La Casa Siempre Gana

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La Casa Siempre Gana

Por Gerard Llobet el 04/02/2014

El pasado 13 de diciembre se hizo público que Eurovegas finalmente no se instalaría en Madrid. Este proyecto anunciaba cifras mareantes, con un creación de puestos de trabajo que estaba entre los 50 mil http://www.abc.es/economia/20130319/rc-eurovegas-asegura-creara-puestos-201303191358.html y los 250 mil http://www.europapress.es/turismo/destino-espana/turismo-urbano/noticia-eurovegas-proyecto-desaparece-promesa-250000-empleos-mas-dos-anos-negociaciones-20131213153423.html, según quien lo contara, el día en que lo hacía, lo que se entendía por empleos indirectos, etc. La gran voluntad pública en que Eurovegas fructificara llevo al gobierno regional (y central) a negociar concesiones de todo tipo. Aunque no se hicieron públicos todos los aspectos de las negociaciones que se llevaron a cabo, parece que se contemplaba una flexibilización de la ley antitabaco, la reducción del impuesto al juego, barreras a la entrada a competidores de los nuevos casinos, reducción de las contribuciones sociales, etc. Pero, ¿realmente los beneficios de Eurovegas iban a compensar a Madrid para que valieran la pena estos sacrificios?

Una política recurrente de los políticos españoles, particularmente en las comunidades autónomas y los ayuntamientos, es intentar captar grandes proyectos internacionales con los que dinamizar la economía de su región. El ejemplo más típico es el de los parques temáticos (Port Aventura, Parque Warner, Terra Mítica, etc). Con la idea de “build it and they will come”, estos proyectos, a menudo ruinosos (ver por ejemplo http://www.20minutos.es/noticia/1337940/0/tren-cercanias/pinto-san-martin-vega/fracaso-parque-warner/), fueron financiados a fondo perdido por las cajas de ahorros locales a instancias de estos gobiernos. En los últimos tiempos estamos presenciando una nueva generación de estos proyectos, la llegada de los macro-casinos, ejemplificada por Eurovegas, pero sin olvidar el proyecto Barcelona World http://es.wikipedia.org/wiki/BCN_World. Estos complejos incluyen no solo casinos sino también hoteles, centros de convenciones, etc. Quien haya estado en Las Vegas se puede hacer una idea aproximada de lo que se planteaba construir.

Lo primero que convendría preguntarse es si existen efectos de los casinos sobre la ocupación. Evans y Topoleski (http://www.nber.org/papers/w9198 2002) muestran indicios esperanzadores utilizando datos de Estados Unidos. Estiman un incremento en la ocupación del 26%, un incremento de la población del 12% y una disminución de la fracción de la población que trabaja y es pobre del 14%. Unos números magníficos si no fuera porque ese estudio se basa en la “Indian Gaming Regulatory Act of 1988” que regularizaba el juego en las reservas indias y los resultados se refieren a los habitantes de estas reservas. Una cosa es extrapolar a partir de un estudio sobre Estados Unidos. Otra cosa es pensar que estamos en una reserva india, claro.

Uno de los pocos estudios que existen sobre el efecto de los casinos sobre el crecimiento económico es Walker y Jackson (http://walkerd.people.cofc.edu/pubs/AJES-growth.pdf 2007). Utilizando un panel con datos a nivel de estado entre 2001 y 2005, estudian si los ingresos por juego causan (en el sentido de Granger) el crecimiento económico de esos estados. Los datos les llevan a rechazar claramente esa hipótesis. Este es un resultado interesante porque se contradice con un estudio previo suyo: Walker y Jackson (http://journal.srsa.org/ojs/index.php/RRS/article/download/28.2.4/371 1998) mostraba una relación positiva. Sin embargo, la comparación de los dos estudios les permite entender un poco mejor el efecto de los casinos. El estudio de 1998 utilizaba datos anteriores (de 1991 a 1996), que incluían el gran boom en los casinos que sucedió en Estados Unidos y que, en gran parte, se solapa con el estudio de Evans y Topoleski mencionado anteriormente. Esta diferencia en los datos explicaría la diferencia en los resultados por dos motivos. La primera es que el efecto positivo que pudieran tener los casinos sería a corto plazo y desaparecería en pocos años. La segunda es que en los últimos años, el incremento en el número de alternativas, incluyendo el juego online, ha hecho el efecto de los casinos menos importante, dado que en gran parte ocuparían un mercado que otras empresas habrían ocupado igualmente.

Los casinos tienen otros efectos que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, Grinols y Mustard (http://www.maine.com/editions/2006-05-15/images/20060531000107C.pdf 2006) utilizando datos para Estados Unidos a nivel de condado entre 1977 y 1996 analizan su efecto sobre el crimen. Como en los casos anteriores, su estrategia de identificación se basa en la apertura de los casinos que se dio en Estados Unidos a principios de los 90. Sus resultados muestran que los nuevos casinos aumentaron el nivel de crimen entre un 5% y un 30% según el tipo de delito. La tabla 2 muestra que en los condados con casino aumentan los asaltos con agravantes, violaciones, y varios tipos de robo. Así, estiman que en los 178 condados en los que existen casinos, el coste por habitante relacionado con el incremento del crimen sería del orden de $75 al año (en dólares de 2003). Estos números están en linea con otros resultados en la literatura.


Crimen y existencia de un casino. Fuente: Grinols and Mustard (http://www.maine.com/editions/2006-05-15/images/20060531000107C.pdf 2006)​

Los resultados muestran también que los efectos crecen en los primeros tres o cuatros años, especialmente para los crímenes violentos (Figura 4). Los autores interpretan estos efectos retardados del crimen por el efecto en dirección contraria del casino sobre la ocupación. Así, a corto plazo, los puestos de trabajo originados por el casino podrían reducir el crimen pero en menos de cuatro años ese efecto se diluiría. También explican que los estudios clínicos estiman entre 2 y 4 años el tiempo en que la ludopatía agotaría los recursos de los que la sufren y llevar al crimen. Después de 5 años el 8.6% de los crímenes a la propiedad (robos) y el 12.6% de los crímenes violentos se deberían a los casinos. Finalmente, es importante destacar que la apertura de los casinos no afecta al crimen en condados adyacentes, lo que descartaría la hipótesis de que los casinos solo desplazan crimen ya existente.


Efectos en tiempo de los casinos sobre el crimen. Fuente: Grinols and Mustard (http://www.maine.com/editions/2006-05-15/images/20060531000107C.pdf 2006)​

Los numerosos efectos negativos de los casinos cuestionan el interés mostrado en que Eurovegas se instalara en Madrid. Sin embargo, los previos estudios no consideran algunos posibles efectos positivos. Por un lado, están los ingresos fiscales relacionados con el juego (en la medida que los macro-casino no desplazaran simplemente otras actividades), que en el caso de Madrid habrían sido magros como resultado de la reducción del impuesto al juego. Por otro, el centro de convenciones que se planeaba construir podría tener efectos positivos al convertir a Madrid en un centro europeo en ese mercado y contribuir a potenciar la imagen de la ciudad tal y como comentaba en una entrada anterior en relación al aeropuerto de Barajas http://www.fedeablogs.net/economia/?p=33538. Pero si este es el verdadero efecto positivo uno se pregunta si no se podría haberse conseguido lo mismo sin la presencia de los casinos. Una explicación es simplemente que no son privadamente rentables. Antes se habrían construido, como en el caso de los parques temáticos, mediante el apoyo a fondo perdido de la caja local de turno. Como estos ingresos ya no están disponibles los políticos podrían haber considerado los macro-casinos y las rentas que las regulaciones a medida generarían como una fuente alternativa de financiación.