Hace poco fui al lado de mi antiguo colegio.
Mi colegio siempre ha sido bastante progre y muy a favor de la diversidad, pero es que por aquel entonces se criticaba incluso corría el rumor de que por cada extranjero recibían una subención del gobierno y era el único motivo por el cual los aceptaba. En mis clases solíamos ser aproximadamente por cada 20 alumnos unos 5 Sudamericanos, y un chino. Había un solo por jovenlandés en todo el colegio. Según nos acercábamos a 4º de la ESO, solo estábamos españoles ya que los Sudamericanos los ponían en diversificación o porque directamente abandonaban los estudios (muchas chicas se quedaron preñadas).
El caso es que el otro día me pasé y menudo espectáculo. Creo que no vi ni un solo blanco. Todo personas de color, chinos, y Sudamericanos. No me fijé en si había jovenlandeses, lo dudo ya que era un colegio católico (o luterano, pro vaticano II según se mire). Pero menuda mezcla entre vergüenza, impotencia, y ardor de estomago.
Al final eso es lo que veremos en las calles, que ver a españoles de pura cepa cada vez será más difícil. Aclaro que soy de Madrid, en Madrid ver blancos cada vez es más difícil, basta con ir al metro. Y según vas a barrios de hez (tipo vallecas o carabanchel) te vas encontrando que los más blancos son etnianos. Una porquería. Lo tenemos bien merecido.
A este ataque cultural y asalto habría que haberle puesto fin desde hace bastante. Lo que antes hubiera sido quitar una pequeña mala hierba. Ahora se asemeja más a romper la hiedra a hachazos, que está empezando a subir por la casa, rompiendo el muro, y se ha apoderado de la valla.