el lunes pasado (día 26) vino mi padre a madrid de médicos y me comentó por tfno. que había encontrado la ciudad muy agradable, muy tranquila.. yo le dije que, por supuesto, que es final de mes y que la gente no tiene un duro.
Tras un silencio, me contó que el taxista le había venido hablando de lo mismo y de cómo en la calle donde él para a comer no encuentra ni un solo sitio para aparcar donde antes dejaba el taxi aparcadito a la primera. Al pedirle explicaciones al taxista (mi padre no conoce apenas la dura vida del homo castizus, él reside en guindoalto) éste le dijo que los huecos que antes encontraba eran de los vecinos que iban al trabajo en cochecito.
Yo le expliqué que la gente no llega a findemes y que la cuota es insoportable, que las rebajas de enero siguen vigentes y que te encuentras bienes de consumo a precios de risa y sin venderse nada, oiga.
Él me dijo (muy animado y contento) que sí, que es verdad, y que le había comprado un bolso muy bonito de rebajas a 10€ a mi madre (en el C inglés)..
Después quedó en silencio.
Si el acojone produjese algún sonido, juraría que en aquella larga pausa fue lo que escuché.
Ese viaje a madrid y la llamadita por teléfono pueden haber sido de lo más rentable para mi familia (por temas de vender haciéndome caso o esperar un poco más).. y es que hasta que no metemos la mano en la herida no nos creemos nada.
PD: Creo que en este foro entramos para meter la mano en las heridas, aunque hace tiempo que nos convencimos de que el maestro está vivo y que, sí, bajó a los infiernos, y de allí viene.