Dilbert
Madmaxista
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Han sido alrededor de 200 los trabajadores afectados por la aplicación del ERE en toda Andalucía, 28 de los cuales pertenecen a la estructura de la organización sindical. El resto estaban adscritos al programa Orienta. A los primeros se les ha despedido pagándoles 25 días por año trabajado con un tope de 14 mensualidades y a los del programa Orienta, con 20 días y un máximo de 12 mensualidades.
Según ha explicado a ELMUNDO.es la portavoz de los empleados afectados en Córdoba, Ana Galán, el sindicato no les ha dado ninguna opción para negociar las condiciones de los despidos. "Se ha tramitado un ERE con mucha opacidad y muy mala fe por parte de la empresa, que no ha aceptado ninguna propuesta de los trabajadores", apunta ésta.
De hecho, los despedidos creen que los nombres de las personas incluidos en el ERE estaban ya decididos antes de que éste se iniciara. "Nos hemos ido personas que no somos queridas en la organización, porque hemos planteado demandas en alguna ocasión, porque no somos del agrado de la ejecutiva o no somos parientes de la cúpula", afirma.
Los despidos fueron notificados el 28 de diciembre por burofax con la intención de que se ejecutaran el pasado día 12. Sin embargo, los trabajadores afectados aún tienen esperanzas de que el juez declare nulo el ERE y obligue a la UGT a readmitirlos.
Galán ha apuntado que hay razones para ello. En primer lugar, afirma, hay que tener en cuenta que el sindicato "no ha actuado bajo el principio de buena fe" y que se han producido irregularidades en la tramitación del expediente.
Valga de ejemplo que se han excluido del ERE a unos 50 trabajadores de la organización bajo el pretexto de que "son fundamentales", cuando la normativa obliga a incluir los nombres de todos los empleados. Galán asegura que no han metido a determinados trabajadores porque "son cargos sindicales que cobran del sindicato o porque son parientes, amigos o familiares de los de arriba".
Otra de las irregularidades se habría producido porque mientras se estaba negociando el ERE, se llamaba a los despachos a trabajadores para negociar con ellos de forma individual. "Mientras se estaba negociando el expediente a nivel colectivo, se ha intentando negociar individualmente ofreciéndoles ofertas que van contra el Estatuto de los Trabajadores y las normativas vigentes. Se les ha llegado a proponer a algunos de ellos reducciones de salario de hasta el 60 por ciento para mantener su puesto".
Los afectados en Córdoba denuncian actitudes "de muy mal gusto por parte de la empresa", como intentar que firmasen finiquitos para poder cobrar las liquidaciones de sus contratos. En esta provincia han sido cinco los despedidos, aunque una treintena de compañeros han apoyado sus reivindicaciones.
Ana Galán ha asegurado que es "incongruente hacer huelgas en contra de los ERE que tramitan otras empresas aplicando la actual reforma laboral, cuando ellos aplican la misma normativa para despedir a los suyos».
El secretario general de la UGT-A, Manuel Pastrana, justificó esta acción diciendo que la única opción para aplicar el ERE era seguir la normativa vigente. Sin embargo, la portavoz cordobesa de los empleados afectados niega la mayor. "La reforma establece un mínimo, pero si la empresa entiende que no va con sus principios, puede ofrecer por encima. Nadie te denuncia por hacer eso. Pastrana lo aplica porque es más rentable para él", afirma.
Ésta asegura que la "soberbia" y la "prepotencia" de la dirección del sindicato es tal que no le importa quedar mal de cara a la opinión pública por aplicar una reforma laboral contra la que todos los días batallan en las calles. "Todavía les tenemos que ver con los carteles diciendo No a la reforma de Rajoy".
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Según ha explicado a ELMUNDO.es la portavoz de los empleados afectados en Córdoba, Ana Galán, el sindicato no les ha dado ninguna opción para negociar las condiciones de los despidos. "Se ha tramitado un ERE con mucha opacidad y muy mala fe por parte de la empresa, que no ha aceptado ninguna propuesta de los trabajadores", apunta ésta.
De hecho, los despedidos creen que los nombres de las personas incluidos en el ERE estaban ya decididos antes de que éste se iniciara. "Nos hemos ido personas que no somos queridas en la organización, porque hemos planteado demandas en alguna ocasión, porque no somos del agrado de la ejecutiva o no somos parientes de la cúpula", afirma.
Los despidos fueron notificados el 28 de diciembre por burofax con la intención de que se ejecutaran el pasado día 12. Sin embargo, los trabajadores afectados aún tienen esperanzas de que el juez declare nulo el ERE y obligue a la UGT a readmitirlos.
Galán ha apuntado que hay razones para ello. En primer lugar, afirma, hay que tener en cuenta que el sindicato "no ha actuado bajo el principio de buena fe" y que se han producido irregularidades en la tramitación del expediente.
Valga de ejemplo que se han excluido del ERE a unos 50 trabajadores de la organización bajo el pretexto de que "son fundamentales", cuando la normativa obliga a incluir los nombres de todos los empleados. Galán asegura que no han metido a determinados trabajadores porque "son cargos sindicales que cobran del sindicato o porque son parientes, amigos o familiares de los de arriba".
Otra de las irregularidades se habría producido porque mientras se estaba negociando el ERE, se llamaba a los despachos a trabajadores para negociar con ellos de forma individual. "Mientras se estaba negociando el expediente a nivel colectivo, se ha intentando negociar individualmente ofreciéndoles ofertas que van contra el Estatuto de los Trabajadores y las normativas vigentes. Se les ha llegado a proponer a algunos de ellos reducciones de salario de hasta el 60 por ciento para mantener su puesto".
Los afectados en Córdoba denuncian actitudes "de muy mal gusto por parte de la empresa", como intentar que firmasen finiquitos para poder cobrar las liquidaciones de sus contratos. En esta provincia han sido cinco los despedidos, aunque una treintena de compañeros han apoyado sus reivindicaciones.
Ana Galán ha asegurado que es "incongruente hacer huelgas en contra de los ERE que tramitan otras empresas aplicando la actual reforma laboral, cuando ellos aplican la misma normativa para despedir a los suyos».
El secretario general de la UGT-A, Manuel Pastrana, justificó esta acción diciendo que la única opción para aplicar el ERE era seguir la normativa vigente. Sin embargo, la portavoz cordobesa de los empleados afectados niega la mayor. "La reforma establece un mínimo, pero si la empresa entiende que no va con sus principios, puede ofrecer por encima. Nadie te denuncia por hacer eso. Pastrana lo aplica porque es más rentable para él", afirma.
Ésta asegura que la "soberbia" y la "prepotencia" de la dirección del sindicato es tal que no le importa quedar mal de cara a la opinión pública por aplicar una reforma laboral contra la que todos los días batallan en las calles. "Todavía les tenemos que ver con los carteles diciendo No a la reforma de Rajoy".
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