juntos; claro que ya nadie vive en la Castellana ni en ningún otro sitio de Madrid, por que esas casas son para invertir y no para vivir.

Yo por ejemplo aunque trabajo en Madrid me he comprado un piso de 40 metros la mar de apañao en un pueblo del Norte de Burgos, que con la autovía queda a un paso; para pagar la hipoteca nos hemos juntado con otras tres familias: un notario casado con una catedrática de universidad, un subinspector de hacienda casado con una abogada del estado y un magistrado del supremo (subcontratado a traves de una ett) casado con una arquitecta. De este modo destinamos cinco sueldos a la hipoteca y uno para vivir; estamos contentisimos con la compra porque aunque al principio nos está costando un poco luego seguro que ni se nota, además desde que lo compramos hace un año ya ha subido un 17% y por si fuera poco la muyer del notario esta de buena que lo flipas.

Aunque profesionamente no me va mal (soy director general adjunto de una multinacional, aunque también subcontratado a traves de una ett) la verdad es que la inflación que sufrimos al ser el país mas rico del mundo hace que nos tengamos que apretar un poco el cinturón; de todos modos es cuestión de acostumbrarse, cuando tuvimos que empezar a comer chopped de lagartijas todos nos quejamos y ahora se le da vuelta y vuelta en la plancha y tan rico que queda. De cualquier forma, aprovechando que han bajado la edad laboral a los 10 años a ver si saco al churumbel del colegio y lo meto en la ett, que un sueldo mas seguro que ayuda para la hipoteca.

Mi sueldo es de 2.000 tochos netos, el tocho es la moneda que sustituyo al euro cuando nos echaron de la UE a patadas (que antiestética y que mala es la envidia) y se cotiza a un centimo de euro. En la caja fuerte del banco de españa ya no se guardan lingotes sino ladrillos, que en este país han demostrado ser un valor mucho mas seguro y rentable que el oro.

Tras las guerras atómicas provocadas por los propietarios de vpo de andalucía la población ha quedado reducida a 5 millones de españoles y 50 millones de ecuatorianos trabajando de paletas, se han seguido construyendo 800.000 viviendas anuales (la construcción supone ya el 98% del PIB) y ahora tocamos a unas 20 viviendas por habitante (casi todas vacías porque como dije son viviendas para invertir, no para vivir) . El 90% del suelo esta ya urbanizado y se plantea empezar a construir ciudades en el fondo del mar (no se puede vivir en el fondo del mar, así que serían ciudades solamente para invertir) . Esto es lo que en el mundo se conoce y admira como “el milagro español” y es objeto de numerosos estudios y tesis doctorales en el campo de la psiquiatría. Cada año nos visitan miles de estudiosos de la mente humana de todo el mundo. No me extrañaría que muchos de esos científicos se quedasen porque la verdad es que como en España no se vive en ningún sitio.

Y eso es todo lo que os puedo contar de lo que os espera; voy a ver si cazo unas lagartijas para cenar
 
Me parece un MAL PLAGIO de "Carta desde el futuro"...de Richard Heinberg... publicado en marzo del 2001

Un teórico del Peak Oil, algo menos apocaliptico que Matt Savinar y su "Vida después del petróleo"...http://zaragozaciudad.net/posindust...-despues-del-petroleo-mathew-d.-savinar-..php

Que en internet nos conocemos todos, y ya nadie "plagia"...gato por liebre

¡Os saludo, gentes del año 2001! Están viviendo en el año en que nací; yo cuento ahora cien años, y les escribo desde el año 2101. Estoy haciendo uso de los últimos remanentes de la física avanzada que los científicos desarrollaron durante la era de Uds., para enviarles este mensaje electrónico, que envío al pasado para que les llegue a sus redes informáticas. Espero que lo reciban, y que les proporcione motivos para detenerse y reflexionar sobre su mundo y las medidas a adoptar teniéndolo en cuenta.

De mí mismo sólo contaré lo que es necesario contar: soy un sobreviviente. He tenido una suerte extraordinaria en multitud de ocasiones y de muchas maneras, y considero que es una especie de milabro que pueda estar hoy aquí componiendo este mensaje. He pasado gran parte de mi vida intentando labrarme una carrera como historiador, pero las circunstancias de la vida me han obligado a aprender y practicar los oficios de agricultor, forrajeador, guerrillero, ingeniero – y ahora: físico. Mi vida ha sido larga y azarosa ... pero no he hecho todos estos esfuerzos para transmitiros esto. Son todos los acontecimientos que he presenciado durante este siglo lo que me siento obligado a contarles de esta forma tan extraordinaria.

Están Uds. viviendo el final de una era. Quizá no lo entiendan. Espero que cuando hayan terminado de leer esta misiva lo entiendan.

Quiero contarles lo que es importante que conozcan, aunque es posible que les parezca que alguna de esta información es difícil de digerir. Les ruego que tengan paciencia conmigo. Soy un hombre viejo, y no me queda tiempo para detalles amables. Si lo que les cuento les resulta increíble, considérenlo como ciencia ficción. Pero por favor: Presten atención. El artilugio comunicativo que estoy usando es bastante inestable y no hay mucha seguridad de cuánto de lo que les cuente consiga alcanzarles. Por favor: pasen esta información a los demás. Probablemente sea el único mensaje de este tipo que reciban jamás.

Como no sé cuánta información voy a poder transmitirles empezaré con los temas más importantes, los que sean de mayor utilidad para que puedanentender hacia dónde se dirige el mundo de Uds.. La energía ha sido el principio organizador central -¿o debería decir desorganizador? - de los siglos diecinueve y veinte. La gente descubrió nuevas fuentes de energía – carbón, y más tarde petróleo – en el siglo diecinueve, y luego inventó todo género de nuevas tecnologías para usar esta energía recién descubierta. El transporte, la manufactura, la agricultura, la iluminación, la calefacción – todos sufrieron una revolución, y los resultados alcanzaron hasta lo más profundo de las vidas de todos en el mundo civilizado. Todo el mundo se volvió profundamente dependiente de nuevos artilugios; de los alimentos traídos de lejos y fertilizados con productos químicos; de medicamentos elaborados mediante síntesis químicas y a partir de procesos industriales dependientes de combustibles fósiles; de la misma idea del crecimiento perpetuo (después de todo, siempre sería posible producir más energía para el transporte y las manufacturas, ¿no?). Pues bien, si los siglos diecinueve y veinte representaron la parte ascendente de la curva de crecimiento, este siglo pasado ha sido la parte descendente – la caída en picado.

Debería haber resultado perfectamente obvio para todo el mundo que las fuentes de energía con las que contaban eran agotables. Sin embargo, de algún modo esta idea nunca penetró muy profundo. Supongo que es porque la gente tiende a acostumbrarse a un determinado estilo de vida, y a partir de ese momento ya no le presta demasiada consideración. Lo mismo pasa hoy también. La gente joven ahora nunca ha conocido ninguna cosa realmente diferente; nuestro estilo de vida les parece de lo más natural -escarbando entre los restos de la civilización industrial en busca de cualquier cosa que pueda tener una utilidad inmediata - como si fuera esta la forma en la que la gente hubiera vivido siempre, como si esta hubiera sido la forma a la que aspirábamos a vivir. Es por eso por lo que siempre me ha atraíd la historia, de modo que pudiera obtener alguna perspectiva de las sociedades humanas y cómo cambian con el tiempo. Pero me estoy yendo por las ramas. ¿Dónde me había quedado?

Naturalmente algunos de los primeros efectos de la disminución de la energía tomaron la apariencia de recesiones económicas, seguidas de depresiones sin fin. Los economistas habían estado operando sobre la base de su propia religión – una fe absoluta e inconmovible en el Dios-Mercado; en la ley de la oferta y la demanda. Pensaron que si el petróleo empezaba a acabarse, el precio subiría, ofreciendo incentivos a la investigación de energías alternativas. Pero los economistas nunca se tomaron la molestia de reflexionar a fondo. Si lo hubieran hecho, se habrían dado cuenta de que la reconversión total de la infraestructura energética de una sociedad necesitaría décadas, mientras que pudiera ser que la señal que el precio emitía por la disminución de la energía tardara tan sólo unas semanas o meses antes de que se necesitara el hipotético reemplazo. Más aún, deberían haberse dado cuenta de que para los recursos energéticos de base no existen reemplazos.

Los economistas sólo sabían pensar en términos de dinero: las necesidades básicas como el agua y la energía sólo aparecían en sus cálculos en términos de su coste en dinero, lo que hacía que funcionalmente fueran intercambiables por cualquier otra cosa a la que se pudiera poner un precio: naranjas, aviones, diamantes, cartas de póker, cualquier cosa. No obstante, si se analiza a fondo, se ve que los recursos básicos en absoluto eran intercambiables con otros: una vez se acababa el agua, no podías beber cartas de póker, por muy valiosa que fuera tu colección. Tampoco podías comer con las monedas si nadie tenía alimentos que vender. Y así, a partir de un determinado momento, la gente empezó a perder la fe en su dinero. Y a medida que lo iban haciendo, se dio cuenta de que la fe había sido el primer factor que hacía que el dinero tuviera algún valor. Las monedas fueron colapsando, primero en un país, luego en otro Había inflación, deflación, trueques y pillaje a escalas inimaginables, a medida que iban acabándose las cosas.

En la era en que nací, los comentaristas solían equiparar la economía global con un casino. Unas pocas personas obteniendo trillones de dólares, euros y yenes a través del comercio de monedas, compañías y operaciones a futuro. Ninguna de estas personas hacía realmente nada útil; simplemente realizaba sus apuestas y, en numerosas ocasiones, obtenía ganancias colosales. Si seguías la cadena económica, podías ver que todo el dinero salía de los bolsillos de la gente común ... pero esa es otra historia. De todos modos: toda esa actividad económica dependía de la energía, del transporte y las comunicaciones a escala global, y de la fe en las monedas. A principios del siglo veintiuno el casino quebró. Gradualmente empezó a funcionar una nueva metáfora. Del casino global pasamos al rastro municipal.

Disponiendo de año en año de menos energía, y con monedas inestables lastrando las transacciones, la fabricación y el transporte redujeron su escala. Daba igual lo poco que Nike pagara a sus obreros en Indonesia: una vez que el transporte marítimo alcanzó niveles prohibitivos, los beneficios de la globalización de sus operaciones se desvanecieron. Sólo que Nike no podía simplemente empezar a reconstruir sus fábricas en los Estados Unidos, porque llevaban cerradas décadas. Lo mismo sucedió con todos los demás fabricantes de productos textiles, electrónicos, etc. Toda la infraestructura de fabricación local había sido destruida en aras de la globalización, para producir bienes más baratos y beneficios empresariales mayores. Y ahora reconstruir aquella infraestructura requeriría una ingente inversión financiera y energética – justo cuando el dinero y la energía empezaban a escasear.

Las tiendas estaban vacías. La gente no tenía empleo. ¿Cómo iban a sobrevivir? La única forma de hacerlo era reciclando sin cesar todas las cosas usadas que habían sido fabricadas antes de la crisis de la energía. Al principio, después de los shocks iniciales, que vinieron en forma de oleadas, la gente vendía sus cosas en subastas por internet – cuanto había electricidad. Luego, cuando resultó evidente que la falta de un transporte eficiente hacía problemático el aprovisionamiento de bienes, la gente empezó a comerciar con cosas, arreglándolas, usándolas en la medida de lo posible para salir adelante. La cruel ironía era que la mayoría de sus cosas consistían en coches y artefactos electrónicos, para los que ya nadie tenía uso. ¡Eran inútiles! Cualquiera que tuviera herramientas manuales y supiera usarlas podía considerarse rico. Y así sigue siendo.

Para leer el tocho completo entrar en:

http://www.crisisenergetica.org/staticpages/index.php?page=20041122154625621
 
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