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la mosca cojonera
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Cuba frente al Imperio
20-05-2005
Cuba: la Isla de los milagros
Salim Lamrani
Rebelión
Gracias a las relaciones entre Cuba y Venezuela en ocasiones se
logran milagros, y numerosas personas pueden certificarlo. Desde
junio de 2004, 20 000 ciudadanos venezolanos que habían perdido la
vista, desde varias décadas para algunos, a causa de cataratas y
otras enfermedades oculares, pudieron volver a ver la luz del día
gracias a los prodigios de la Revolución cubana y a su incomparable
sistema de salud.1 Evidentemente, la prensa internacional silenció
las hazañas médicas realizadas por los especialistas cubanos, por
estar demasiado atareada en el tema ahora ideológico de las
"violaciones de derechos humanos".
Los enfermos venezolanos, que no habían podido tener acceso a la
asistencia médica en su país durante años, se han convertido en una
prioridad para el gobierno del señor Hugo Chávez que decidió prestar
una atención particular a los desheredados. Pudieron ser operados
gatuitamente en Cuba, en virtud de la política humanitaria e
internacionalista vigente desde 1959.
Cuba ha previsto extender este servicio al resto de las naciones de
América Latina donde cerca de 4 millones de indigentes sufren de
enfermedades oculares. Para fines del año 2005, cerca de 100 000
latinoamericanos afectados disfrutarán de la experiencia de los 600
oftalmólogos cirujanos que tiene la Isla del Caribe. Ningún otro país
del mundo ha lanzado un programa humanitario de tal importancia para
atenuar las desgracias que asolan al hemisferio americano.2
Allende los 100 000 enfermos extranjeros curados cada año en Cuba, el
gobierno de La Habana acoge actualmente a más de 76 000 estudiantes
procedentes de países pobres, les ofrece una formación universitaria
gratuita de alto nivel y asume todos los gastos. Cerca de 6 000
nuevos estudiantes extranjeros serán acogidos el próximo año. La
Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana es una de las más
famosas del continente americano y ha formado decenas de miles de
profesionales de la salud de más de 123 países del mundo.3
Durante un encuentro en La Habana sobre la lucha contra el sida en
marzo de 2005, las Naciones Unidas y la Universidad de Harvard
tuvieron palabras elogiosas para con el sistema de salud cubano. El
modelo cubano de prevención y tratamiento del VIH es considerado como
uno de los más eficaces por los especialistas del PNUD, de la Escuela
de medicina de Harvard y de la Organización Panamericana de la Salud
(OPS). El señor Bruno jovenlandés, representante de la ONU, subrayó la
importancia de la reunión en Cuba, un país donde las investigaciones
sobre la enfermedad han alcanzado un grado muy avanzado.4
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló
mediante su representante en Cuba, la señora Lea Guido, que la Isla
es un modelo para los países en vía de desarrollo en cuanto al
cuidado de las madres y de los niños. La tasa de mortalidad infantil
alcanzó la cifra record de 5,8 por cada mil nacidos vivos en 2004 en
Cuba (sólo Canadá dispone de una tasa de mortalidad infantil inferior
a la de Cuba en el continente americano). La señora Guido subrayó que
"una inversión en salud y educación como la realizada por este país
permitirá contar en el futuro con ciudadanos fuertes y capaces para
avanzar en el progreso económico". Expresó su sorpresa al ver los
"éxitos alcanzados en favor de la vida".5
El doctor David R. Buckley, inspector de la OMS también admitió haber
quedado sorprendido agradablemente por el alto nivel científico y
tecnológico de la industria farmacéutica cubana. Según él, la
preparación de los profesionales nacionales y el respeto de las
normas de regulación en vigor para los productos farmacéuticos
constituyen dos campos de excelencia. Expertos procedentes de España,
Italia, Suecia, República Checa, Australia, Argentina, México y
Uruguay, fueron a La Habana para estudiar el método cubano.6
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) recompensó
la excelencia cubana en materia científica otorgándole la Medalla de
Oro por la invención de la banderilla contra la bacteria Haemophilus
influenzae tipo B, primera del mundo creada a partir de antígenos
sintéticos. Este germen provoca cada año medio millón de
fallecimientos entre los niños de menos de cinco años en el mundo. Es
la sexta vez en que la OMPI entrega un reconocimiento a Cuba, hecho
excepcional para una nación del Tercer Mundo.7
Incluso Costa Rica, considerado como el modelo social neoliberal de
los países en vía de desarrollo, recurrió a los profesionales
cubanos. Las autoridades pidieron al gobierno de La Habana que
prolongara la presencia de sus médicos en los hospitales
costaricenses, que fueron a ofrecer sus servicios a sus homólogos de
América Central. Naturalmente, los médicos aceptaron extender su
estancia "para no afectar el servicio a los pacientes".8
La ayuda internacional cubana se extiende a toda América Latina y a
las regiones subdesarrolladas del planeta. En Belice por ejemplo,
pequeña nación de América Central, la brigada médica procedente de
Cuba, compuesta por 103 personas, permitió a más de 1 257 000
pacientes, que en su mayoría nunca habían recibido la visita de un
médico, recibir cuidados durante los últimos cinco años. En 2004,
cerca de 400 000 enfermos de este país fueron curados por los
cubanos. Actualmente, cerca de 160 estudiantes de Belice se forman en
las universidades cubanas.9 Ninguna nación del mundo incluidos los
países desarrollados han aportado tanta ayuda humana como la brindada
por el gobierno del señor Fidel Castro a las regiones pobres del
Tercer Mundo.
En abril de 2005, el gobierno mexicano se prestó a la maniobra
politiquera estadounidense en la Comisión de Derechos Humanos de
Ginebra al votar a favor de la resolución contra Cuba. Como
respuesta, los médicos cubanos operaron con éxito al señor Randu
Contreras, un joven mexicano de 30 años aquejado de elefantiasis, a
quien especialistas mexicanos, después de numerosos análisis, habían
desahuciado.10 Por su parte, la televisión peruana calificó a Cuba
como "la isla de la salud".11
Ecuador se beneficia también con del internacionalismo cubano. El
municipio de Cotacachi se convirtió en el primer territorio del país
en liberarse del analfabetismo, gracias al método cubano "Yo sí
puedo". Luego de un año de trabajo, no queda casi ningún habitante
analfabeta en dicho municipio. Más de 1 700 personas recibieron la
ayuda de los profesionales de la Isla del Caribe y la tasa de
analfabetismo bajó de un 22,3% a un 3,8%, lo que permitió a la UNESCO
declarar al municipio exento de analfabetismo.12
El programa cubano de lucha contra el analfabetismo se extiende a los
demás países de América Latina. La provincia argentina de Santa Fe
recurrió a los servicios de los profesores cubanos, después de
constatar la eficiencia de su método en las otras regiones argentinas
tales como Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Río oscuro, Neuquen,
Córdoba, Mendoza y otras. El gobernador de Santa Fe expresó su
agradecimiento al gobierno cubano.13 En el Salvador, en tres meses,
cerca de 1 000 personas fueron alfabetizadas por los profesores
cubanos.14
La ayuda internacional brindada por el gobierno cubano no se hace en
detrimento de su propia población. En efecto, el director regional
para las Américas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
calificó el sistema de seguridad social cubano como un "milagro", al
descubrir la protección que brinda a los trabajadores. "Es casi un
milagro con respecto a otros países", anunció el señor Daniel
Martínez, muy impresionado también por la baja tasa de desempleo en
Cuba (1,9%). Según la OIT, en América Latina, el 11% de las personas
no tienen trabajo y cerca del 65% de los habitantes no tienen acceso
a la seguridad social. En América Latina, una de la grandes paradojas
reside en el hecho de que 25 millones de niños se ven obligados a
trabajar mientras que 19,5 millones de adultos se hallan sin
empleo.15 Cuba es el único país del mundo que permite a los
trabajadores de los sectores en restructuración, como es el caso de
la industria azucarera, formarse en la universidad y seguir
recibiendo la integralidad de su salario.
Los países desarrollados, en busca de jugosas ganancias, saquean las
riquezas del Tercer Mundo, secuestran a sus cerebros, y apoyan a las
elites que defienden sus intereses. Al tiempo, llevan la indecencia
hasta dar lecciones de democracia a los pueblos que se niegan a
doblegarse. Cuba, por su parte, prefiere dar la mano a los
necesitados, y seguir su camino hacia la construcción de una sociedad
más justa.
www.rebelion.org/noticia.php?id=15398
20-05-2005
Cuba: la Isla de los milagros
Salim Lamrani
Rebelión
Gracias a las relaciones entre Cuba y Venezuela en ocasiones se
logran milagros, y numerosas personas pueden certificarlo. Desde
junio de 2004, 20 000 ciudadanos venezolanos que habían perdido la
vista, desde varias décadas para algunos, a causa de cataratas y
otras enfermedades oculares, pudieron volver a ver la luz del día
gracias a los prodigios de la Revolución cubana y a su incomparable
sistema de salud.1 Evidentemente, la prensa internacional silenció
las hazañas médicas realizadas por los especialistas cubanos, por
estar demasiado atareada en el tema ahora ideológico de las
"violaciones de derechos humanos".
Los enfermos venezolanos, que no habían podido tener acceso a la
asistencia médica en su país durante años, se han convertido en una
prioridad para el gobierno del señor Hugo Chávez que decidió prestar
una atención particular a los desheredados. Pudieron ser operados
gatuitamente en Cuba, en virtud de la política humanitaria e
internacionalista vigente desde 1959.
Cuba ha previsto extender este servicio al resto de las naciones de
América Latina donde cerca de 4 millones de indigentes sufren de
enfermedades oculares. Para fines del año 2005, cerca de 100 000
latinoamericanos afectados disfrutarán de la experiencia de los 600
oftalmólogos cirujanos que tiene la Isla del Caribe. Ningún otro país
del mundo ha lanzado un programa humanitario de tal importancia para
atenuar las desgracias que asolan al hemisferio americano.2
Allende los 100 000 enfermos extranjeros curados cada año en Cuba, el
gobierno de La Habana acoge actualmente a más de 76 000 estudiantes
procedentes de países pobres, les ofrece una formación universitaria
gratuita de alto nivel y asume todos los gastos. Cerca de 6 000
nuevos estudiantes extranjeros serán acogidos el próximo año. La
Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana es una de las más
famosas del continente americano y ha formado decenas de miles de
profesionales de la salud de más de 123 países del mundo.3
Durante un encuentro en La Habana sobre la lucha contra el sida en
marzo de 2005, las Naciones Unidas y la Universidad de Harvard
tuvieron palabras elogiosas para con el sistema de salud cubano. El
modelo cubano de prevención y tratamiento del VIH es considerado como
uno de los más eficaces por los especialistas del PNUD, de la Escuela
de medicina de Harvard y de la Organización Panamericana de la Salud
(OPS). El señor Bruno jovenlandés, representante de la ONU, subrayó la
importancia de la reunión en Cuba, un país donde las investigaciones
sobre la enfermedad han alcanzado un grado muy avanzado.4
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló
mediante su representante en Cuba, la señora Lea Guido, que la Isla
es un modelo para los países en vía de desarrollo en cuanto al
cuidado de las madres y de los niños. La tasa de mortalidad infantil
alcanzó la cifra record de 5,8 por cada mil nacidos vivos en 2004 en
Cuba (sólo Canadá dispone de una tasa de mortalidad infantil inferior
a la de Cuba en el continente americano). La señora Guido subrayó que
"una inversión en salud y educación como la realizada por este país
permitirá contar en el futuro con ciudadanos fuertes y capaces para
avanzar en el progreso económico". Expresó su sorpresa al ver los
"éxitos alcanzados en favor de la vida".5
El doctor David R. Buckley, inspector de la OMS también admitió haber
quedado sorprendido agradablemente por el alto nivel científico y
tecnológico de la industria farmacéutica cubana. Según él, la
preparación de los profesionales nacionales y el respeto de las
normas de regulación en vigor para los productos farmacéuticos
constituyen dos campos de excelencia. Expertos procedentes de España,
Italia, Suecia, República Checa, Australia, Argentina, México y
Uruguay, fueron a La Habana para estudiar el método cubano.6
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) recompensó
la excelencia cubana en materia científica otorgándole la Medalla de
Oro por la invención de la banderilla contra la bacteria Haemophilus
influenzae tipo B, primera del mundo creada a partir de antígenos
sintéticos. Este germen provoca cada año medio millón de
fallecimientos entre los niños de menos de cinco años en el mundo. Es
la sexta vez en que la OMPI entrega un reconocimiento a Cuba, hecho
excepcional para una nación del Tercer Mundo.7
Incluso Costa Rica, considerado como el modelo social neoliberal de
los países en vía de desarrollo, recurrió a los profesionales
cubanos. Las autoridades pidieron al gobierno de La Habana que
prolongara la presencia de sus médicos en los hospitales
costaricenses, que fueron a ofrecer sus servicios a sus homólogos de
América Central. Naturalmente, los médicos aceptaron extender su
estancia "para no afectar el servicio a los pacientes".8
La ayuda internacional cubana se extiende a toda América Latina y a
las regiones subdesarrolladas del planeta. En Belice por ejemplo,
pequeña nación de América Central, la brigada médica procedente de
Cuba, compuesta por 103 personas, permitió a más de 1 257 000
pacientes, que en su mayoría nunca habían recibido la visita de un
médico, recibir cuidados durante los últimos cinco años. En 2004,
cerca de 400 000 enfermos de este país fueron curados por los
cubanos. Actualmente, cerca de 160 estudiantes de Belice se forman en
las universidades cubanas.9 Ninguna nación del mundo incluidos los
países desarrollados han aportado tanta ayuda humana como la brindada
por el gobierno del señor Fidel Castro a las regiones pobres del
Tercer Mundo.
En abril de 2005, el gobierno mexicano se prestó a la maniobra
politiquera estadounidense en la Comisión de Derechos Humanos de
Ginebra al votar a favor de la resolución contra Cuba. Como
respuesta, los médicos cubanos operaron con éxito al señor Randu
Contreras, un joven mexicano de 30 años aquejado de elefantiasis, a
quien especialistas mexicanos, después de numerosos análisis, habían
desahuciado.10 Por su parte, la televisión peruana calificó a Cuba
como "la isla de la salud".11
Ecuador se beneficia también con del internacionalismo cubano. El
municipio de Cotacachi se convirtió en el primer territorio del país
en liberarse del analfabetismo, gracias al método cubano "Yo sí
puedo". Luego de un año de trabajo, no queda casi ningún habitante
analfabeta en dicho municipio. Más de 1 700 personas recibieron la
ayuda de los profesionales de la Isla del Caribe y la tasa de
analfabetismo bajó de un 22,3% a un 3,8%, lo que permitió a la UNESCO
declarar al municipio exento de analfabetismo.12
El programa cubano de lucha contra el analfabetismo se extiende a los
demás países de América Latina. La provincia argentina de Santa Fe
recurrió a los servicios de los profesores cubanos, después de
constatar la eficiencia de su método en las otras regiones argentinas
tales como Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Río oscuro, Neuquen,
Córdoba, Mendoza y otras. El gobernador de Santa Fe expresó su
agradecimiento al gobierno cubano.13 En el Salvador, en tres meses,
cerca de 1 000 personas fueron alfabetizadas por los profesores
cubanos.14
La ayuda internacional brindada por el gobierno cubano no se hace en
detrimento de su propia población. En efecto, el director regional
para las Américas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
calificó el sistema de seguridad social cubano como un "milagro", al
descubrir la protección que brinda a los trabajadores. "Es casi un
milagro con respecto a otros países", anunció el señor Daniel
Martínez, muy impresionado también por la baja tasa de desempleo en
Cuba (1,9%). Según la OIT, en América Latina, el 11% de las personas
no tienen trabajo y cerca del 65% de los habitantes no tienen acceso
a la seguridad social. En América Latina, una de la grandes paradojas
reside en el hecho de que 25 millones de niños se ven obligados a
trabajar mientras que 19,5 millones de adultos se hallan sin
empleo.15 Cuba es el único país del mundo que permite a los
trabajadores de los sectores en restructuración, como es el caso de
la industria azucarera, formarse en la universidad y seguir
recibiendo la integralidad de su salario.
Los países desarrollados, en busca de jugosas ganancias, saquean las
riquezas del Tercer Mundo, secuestran a sus cerebros, y apoyan a las
elites que defienden sus intereses. Al tiempo, llevan la indecencia
hasta dar lecciones de democracia a los pueblos que se niegan a
doblegarse. Cuba, por su parte, prefiere dar la mano a los
necesitados, y seguir su camino hacia la construcción de una sociedad
más justa.
www.rebelion.org/noticia.php?id=15398
