monsanto compra a blackwathers

chocolate

Madmaxista
Desde
30 Ene 2009
Mensajes
5.216
Reputación
17.983
La misma hez con diferente olor :S. Son todos coleguitas del poder establecido.
 

FTL

Madmaxista
Desde
6 Feb 2010
Mensajes
2.017
Reputación
2.909
Ahora cobra más sentido que nunca lo de las semillas Terminator de Monsanto.
 

Mr. Cipoteco

Madmaxista
Desde
9 Sep 2010
Mensajes
279
Reputación
344
Lugar
Madrid
Estos son los HDLGP que salen en "Food Inc." ¿no? Los que demandan a los agricultores por plantar sus propias semillas.
 

madmax

Madmaxista
Desde
23 Ago 2009
Mensajes
1.388
Reputación
1.715
Es decir, vía empresas intermedias William Henry Gates III (señor que ha demostrado sobradamente que es el puñetero amo de los negocios, pero que no deja prisioneros detrás) tiene simultáneamente Microsoft (monopolio de sistemas operativos, es decir, control de ordenadores), Monsanto (monopolio de semillas y especies animales, es decir, control de producción de alimentos) y Blackwater (un ejército privado mayor que los ejércitos de la mayor parte de los países).

Me estoy comenzando a preocupar.
 

Vize

Madmaxista
Desde
8 Jun 2010
Mensajes
5.863
Reputación
13.815
parece ser que vamos hacia un nuevo feudalismo, donde cada señor feudal tendrá su propio ejército, si se está privatizando todo, porque el ejército iba a ser distinto?.
 

Vokiabierto

Madmaxista
Desde
2 Oct 2009
Mensajes
8.624
Reputación
29.970
Máquinas de guerra: Blackwater, Monsanto y Bill Gates

Un reporte de Jeremy Scahill publicado en The Nation (Blackwater’s Black Ops, 15/9/2010) reveló que el ejército mercenario más grande del mundo, Blackwater (ahora llamado Xe Services) le vendió servicios clandestinos de espionaje a la trasnacional Monsanto. Blackwater cambió de nombre en 2009, luego de hacerse famosa en el mundo por las denuncias sobre sus abusos en Irak, incluidas masacres de civiles. Sigue siendo el mayor contratista privado del Departamento de Estado de Estados Unidos en servicios de seguridad, es decir para practicar el terrorismo de Estado dándole al gobierno la posibilidad de negarlo.

Muchos militares y ex oficiales de la CIA trabajan para Blackwater o alguna de las empresas vinculadas que creó para desviar la atención de su mala fama y generar más lucros vendiendo sus nefastos servicios –que van desde información y espionaje hasta infiltración, cabildeo político y entrenamiento paramilitar– a otros gobiernos, bancos y empresas trasnacionales. Según Scahill los negocios con trasnacionales –como Monsanto, Chevron, y gigantes financieros como Barclays y Deutsche Bank– se canalizan a través de dos empresas que son propiedad de Erik Prince, dueño de Blackwater: Total Intelligence Solutions y Terrorism Research Center. Éstas comparten oficiales y directivos de Blackwater.

Uno de ellos, Cofer Black, conocido por su brutalidad siendo uno de los directores de la CIA, fue quien hizo contacto con Monsanto en 2008 como directivo de Total Intelligence, concertando el contrato con la compañía, para espiar e infiltrar a organizaciones de activistas por los derechos de los animales, contra los transgénicos y otras sucias actividades del gigante biotecnológico.

Contactado por Scahill, el ejecutivo Kevin Wilson de Monsanto se negó a hablar, pero posteriormente confirmó a The Nation que habían contratado a Total Intelligence en 2008 y 2009, según Monsanto solamente para hacer seguimiento de información pública de sus opositores. Dijo además, que Total Intelligence era una entidad totalmente separada de Blackwater.

Sin embargo, Scahill cuenta con copias de los correos electrónicos de Cofer Black posteriores a la reunión con Wilson de Monsanto, donde les explica a otros ex agentes de la CIA, usando sus direcciones electrónicas de Blackwater, que la discusión con Wilson fue que Total Intelligence se convertiría en el brazo de inteligencia de Monsanto, espiando activistas y otras acciones, incluido que nuestra gente se integre legalmente a esos grupos. Monsanto pagó a Total Intelligence 127 mil dólares en 2008 y 105 mil dólares en 2009.

No asombra que una empresa de ciencias de la muerte como Monsanto, que se ha dedicado desde sus orígenes a producir tóxicos y desparramar venenos, desde el Agente Naranja hasta los PCB (policlorobifenilos), agrotóxicos, hormonas y semillas transgénicas, se asocie con otra empresa de matones.

Casi al mismo tiempo que la publicación de este artículo en The Nation, la Vía Campesina denunció la compra de 500 mil acciones de Monsanto, por más de 23 millones de dólares por la Fundación Bill y Melinda Gates, que con esto se terminó de sacar su careta de filantrópica. Otra asociación que no sorprende.

Se trata de un casamiento entre los dos monopolios más brutales de la historia del industrialismo: Bill Gates controla más de 90 por ciento del mercado de programas patentados de computación y Monsanto cerca de 90 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas y la mayoría del mercado global de semillas comerciales. No existen en ningún otro rubro industrial monopolios tan vastos, cuya propia existencia es una negación del cacareado principio de competencia de mercado del capitalismo. Tanto Gates como Monsanto son muy agresivos en la defensa de sus mal habidos monopolios.

Aunque Bill Gates intente decir que la Fundación no está ligada a sus actividades comerciales, todo lo que ésta hace demuestra lo contrario: gran parte de sus donaciones terminan favoreciendo las inversiones comerciales del magnate, además de que en realidad no dona nada, sino que en lugar de pagar impuestos a las arcas públicas, invierte sus ganancias donde le favorezca económicamente, incluida como propaganda de sus supuestas buenas intenciones. Por el contrario, sus donaciones financian proyectos tan destructivos como la geoingeniería o la sustitución de medicinas naturales y comunitarias por medicamentos patentados de alta tecnología en las zonas más pobres del mundo. Qué coincidencia, el ex secretario de Salud Julio Frenk y Ernesto Zedillo son consejeros de la Fundación.

Al igual que Monsanto, Gates se dedica también a tratar de destruir la agricultura campesina en todo el planeta, principalmente a través de la llamada Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA). Ésta funciona como caballo de Troya para despojar a los campesinos jovenlandeses pobres de sus semillas tradicionales, sustituyéndolas por semillas de las empresas primero, y finalmente por transgénicos. Para ello, la Fundación contrató en 2006, justamente a Robert Horsch, un director de Monsanto. Ahora Gates, venteando mayores ganancias, se fue directo a la fuente.

Blackwater, Monsanto y Gates son tres caras de la misma figura: la máquina de guerra contra el planeta y la mayoría de la gente que lo habita, sean campesinos y campesinas, indígenas, comunidades locales, gente que quiere compartir información y conocimientos o cualquier otro que no quiera estar en la égida de lucro y destrucción del capitalismo.
La Jornada: Máquinas de guerra: Blackwater, Monsanto y Bill Gates
 

MiNombreEsLegión

Madmaxista
Desde
28 Ago 2010
Mensajes
30.532
Reputación
25.112
Bueno, ya está claro: Monsanto es una empresa destinada a destruir a las personas. Ahora hay que actuar en consecuencia.
 

inmi_soy

Madmaxista
Desde
26 Dic 2009
Mensajes
19.183
Reputación
10.569
Máquinas de guerra: Blackwater, Monsanto y Bill Gates

Un reporte de Jeremy Scahill publicado en The Nation (Blackwater’s Black Ops, 15/9/2010) reveló que el ejército mercenario más grande del mundo, Blackwater (ahora llamado Xe Services) le vendió servicios clandestinos de espionaje a la trasnacional Monsanto. Blackwater cambió de nombre en 2009, luego de hacerse famosa en el mundo por las denuncias sobre sus abusos en Irak, incluidas masacres de civiles. Sigue siendo el mayor contratista privado del Departamento de Estado de Estados Unidos en servicios de seguridad, es decir para practicar el terrorismo de Estado dándole al gobierno la posibilidad de negarlo.

Muchos militares y ex oficiales de la CIA trabajan para Blackwater o alguna de las empresas vinculadas que creó para desviar la atención de su mala fama y generar más lucros vendiendo sus nefastos servicios –que van desde información y espionaje hasta infiltración, cabildeo político y entrenamiento paramilitar– a otros gobiernos, bancos y empresas trasnacionales. Según Scahill los negocios con trasnacionales –como Monsanto, Chevron, y gigantes financieros como Barclays y Deutsche Bank– se canalizan a través de dos empresas que son propiedad de Erik Prince, dueño de Blackwater: Total Intelligence Solutions y Terrorism Research Center. Éstas comparten oficiales y directivos de Blackwater.

Uno de ellos, Cofer Black, conocido por su brutalidad siendo uno de los directores de la CIA, fue quien hizo contacto con Monsanto en 2008 como directivo de Total Intelligence, concertando el contrato con la compañía, para espiar e infiltrar a organizaciones de activistas por los derechos de los animales, contra los transgénicos y otras sucias actividades del gigante biotecnológico.

Contactado por Scahill, el ejecutivo Kevin Wilson de Monsanto se negó a hablar, pero posteriormente confirmó a The Nation que habían contratado a Total Intelligence en 2008 y 2009, según Monsanto solamente para hacer seguimiento de información pública de sus opositores. Dijo además, que Total Intelligence era una entidad totalmente separada de Blackwater.

Sin embargo, Scahill cuenta con copias de los correos electrónicos de Cofer Black posteriores a la reunión con Wilson de Monsanto, donde les explica a otros ex agentes de la CIA, usando sus direcciones electrónicas de Blackwater, que la discusión con Wilson fue que Total Intelligence se convertiría en el brazo de inteligencia de Monsanto, espiando activistas y otras acciones, incluido que nuestra gente se integre legalmente a esos grupos. Monsanto pagó a Total Intelligence 127 mil dólares en 2008 y 105 mil dólares en 2009.

No asombra que una empresa de ciencias de la muerte como Monsanto, que se ha dedicado desde sus orígenes a producir tóxicos y desparramar venenos, desde el Agente Naranja hasta los PCB (policlorobifenilos), agrotóxicos, hormonas y semillas transgénicas, se asocie con otra empresa de matones.

Casi al mismo tiempo que la publicación de este artículo en The Nation, la Vía Campesina denunció la compra de 500 mil acciones de Monsanto, por más de 23 millones de dólares por la Fundación Bill y Melinda Gates, que con esto se terminó de sacar su careta de filantrópica. Otra asociación que no sorprende.

Se trata de un casamiento entre los dos monopolios más brutales de la historia del industrialismo: Bill Gates controla más de 90 por ciento del mercado de programas patentados de computación y Monsanto cerca de 90 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas y la mayoría del mercado global de semillas comerciales. No existen en ningún otro rubro industrial monopolios tan vastos, cuya propia existencia es una negación del cacareado principio de competencia de mercado del capitalismo. Tanto Gates como Monsanto son muy agresivos en la defensa de sus mal habidos monopolios.

Aunque Bill Gates intente decir que la Fundación no está ligada a sus actividades comerciales, todo lo que ésta hace demuestra lo contrario: gran parte de sus donaciones terminan favoreciendo las inversiones comerciales del magnate, además de que en realidad no dona nada, sino que en lugar de pagar impuestos a las arcas públicas, invierte sus ganancias donde le favorezca económicamente, incluida como propaganda de sus supuestas buenas intenciones. Por el contrario, sus donaciones financian proyectos tan destructivos como la geoingeniería o la sustitución de medicinas naturales y comunitarias por medicamentos patentados de alta tecnología en las zonas más pobres del mundo. Qué coincidencia, el ex secretario de Salud Julio Frenk y Ernesto Zedillo son consejeros de la Fundación.

Al igual que Monsanto, Gates se dedica también a tratar de destruir la agricultura campesina en todo el planeta, principalmente a través de la llamada Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA). Ésta funciona como caballo de Troya para despojar a los campesinos jovenlandeses pobres de sus semillas tradicionales, sustituyéndolas por semillas de las empresas primero, y finalmente por transgénicos. Para ello, la Fundación contrató en 2006, justamente a Robert Horsch, un director de Monsanto. Ahora Gates, venteando mayores ganancias, se fue directo a la fuente.

Blackwater, Monsanto y Gates son tres caras de la misma figura: la máquina de guerra contra el planeta y la mayoría de la gente que lo habita, sean campesinos y campesinas, indígenas, comunidades locales, gente que quiere compartir información y conocimientos o cualquier otro que no quiera estar en la égida de lucro y destrucción del capitalismo.
La Jornada: Máquinas de guerra: Blackwater, Monsanto y Bill Gates
Gracias por esta información, cuya valia es inestimable, puesto que la desconocia en su totalidad.