P
Pepe
Guest
Espero que los izquierdistas, los idealistas que no tenéis los pies en el
suelo (aquellos que creéis que el mundo es como lo imagináis en vuestras
ensoñaciones y no como éste es en realidad), estéis aprendiendo de una vez
que contra el crimen todas vuestras ensoñaciones son un completo error.
1) Tras la sentencia de Farruquito, este fin de semana han habido varios
atropellos de peatones, con consecuencias mortales, y en varios casos el
conductor ha huido. (todos ellos saben ahora que no van a pisar la guandoca)
2)tras una sentencia, creo que del T. Supremo, en la que se decía que la
"kale borroca" no es terrorismo (con lo que hay una reducción de penas por
tales hechos), estamos viendo el aumento exponencial de los casos de
terrorismo callejero.
Estas dos muestras sólo son un botón. Pues podríamos hablar de la
delincuencia juvenil, del número de atracos, robos, violaciones, secuestros,
estafas, asesinatos, etc, etc etc. En todos los casos pasa exactamente lo
mismo: mano blanda contra el crimen es igual a mayor número de delitos y
delincuentes; mano dura contra el crimen significa menor número de delitos y
de delincuentes.
A ver si os vais enterando de una vez de cuál es la realidad y alguno
maduráis y os bajáis de la higuera. El crimen no es producto de las
"injusticias sociales", ni de las "injusticias globales" ni del "criminal
capitalismo". El crimen es producto de la propia naturaleza humana. El
crimen y la maldad los lllevamos todfos y cada uno de nosotros en nuestro
interior. El crimen es producto de que los hombres sentimos repruebo, codicia,
celos o envidia. Y es que los hombres no somos esos seres buenos y
angelicales que os han contado los gurús de la infantil filosofía que
seguís.
Por esto precisamente, porque el crimen no nace de injusticias sino que nace
de la propia naturaleza del ser humano, el crimen es imposible de erradicar
de nuestra sociedad.
En consecuencia, sólo tenemos un camino si queremos que haya un menor número
de crímenes: la represión y la mano dura contra los criminales. O dicho de
otro modo, que el criminal se haga responsable de sus delitos y que pague
por todas y cada una de las consecuencias que de ellos se deriven.
Cuando los hombres no tenemos miedo a robar o a dar de baja de la suscripción de la vida porque sabemos que
esos delitos quedarán impunes, entonces, con mucha mayor probabilidad,
daremos rienda suelta a nuestros más bajos instintos de codicia y de repruebo y
robaremos y mataremos. Pero si tenemos miedo a las consecuencias, entonces
nos lo pensaremos dos veces antes de hacerlo y la mayoría ni robaremos ni
mataremos.
La cosa es así de simple.
--
Jose
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suelo (aquellos que creéis que el mundo es como lo imagináis en vuestras
ensoñaciones y no como éste es en realidad), estéis aprendiendo de una vez
que contra el crimen todas vuestras ensoñaciones son un completo error.
1) Tras la sentencia de Farruquito, este fin de semana han habido varios
atropellos de peatones, con consecuencias mortales, y en varios casos el
conductor ha huido. (todos ellos saben ahora que no van a pisar la guandoca)
2)tras una sentencia, creo que del T. Supremo, en la que se decía que la
"kale borroca" no es terrorismo (con lo que hay una reducción de penas por
tales hechos), estamos viendo el aumento exponencial de los casos de
terrorismo callejero.
Estas dos muestras sólo son un botón. Pues podríamos hablar de la
delincuencia juvenil, del número de atracos, robos, violaciones, secuestros,
estafas, asesinatos, etc, etc etc. En todos los casos pasa exactamente lo
mismo: mano blanda contra el crimen es igual a mayor número de delitos y
delincuentes; mano dura contra el crimen significa menor número de delitos y
de delincuentes.
A ver si os vais enterando de una vez de cuál es la realidad y alguno
maduráis y os bajáis de la higuera. El crimen no es producto de las
"injusticias sociales", ni de las "injusticias globales" ni del "criminal
capitalismo". El crimen es producto de la propia naturaleza humana. El
crimen y la maldad los lllevamos todfos y cada uno de nosotros en nuestro
interior. El crimen es producto de que los hombres sentimos repruebo, codicia,
celos o envidia. Y es que los hombres no somos esos seres buenos y
angelicales que os han contado los gurús de la infantil filosofía que
seguís.
Por esto precisamente, porque el crimen no nace de injusticias sino que nace
de la propia naturaleza del ser humano, el crimen es imposible de erradicar
de nuestra sociedad.
En consecuencia, sólo tenemos un camino si queremos que haya un menor número
de crímenes: la represión y la mano dura contra los criminales. O dicho de
otro modo, que el criminal se haga responsable de sus delitos y que pague
por todas y cada una de las consecuencias que de ellos se deriven.
Cuando los hombres no tenemos miedo a robar o a dar de baja de la suscripción de la vida porque sabemos que
esos delitos quedarán impunes, entonces, con mucha mayor probabilidad,
daremos rienda suelta a nuestros más bajos instintos de codicia y de repruebo y
robaremos y mataremos. Pero si tenemos miedo a las consecuencias, entonces
nos lo pensaremos dos veces antes de hacerlo y la mayoría ni robaremos ni
mataremos.
La cosa es así de simple.
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Jose
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