La alianza de civilizaciones ya da sus frutos.

Desde
19 Oct 2007
Mensajes
7.675
Reputación
12.985
Miembros de algunas bandas latinas han elegido las calles del barrio de Sants, que estos días celebran su fiesta mayor, como escenario para dirimir sus diferencias. Los Mossos d´Esquadra han tenido conocimiento de ello y han endurecido el control sobre los miembros de estas pandillas de jóvenes violentos, tarea a la que también se ha sumado activamente desde el pasado miércoles la Guardia Urbana.


La alarma definitiva saltó el pasado martes por la noche cuando en una pizzería de la calle Galileu un grupo de Ñetas y de Latin Kings se retaron. Salieron a relucir navajas y, aunque el peligro era inminente, la trifulca se saldó con diversos daños en el local y la incautación de varias armas blancas. Dos jóvenes están imputados por los desperfectos que sufrió el local: la rotura de algunos cristales y botellas. Ambos han declarado voluntariamente en comisaría, según fuentes de los Mossos.

Si en Gràcia la principal preocupación policial fue la actuación de los grupos antisistema, en la de Sants lo están siendo los pandilleros y los miembros de otra tribu urbana: los skin heads. Los cabezas rapadas protagonizaron el año pasado un grave incidente cuando atacaron a dos chicos, uno de los cuales estuvo durante semanas en el hospital como consecuencia de las lesiones que padeció, entre ellas la rotura de la mandíbula.

De hecho, el miércoles fueron detenidos en Sants cuatro jóvenes con estética skin head, de entre 18 y 22 años, acusados de desobediencia a la autoridad.

Los sucesos del pasado martes se produjeron sobre las 22.30 horas cuando un grupo de Ñetas se vieron sorprendidos por uno mayor de Latin Kings. Los Ñetas decidieron despistarles y aguardar en un pizzería. Sin embargo, sus rivales acabaron por descubrirles. Se declaró una reyerta - de unos 15 jóvenes- que no llegó a mayores, entre otras cosas, por la llegada de los Mossos.

El subinspector de los Mossos Lluís Paradell, dependiente de la Secretaria de Seguretat de Interior, señaló ayer que, desafortunadamente, el suceso de la pizzería "no es extraordinario", sólo que éste se ha producido en el contexto de las fiestas mayores del barrio. Sea como sea, desde el miércoles los patrulleros de Sants, tanto de los Mossos d´Esquadra como de la Guardia Urbana, tienen orden de actuar con un mayor celo frente a las personas de las que se sospeche que puedan pertenecer a una banda.

"Son dispositivos preventivos convenientemente desplegados para demostrar a estos grupos que estamos encima", segura el subinspector Paradell. "Queremos que quede claro que no hay barra libre para tener comportamientos violentos en el espacio público". Paradell es uno de los controladores del llamado Operativo Brisa, de seguimiento de los grupos de jóvenes violentos.

Los trabajos de identificación han podido demostrar que no todos los supuestos miembros de bandas son vecinos de Sants. De hecho durante toda la jornada del miércoles se llevaron a cabo varias decenas de identificaciones en las calles del barrio. Algunos resultaron ser viejos conocidos de los equipos especializados en bandas latinas de los Mossos.

La fiesta con música gratuita en la calle atrae a jóvenes miembros de bandas violentas de otras zonas. La proximidad de Sants a l´Hospitalet de Llobregat, una de las ciudades con mayor implantación de estos grupos, ha ayudado a este flujo.

Los Latin Kings y los Ñetas son, precisamente, dos de las organizaciones que decidieron reconvertirse en Catalunya en asociaciones culturales. Sin embargo, existen algunas facciones dentro de estas bandas que aceptan el actual statu quo y han querido mantener las siglas y sus idearios al margen del entramado asociativo que, obviamente, es el que más le interesa a las administraciones. La experiencia, pionera en Catalunya, ha sido observada con gran interés desde otras comunidades autónomas con problemas análogos. Madrid hizo un intento parecido que, por el momento, no ha fraguado.

Sin embargo, existen otras pandillas que se muestran absolutamente contrarias a cualquier mecanismo de normalización y prefieren mantener su naturaleza callejera e indomable. Una de ellas son los Black Panthers (panteras negras), en este momento el colectivo que está sometido a un especial seguimiento por los Mossos. Consideran que tienen una mayor voluntad expansiva.

Un fenómeno específico muy susceptible de estudio es la entrada en las bandas de chicos de origen español, joven e incluso asiático. Por ello, los Mossos evitan utilizar oficialmente la etiqueta de bandas latinas.


Los Mossos vigilan el desafío de las bandas durantes las fiestas de Sants