A
Altair
Guest
Muchos se me vienen ahora a la cabeza. Todos.
Anoche, a las 5,30 de la mañana, un chaval de 19 años fue atropellado
y muerto en el Paseo de la Castellana, en Madrid. El conductor, otro
"farruquito", se dio a la fuga.
Suponiendo que lo pillen algún dia, ya sabe cual es la pena, 18 meses
de guandoca que no va a cumplir y 120.000 € de indemnización. Y para
eso, puede hipotecar su casa y pagarlo en cómodos plazos. Para cuando
terminara de pagarlos, en 12 o 15 años, ese chaval, de haber vivido
tendría una familia, y 2 o 3 hijos, quizás.
Es indignante que cosas así puedan pasar casi impúnemente mientras
nuestros politicuchos de hez (para este caso concreto los meto a
TODOS), están mas preocupados de las bodas lgtb o las reformas de los
estatutos.
Me parece bochornoso que tengamos a semejantes indocumentados en el
poder mientras la gente muere impunemente.
El culpable no es Farruquito ni todos los farruquitos que hay en
España.
Los culpables somos nosotros que nos dejamos engañar por políticos
vendidos a sus propios intereses y que se regodean en mensajes
populistas, grandilocuentes y vacios.
Nos los merecemos, sin duda.
Anoche, a las 5,30 de la mañana, un chaval de 19 años fue atropellado
y muerto en el Paseo de la Castellana, en Madrid. El conductor, otro
"farruquito", se dio a la fuga.
Suponiendo que lo pillen algún dia, ya sabe cual es la pena, 18 meses
de guandoca que no va a cumplir y 120.000 € de indemnización. Y para
eso, puede hipotecar su casa y pagarlo en cómodos plazos. Para cuando
terminara de pagarlos, en 12 o 15 años, ese chaval, de haber vivido
tendría una familia, y 2 o 3 hijos, quizás.
Es indignante que cosas así puedan pasar casi impúnemente mientras
nuestros politicuchos de hez (para este caso concreto los meto a
TODOS), están mas preocupados de las bodas lgtb o las reformas de los
estatutos.
Me parece bochornoso que tengamos a semejantes indocumentados en el
poder mientras la gente muere impunemente.
El culpable no es Farruquito ni todos los farruquitos que hay en
España.
Los culpables somos nosotros que nos dejamos engañar por políticos
vendidos a sus propios intereses y que se regodean en mensajes
populistas, grandilocuentes y vacios.
Nos los merecemos, sin duda.