Justo un día después de mi intervención, el Expansión publica algo en la línea de lo que dije ayer:
Las constructoras ganan encanto en bolsa con más kilovatios y menos ladrillos
Publicado el 12/05/2007, por C. Rosique
El ladrillo que utilizan las constructoras cotizadas para fabricar su mapa de ingresos pesaba más en 2000 que en 2006. Si en pleno auge por las compañías de Internet más del 60% de la facturación de estas empresas procedía de la actividad de construcción, seis años después representan, de media, menos del 50%.
Se enfrentan así a nuevos riesgos, por su exposición a la concesión de aeropuertos, autopistas o el negocio eléctrico. Los expertos consideran la reducción de la dependencia de un área –la de construcción– muy positiva.
Ese ladrillo ha sido un peso que arrastró a la baja la cotización de las constructoras hace unas semanas, a consecuencia de la avalancha de ventas que sufrió la bolsa española ante el creciente temor de un pinchazo en la burbuja bursátil. Hay opiniones encontradas al respecto, sustentadas en la diversidad de perfiles de las inmobiliarias cotizadas.
Dependencia inmobiliaria
La cuestión es saber si tiene sentido este reciente castigo. En el gráfico adjunto se observa qué parte de la facturación de las constructoras procedía del área de construcción en 2000 (en algunos casos de separa el negocio inmobiliario) y cómo ahora se ha reducido. La mayoría de éstas compañías tienen muy poca exposición al negocio inmobiliario.
La que más tiene es Sacyr Vallehermoso, que, no obstante, va reduciendo el peso de este segmento, mientras aumenta el generado por concesiones y servicios. En el lado contrario está Ferrovial, que se ha desligado totalmente del sector inmobilario después de que en diciembre vendiese ésta parte del negocio (en 2000 representaba el 8,5% de su facturación)
La diversificación llevada a cabo por las constructoras ha sido bien recibida por el mercado, que ha premiado en los últimos años el esfuerzo de las empresas por desligarse del sector y buscar negocios recurrentes. “Han sido conscientes de que las tasas de crecimiento vividas en el sector residencial no eran sostenibles y han actuado”, explica Javier Barrio, de BPI. “Buscan negocios que generen ingresos recurrentes que les permitan mantener la actividad con otro escenario”, añade Alejandro Uriarte, de Banif.
Pero dentro del sector constructor cada empresa ha apostado por un área y conocer su transformación da una idea de qué riesgo es el que más puede pesarle ahora.
Ferrovial se ha ido especializando en concesiones. Aunque empezó con las autopistas, la compra de la británica BAA, ha aumentado su exposición al riesgo regulatorio del transporte aéreo. Las dudas generadas por la adquisición de la británica ha pesado en la cotización, pero la mayoría de los expertos opina que a medio plazo aflorará el valor. En cualquier caso tiene tres importantes motores de crecimiento: autopistas, aeropuertos y servicios.
FCC, una de las pioneras en diversficar, se ha enfocado en los servicios. Hay expertos que valoran mucho el potencial del negocio de recogida y gestión de residuos en una sociedad cada vez más concienciada con el reciclaje. “Cada vez es más especializada, lo que le permite mayores márgenes”, indica Barrio. La compañía ha sufrido el castigo en bolsa a consecuencia del próximo salto al parqué de su división inmobiliaria, Realia. Se teme que tendrá que colocarla más barata de lo previsto.
Apuesta por la energía
ACS empezó con las concesiones de autopistas (tiene un 24,8% de Abertis), aunque su última apuesta se centra en el sector eléctrico. Posee un 40,5% en Unión Fenosa y un 10% en Iberdrola, lo que hace que la constructora sea una pieza clave en el próximo movimiento en el sector y más sensible ante cualquier novedad en estas empresas. Pero la revalorización experimentada por la compañía en el año ha dejado sin potencial la cotización.
Acciona se deja llevar por las modas y si hace unos años apostó por diversificar en el sector de telecomunicaciones, ahora fija su atención en el eléctrico, con el desembarco en Endesa. En el cuadro aparece que el peso de la construcción en la facturación de 2006 todavía superaba el 50%. Pero este año se habrá reducido al actualizar su situación en Endesa.
No obstante, esta estrategia despierta dudas en el mercado. Por un lado, los expertos alaban la diversificación mediante este sector de cara al negocio de energías renovables, pero apuntan que hay algunas incertidumbre en la energía eólica (está en revisión el marco regulatorio).
En cuanto a Sacyr Vallehermoso, es la que más depende del sector inmobiliario, pero está haciendo esfuerzos por diversificar, en concesiones y energía. La participación del 20% que tiene en Repsol hace que el valor sea más sensible por este lado. Aunque los analistas valoran positivamente la próxima salida a bolsa de su división de concesiones (aumenta su visibilidad) opinan que a corto plazo le pesa la evolución de la compra de Eiffage.
http://www.expansion.com/edicion/exp/mercados/es/desarrollo/992183.html