A
aleluya
Guest
Perdido el espacio de "centro" a manos del sr. del bigote, y habiendo sido
desplazados a la izquierda más infantil, debemos fomentar el sentimiento
ultramontano en las huestes derechistas. Hay que conseguir que
los peperos se vayan a la ultraderecha o que se forme un partido de ese
tinte. Para ello... ¡a provocar!:
Derogación de todos los proyectos iniciados por el Tío-del-bigote (fueran
buenos o malos); promulgación de leyes que consigan crispación y poco o
ningún beneficio; resurrección de los muertos de la guerra civil;
antinorteamericanismo de boquilla; alineamiento exterior con los regímenes
más da repelúsntes(jovenlandia, Venezuela, Cuba); oxígeno al terrorismo interno y
externo; violación de las normas electorales el día antes de votar; más
poder al todopoderoso imperio Prisa; a nuestro ministro no se le puede
vociferar en una manifestación, pero al de ellos se le puede increpar e
insultar en propia sede parlamentaria. Hay que provocar hasta el
infinito, hasta que se forme el partido ultraderechista que reste fuerzas a
la derecha civilizada: Fomentemos el sentimiento ultraderechista, que aunque
el terrorismo interno no lo ha conseguido en 30 años nosotros lo lograremos.
NO CAIGAMOS EN LA TRAMPA
desplazados a la izquierda más infantil, debemos fomentar el sentimiento
ultramontano en las huestes derechistas. Hay que conseguir que
los peperos se vayan a la ultraderecha o que se forme un partido de ese
tinte. Para ello... ¡a provocar!:
Derogación de todos los proyectos iniciados por el Tío-del-bigote (fueran
buenos o malos); promulgación de leyes que consigan crispación y poco o
ningún beneficio; resurrección de los muertos de la guerra civil;
antinorteamericanismo de boquilla; alineamiento exterior con los regímenes
más da repelúsntes(jovenlandia, Venezuela, Cuba); oxígeno al terrorismo interno y
externo; violación de las normas electorales el día antes de votar; más
poder al todopoderoso imperio Prisa; a nuestro ministro no se le puede
vociferar en una manifestación, pero al de ellos se le puede increpar e
insultar en propia sede parlamentaria. Hay que provocar hasta el
infinito, hasta que se forme el partido ultraderechista que reste fuerzas a
la derecha civilizada: Fomentemos el sentimiento ultraderechista, que aunque
el terrorismo interno no lo ha conseguido en 30 años nosotros lo lograremos.
NO CAIGAMOS EN LA TRAMPA