Creo que la mayoría de los que leeis el foro estais en lo que se llama la edad fertil así que es de suponer que la disyuntiva que planteo en el título de este hilo se la habrá hecho más de uno...
¿Es momento de tener hijos?.
Yo sinceramente pienso que NO.
Los hijos no son como un estornudo; quiero decir, ni se generan de manera impulsiva (no se debiera por lo menos) ni se pueden abandonar a su libre albedrío (tampoco se debiera). Cuando alguien se plantea tener un hijo, antes debería hacerse estas dos preguntas:
1. Qué le puedo ofrecer yo a mi hijo?
2. Qué le puede ofrecer este mundo a mi hijo?
A la primera, salvo personas depresivas o tremendamente sinceras con ellas mismas, todo el mundo se responderá que lo mejor, ¿o no soy yo mi mejor amigo?. Pero a la segunda, salvo que se viva en la innopia (tampoco se debiera) la respuesta es rotundamente negativa.
El futuro más inmediato en España nos revela que vienen tiempos de crisis (que os voy a contar yo...), pero a largo plazo la cosa aún pinta peor. Cada vez son más las voces que nos alertan por un lado sobre las dramáticas consecuencias del cambio climático (producido por el crecimiento exponencial del hombre) y por otro sobre la inminente crisis energética que se nos viene encima.
¿Realmente desea alguien que su hijo viva en un entorno así?
¿Se merece la tierra que la plaga siga extendiéndose?
¿Cabría interponer una querella al autor de la tan célebre frase creced y multiplicaos (exponencialmente)?
¿Es momento de tener hijos?.
Yo sinceramente pienso que NO.
Los hijos no son como un estornudo; quiero decir, ni se generan de manera impulsiva (no se debiera por lo menos) ni se pueden abandonar a su libre albedrío (tampoco se debiera). Cuando alguien se plantea tener un hijo, antes debería hacerse estas dos preguntas:
1. Qué le puedo ofrecer yo a mi hijo?
2. Qué le puede ofrecer este mundo a mi hijo?
A la primera, salvo personas depresivas o tremendamente sinceras con ellas mismas, todo el mundo se responderá que lo mejor, ¿o no soy yo mi mejor amigo?. Pero a la segunda, salvo que se viva en la innopia (tampoco se debiera) la respuesta es rotundamente negativa.
El futuro más inmediato en España nos revela que vienen tiempos de crisis (que os voy a contar yo...), pero a largo plazo la cosa aún pinta peor. Cada vez son más las voces que nos alertan por un lado sobre las dramáticas consecuencias del cambio climático (producido por el crecimiento exponencial del hombre) y por otro sobre la inminente crisis energética que se nos viene encima.
¿Realmente desea alguien que su hijo viva en un entorno así?
¿Se merece la tierra que la plaga siga extendiéndose?
¿Cabría interponer una querella al autor de la tan célebre frase creced y multiplicaos (exponencialmente)?
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