Miss Marple
Más allá de la burbuja
...para definir las hipotecas de riesgo españolas.
Los bancos españoles y sus corifeos aseguran que en España no hay subprime. El otro día MAFO nos decía que en España sólo el 1,27% del total de hipotecas es subprime; para llevar a cabo semejante ejercicio de cinismo definió subprime como hipotecas otorgadas a individuos que en algún momento han incumplido sus obligaciones crediticias. Subprime es mucho más: incluye entre otras, las llamadas "hipotecas mentirosas" (liar mortgages), en las que no se pide justificante de ingresos, o no se comprueban los documentos aportados; ¿no es eso lo mismo que las hipotecas obtenidas con nóminas falsas, de las que todo el mundo parece conocer algún caso?
Pero si insisten en asegurar que la hipoteca "made in spain" no es subprime, habrá que hacerles caso. Lo que necesitamos es una palabra para definir esta innovación financiera tan nuestra, tan entrañable, tan llena de espíritu de futuro (y en la que, no lo olvidemos, se basa el milagro español) que es la hipoteca concedida a dos infelices con un sueldo lamentable y sin trabajo fijo, a un plazo desmesurado, por una cantidad exorbitante para comprar una vivienda pequeña y mala a un precio hiperbólico, cuyas perspectivas de devolución se basan unicamente en una inconsciencia titánica y la garantía del director del banco de que el euribor no iba a subir, y que tiene el potencial de arrastrar a la ruina a sus atónitas aunque cómplices familias gracias a la sofisticada figura del aval.
En el hilo enlazado arriba alguien proponía llamarlas hipotecas suicidas, que no está mal. En El País de hoy hay una columna pidiendo esta misma palabra que nos falta. La sociedad española y el mundo entero miran a burbuja.info para que les ofrezca esa mezcla justa de sabiduría, ingenio y catastrofismo que se nos da tan bien. Pepito (TM A. Noguera) y lonchafinismo eran buenas, pero requerían prolijas explicaciones para los no-iniciados. Anímense los lingüistas del foro a presentar más propuestas, y quizá obtengamos la féliz fórmula que constituya nuestra aportación definitiva al acervo cultural de la españa burbujera.
Los bancos españoles y sus corifeos aseguran que en España no hay subprime. El otro día MAFO nos decía que en España sólo el 1,27% del total de hipotecas es subprime; para llevar a cabo semejante ejercicio de cinismo definió subprime como hipotecas otorgadas a individuos que en algún momento han incumplido sus obligaciones crediticias. Subprime es mucho más: incluye entre otras, las llamadas "hipotecas mentirosas" (liar mortgages), en las que no se pide justificante de ingresos, o no se comprueban los documentos aportados; ¿no es eso lo mismo que las hipotecas obtenidas con nóminas falsas, de las que todo el mundo parece conocer algún caso?
Pero si insisten en asegurar que la hipoteca "made in spain" no es subprime, habrá que hacerles caso. Lo que necesitamos es una palabra para definir esta innovación financiera tan nuestra, tan entrañable, tan llena de espíritu de futuro (y en la que, no lo olvidemos, se basa el milagro español) que es la hipoteca concedida a dos infelices con un sueldo lamentable y sin trabajo fijo, a un plazo desmesurado, por una cantidad exorbitante para comprar una vivienda pequeña y mala a un precio hiperbólico, cuyas perspectivas de devolución se basan unicamente en una inconsciencia titánica y la garantía del director del banco de que el euribor no iba a subir, y que tiene el potencial de arrastrar a la ruina a sus atónitas aunque cómplices familias gracias a la sofisticada figura del aval.
En el hilo enlazado arriba alguien proponía llamarlas hipotecas suicidas, que no está mal. En El País de hoy hay una columna pidiendo esta misma palabra que nos falta. La sociedad española y el mundo entero miran a burbuja.info para que les ofrezca esa mezcla justa de sabiduría, ingenio y catastrofismo que se nos da tan bien. Pepito (TM A. Noguera) y lonchafinismo eran buenas, pero requerían prolijas explicaciones para los no-iniciados. Anímense los lingüistas del foro a presentar más propuestas, y quizá obtengamos la féliz fórmula que constituya nuestra aportación definitiva al acervo cultural de la españa burbujera.
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