Una crisis inquietante

MonteKarmelo

Madmaxista
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Mañana el periodico económico negocio viene cargadito.
Impagable la foto de Zapo en la portada.
De entre los artículos que contiene os pego este que me parece especialmente interesante:

Una crisis inquietante
Crisis de pánico bancario clásico, desplome de las subprime, ajuste financiero, sistema interbancario seco, inestabilidad crediticia, desconfianza generalizada, turbulencias, contracción del mercado hipotecario. En suma, miedo a lo desconocido ¿Quién sabe si todas las definiciones y una a la vez? Lo cierto es que una vez más los mercados financieros inventaron la rueda y pusieron la maquinaria del apalancamiento en marcha embozado en algo tan sexy como la liquidez. La enorme liquidez del sistema ha sido glosada por todos: periodistas, gestores, presidentes de empresas como el elixir de unos mercados que escalaron a máximos históricos y unas economías occidentales que vivían al amparo de la década y media de ricitos de oro en Estados Unidos.
El recorte de tipos de interés a mínimos históricos estuvo tras la exuberancia de la burbuja crediticia por que en muchos países pedir dinero era un negocio ante los tipos de interés negativos. Japón, Estados Unidos, España han sido el paraíso del crédito, una ganga que en el caso americano devino en un boom inmobiliario y lo que es peor un desmadre hipotecario. En Japón permitió el olvido de la deflación (el reinvento del carry trade) y el cierre de una crisis de más de una década. En España el periodo de crecimiento más constante de la historia de la economía, con la construcción como motor esencial (18% del PIB) hasta tal punto que se han construido dos Españas y que cada año se visaban más viviendas que las que se firmaban en Alemania, Francia e Italia juntas. Un proceso de euforia típico que tiene en todos los países su lado oscuro. Además encontraba gran acomodo en los mercados donde el capital riesgo inventó (apalancados hasta las cejas) el periodo más prolífico de operaciones de compraventa de los últimos años. Incluso España empezó a ser un país netamente inversor en el extranjero. Ahí están algunas de las grandes empresas de Reino Unido en manos españolas.
En Estados Unidos el invento de las hipotecas basura, de las subprime, trajo una coda en su posterior negociación como activo financiero, mediante el uso de derivados crediticios, colaterales y otros sistemas de empaquetamiento variado. El apalancamiento puso en marcha una bola de nieve y riesgos trasladables en una cadena muy parecida a las pirámides de los estafadores del Este, pero con el beneplácito de unas autoridades regulatorias que alertaban sobre el asunto, pero se negaban a mirar dentro. La caída del sector de la vivienda en Estados Unidos va camino de expulsar a tres millones de compradores que ahora tienen hipotecas superiores al precio de sus casas y paralelamente al desplomarse el subyacente ha convertido en papel basura todos los híbridos hipotecarios que se negociaban en los mercados secundarios. Comienzan los impagos, la liquidación de fondos de inversión, quiebras de hedge funds y las carteras contaminadas de los bancos.
En fin una crisis de pánico bancaria clásica, que dijo Alex Weber, el presidente del Bundesbank, en Jackson Hole (Missouri) esta misma semana. Y el salto del charco sobre todo a Alemania, a la banca y los seguros alemanes y alguna entidad francesa y lo que te rondaré morena, por que la Reserva Federal y el Banco Central Europeo desconocen realmente el impacto de la crisis en el sistema financiero y sobre todo en el consumo, en las economías, aunque ya han empezado las revisiones a la baja de crecimiento. Por lo pronto, los bancos centrales viven extenuados en esa constante inyección de liquidez que manifiesta hasta que punto la desconfianza se ha instalado en el sistema. Todavía se teme una cadena de impagos. En España, el problema está por estallar por que la burbuja inmobiliaria y constructora todavía no ha empezado a dar los problemas de desempleo que se esperan. En cualquier caso estamos ante una crisis inquietante, excesivamente poliédrica, que algunos esperan sea sólo un episodio, aunque otros temen una más larga duración. Crucen los dedos.

http://www.neg-ocio.com/sitefiles/pdf/070907.pdf