http://www.abc.es/20070611/opinion-firmas/aterrizaje-suave-desplome_200706110300.html
¿Aterrizaje suave o desplome?
En una espléndida intervención, en la Conferencia Anual Ernest Lluch, en la Universidad de Barcelona, el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, indicó cómo «la subida de tipos de interés, iniciada a finales del 2005 por el Banco Central Europeo está teniendo ya efectos sobre la economía española». Añadía que, «es verdad que estos efectos no se observan todavía ni en la actividad ni en el empleo,... pero es que la actividad tiene siempre un retraso respecto a otras variables». Por tanto es necesario prepararse para un aterrizaje de nuestra economía, y éste «en la medida en que el entorno económico internacional y europeo siga siendo favorable, el sector exterior podrá seguir contribuyendo positivamente al crecimiento, con lo que el ajuste de la demanda interna se podrá llevar a cabo con una desaceleración del PIB mucho más suave de lo que se produciría en un contexto internacional menos positivo».
Este contexto internacional aparentemente se escapa de la acción de España. ¿Cómo actuar si se derrumba la Bolsa china, que el 30 de mayo de 2007, sobre el 29 de diciembre había aumentado sus cotizaciones, según el índice SSEB, en equivalente en dólares, en un 132,8%, esto es, más del doble? Y la marcha de las economías asiáticas, ¿cómo repercutirá en España si, como señala en su excelente trabajo Enric Fernández, «La sostenibilidad del déficit exterior de Estados Unidos» (Documentos de Economía «la Caixa», nº 05. abril 2007). «India, Rusia y Brasil intentaran copiar el modelo chino de crecimiento»? La contestación de Enric Fernández es que España «difícilmente podría soportar una notable apreciación del euro desde los niveles actuales sin sufrir una caída brusca del crecimiento».
En ambos casos, un forzoso aterrizaje suave puede transformarse en un choque violento. Pero lo mismo sucederá si España no actúa como el sistema globalizado exige. Eso sucede, inexorablemente si aumentan los niveles de corrupción. El CPI (índice de percepción de la corrupción) que se mueve entre 0, corrupción plena y 10, limpieza absoluta, ascendió para España de 4,35 en 1995 -recordemos los tiempos del asunto Filesa- a 5,9 en 1992 -consolidación del modelo Aznar-Rato- y así continuó subiendo hasta un CPI de 7,1 en 2004 (final del Gobierno Aznar). Desde entonces ha comenzado un descenso de nuestro CPI: 7,0 en 2005 y 6,8 en 2006. ¿Qué puntuación recibiremos con los asuntos denunciados por Conthe y por los escándalos inmobiliarios en 2007? Las colaboraciones publicadas en monográfico sobre la corrupción en «Revista Española de Control Externo», diciembre 1999 y en «Journal of Economic Literature», 1997, ponían de relieve que una caída en el CPI provocaba frenos al incremento del PIB y, también a la inversión y a los créditos del exterior. Esto es, son capaces de convertir un aterrizase suave en una catástrofe.