luenma06
Madmaxista
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http://www.lavozdeasturias.com/noticias/noticia.asp?pkid=324514
EL ENDEUDAMIENTO POR UN BIEN DE PRIMERA NECESIDAD
Los bancos registran cada mes 20 jovenlandesesos por no pagar la hipoteca
Las entidades consiguen contener los índices de impagos a base de renegociar los préstamosEl BCE estima peligroso que las letras superen el 40% del sueldo pero no hay leyes que lo impidan
enviar imprimir valorar añade a tu blog 19/02/2007 RAMON MUÑIZ
Los sueños nos empujan, tiran de nosotros hacia un objetivo superior, un reto. Pero a veces, lo que parece un éxito se convierte en una trampa. Así le ocurre cada mes a unos veinte asturianos, que ven cómo las entidades financieras los tachan de jovenlandesesos por no poder pagar sus hipotecas, según ha podido contrastar LA VOZ con diversas fuentes bancarias.
Palabras tan técnicas y complejas como euríbor o tipos de interés se han convertido en la peor pesadilla para buena parte de la población asturiana: a finales del 2005, en plena racha de subidas, los expertos vaticinaban con tranquilidad que las familias españolas podían tolerar una subida de tipos de hasta el 4%. Hoy ese índice se mantiene en el 3,5%, el nivel más alto desde el 2001, aunque desde el Banco Central Europeo ya advierten que ven "muy bajo" ese indicador y por tanto adelantan subidas que se acercarán al peligroso umbral del 4%.
En todo caso los bancos son muy conscientes de cómo son sus clientes: las estadísticas sitúan al Principado como la segunda región donde menos puede ahorrar la gente, dicen que los precios de las hipotecas están a años luz del sueldo medio de los jóvenes, y que el 44% de los asalariados entran dentro de la categoría de mileurista . Pero la realidad y la práctica enseña que "por muy mal que vayan las cosas, la hipoteca es lo último que deja de pagar una persona. Antes se quita de lo que sea", explican en una entidad crediticia asturiana.
Gracias a este particular orden de prioridades, en cuestión de impagos están saltando las alarmas en el mundo de las transacciones empresariales pero las hipotecas permanecen en un ámbito donde la gente paga religiosamente. Actualmente las tasas de jovenlandesesidad que manejan las distintas instituciones financieras van del 0,68% al 0,15%, unos valores que son mínimos históricos.
"Venimos de una época de bonanza económica, y eso se nota" --explica el director de negocio de un banco asturiano-- "es sencillo, cuando la gente va bien paga bien. Piensa que hemos tenido tasas de jovenlandesesidad de entre el 4% y el 6%".
Esta contención de la jovenlandesesidad se debe también al buen hacer de los bancos, que tienen por filosofía el que ellos no quieren convertirse en inmobiliarias y se muestran abiertos a renegociar los créditos con tal de evitar el embargo. De esta manera, mientras el año pasado se creaban nuevas hipotecas a un ritmo de 2.752 al mes, en la trastienda se renegociaban las condiciones de otros 500 antiguos préstamos.
CADA VEZ MAS CARA Y es que, aunque la voluntad de bancos y clientes sea respetar el contrato hipotecario, varias son los factores que amenazan las condiciones de este pacto. Hoy el dichoso euríbor está al 4,064% tras dieciséis meses de subidas. El numerito supone que quienes firmaron un crédito-vivienda desde el 2004 hasta hoy pagan ya cien euros más al mes en el caso de haber suscrito una hipoteca media de 140.000 euros a 30 años.
Cien euros para determinados bolsillos es todo un mundo, especialmente si el bolsillo es el de algún joven asturiano. Según los números que maneja la sección de Jóvenes de UGT, el sueldo medio de los menores de 35 años está en 850 euros, paga donde el euríbor hace estragos.
Muchos son los jóvenes y no tan jóvenes que, como Daniel Cifuentes, pagan la hipoteca de un piso en el que no pueden vivir. Tal y como relataba a LA VOZ este joven gijonés, "al piso solo puedo ir los fines de semana y para dormir; de otro modo no me llegaría el sueldo ni para la luz". El resto del tiempo Daniel vive y come con sus padres.
A esta difícil situación se llega tras incumplir una recomendación que el BCE lanza con más buena intención que conocimiento de la realidad. Siempre que toca el tema, el banco sostiene que no se deben suscribir préstamos cuyas letras supongan más del 40% de la nómina mensual, pero como ninguna ley o control lo impide, muchos asturianos sobrepasar ampliamente esos límites aun a riesgo de que el euríbor determine sus gastos ordinarios más de lo razonable.
De los estragos del euríbor y las hipotecas dependen buena parte de los listados de jovenlandesesos. Oficialmente, el Banco de España admite tres registros. Uno es el RAE (Registro de Afectaciones Impagadas), al que uno accede por cualquier letra o pagaré impagado a su vencimiento. El problema para el deudor es que, aunque pague la deuda, su nombre queda marcado en el listado durante otros cinco años. Otros listados de jovenlandesesos son el Asnef y el Esperian, más genéricos y en el que el 34% de los deudores acaban por algún impago en el recibo telefónico.
El estigma pesa luego ante cualquier operación bancaria. Y es que las entidades repasan los tres listados antes de concederle a alguien un préstamo.
Cazadores de deudas
Empresas como El Cobrador del Frac proliferan en un país donde "cada vez hay más gente arruinada" Hablan, presionan y, si es necesario, humillan al jovenlandeseso
enviar imprimir valorar añade a tu blog 19/02/2007 R.M.
Los cobradores del Buda del jovenlandeseso usan sus coches como arma para presionar.
Foto:EL CORREO GALLEGO
"Existe el jovenlandeseso profesional, que es como una manzana podrida que contamina todo el cesto porque cuando el resto de espabilados ven que la ley no castiga a ese listo, se apuntan al carro y extienden la cadena del impago". Este es el argumento. La consecuencia: una red de negocios dedicados a cazar por encargo a quien esconde sus deudas para tratar de que "reconsidere su actitud".
Cómo lo consiguen? Unos aseguran que con buenos modales, que hablando se entiende la gente. Otros, en confianza, te hablan de aquel "cobrador buenísimo, que era camarero antes de empezar con nosotros, pero luego resultó ser el mejor, claro que utilizaba unos métodos poco ortodoxos".
Aunque el diccionario no lo explique así, poco ortodoxos significa colarse por la noche en la casa del jovenlandeseso y empapelarla con colores vistosos del tipo: "El dueño de esta casa es un jovenlandeseso".
Y es que la vergüenza duele más que las deudas, como bien saben los cazadores de jovenlandesesos. "Primero intentamos hablar y negociar un pago; pero si no lo conseguimos presionamos en la cartera y en el entorno", explican en El Buda del jovenlandeseso, donde han visto a algún cobrador coger a la madre del deudor y decirle que si no se abonaba la factura "acabaremos embargándole la casa donde viven ambos".
"El gestor de cobros no es una monjita de la caridad, usa sus armas dentro de la legalidad", defiende Jorge Fernández, de El Buda del jovenlandeseso, grupo que persigue los pagos de entre unas 3.000 deudas entre Asturias y León.
"A veces, claro, al sujeto se le llama estafador y zascandil, pero no creo que con ello se esté faltando a la verdad", comenta desde una mesa sobre la que aparece una de sus últimas investigaciones: la de un señor dedicado al comercio de aceite que compró tres cisternas valoradas en 180.000 euros a nombre de una empresa cuyo domicilio social resultó ser un garaje alquilado. Cuando el fabricante quiso cobrarse, el sujeto ya había vendido la mercancía y borrado sus huellas, dejando detrás una sociedad limitada (S.L.) con el capital mínimo que la ley exige: 3.000 euros.
"Así son los deudores profesionales" expone un Fernández, harto ya de encontrarse a gente que "se aprovecha de que las leyes se hacen pensando en que todo el mundo actúa de buena fe". Según su experiencia, eso de poner 3.000 euros, crear una S.L., y luego endeudarla y dejarla como títere está muy a la orden del día. "A nosotros no nos suelen contratar porque alguien no haya pagado una lavadora", añade.
Desde El Sindicato del Cobro, Alfonso Santos sí admite encargarse "de todo tipo de personas que no suelen atender sus pagos". Y al cobrador nunca le entran reparos morales por acosar a una persona? "No, no entra ninguna duda" --responde categórico-- "estás reclamando una deuda cuya existencia está muy bien documentada".
"Hombre, viajas, te mueves, y tienes una lucha, un reto que te motiva, pero francamente: yo no se si valdría para ir por ahí cobrándole a la gente, yo prefiero la coerción jurídica, que es nuestra última herramienta porque tarda mucho, pero como lo tengamos bien amarrado, le sacamos hasta los calzones", explica por su lado el abogado Jorge Fernández.
Lo cierto es que se están multiplicando. Los cobradores de deudas y las deudas mismas: "Ahora hay mucha más gente arruinada, lo del euro, el euríbor, y el precio de la vivienda es una carayada, antes la gente era más rica y tenían más posibilidades de pagarte", explica un gallego de El Buda.
La opción de ceder la casa a cambio de una pensión no cala en el Principado
enviar imprimir valorar añade a tu blog 19/02/2007
"Es una opción con mucho futuro, pero todavía no funciona". Este es el veredicto que sobre la hipoteca inversa se hace en varias compañías financieras de la región. Mientras en Galicia ya se cuentan mil clientes que a cambio de una renta vitalicia aceptan que a su muerte sea el banco quien herede sus viviendas, en Asturias son raros los casos de gente que da el paso. "Es un mercado virgen aun, pero que tiene muchísimo potencial", explica el director de un banco asturiano, consciente de la gran cantidad de ancianos que viven solos y podrían beneficiarse de esta modalidad. "Se está preparando una ley para que estas rentas estén fiscalmente bien tratadas, ese será el momento en que esto despegue", vaticinan.
Una ley que no logra servir
enviar imprimir valorar añade a tu blog 19/02/2007
"Cambiar de sombrero no basta para cambiar a una persona" decía el escritor Charles Bukowski acuñando una metáfora que luego ha sido usada para explicar que un país no se vuelve democrático solo por echar al dictador de turno; hace falta algo más aparte de un cambio en las altas esferas y a la jovenlandesesidad le está pasando otro tanto: dos años hace que estrenó ley y pocos son los cambios reales. La norma contra la jovenlandesesidad en las operaciones comerciales entre empresas que entró en vigor en el 2004 apenas se ha notado y siguen primando los pactos entre el cliente y el proveedor, según varias asociaciones industriales y expertos. El texto legal establece un plazo general de pago de 30 días si no hay pacto entre comprador y vendedor y la exigibilidad de intereses de demora pasado ese periodo.
"El problema es que hay asuntos en los que es muy difícil entrar con leyes", explica Pavel Gómez, de Crédito y Caución, empresa que ya antes de que se estrenara la ley le aventuraba escaso éxito. "Cambiar la cultura de pagos es muy difícil, aún más cuando cada sector tiene la suya", expone este experto en jovenlandesesidad empresarial. El principal escollo con que se encuentra le ley sería que, en determinados sectores, "tu puedes usar la ley y vas a conseguir que tu cliente te pague, pero va a ser el último pedido que te haga". Es decir, que recurrir a la norma "deteriora tus relaciones comerciales, y esto es algo que se nota sobre todo en sectores donde empresas pequeñas funcionan como proveedores de otras muy grandes. En esos casos tu capacidad de negociación es muy pequeña". Aunque en Crédito y Caución prefieren no señalar con el dedo a ningún sector en particular, una información reciente puede dar una imagen más concreta del problema. Hace unas semanas, la Confederación Española de Asociados de Fabricantes de Productos de Construcción (Cepco) denunciaba que las grandes constructoras son tan beneficiosas como malas pagadoras: hasta 12.500 millones adeudan a la industria auxiliar, firmas suministradoras que en su mayoría son pymes.
EL ENDEUDAMIENTO POR UN BIEN DE PRIMERA NECESIDAD
Los bancos registran cada mes 20 jovenlandesesos por no pagar la hipoteca
Las entidades consiguen contener los índices de impagos a base de renegociar los préstamosEl BCE estima peligroso que las letras superen el 40% del sueldo pero no hay leyes que lo impidan
enviar imprimir valorar añade a tu blog 19/02/2007 RAMON MUÑIZ
Los sueños nos empujan, tiran de nosotros hacia un objetivo superior, un reto. Pero a veces, lo que parece un éxito se convierte en una trampa. Así le ocurre cada mes a unos veinte asturianos, que ven cómo las entidades financieras los tachan de jovenlandesesos por no poder pagar sus hipotecas, según ha podido contrastar LA VOZ con diversas fuentes bancarias.
Palabras tan técnicas y complejas como euríbor o tipos de interés se han convertido en la peor pesadilla para buena parte de la población asturiana: a finales del 2005, en plena racha de subidas, los expertos vaticinaban con tranquilidad que las familias españolas podían tolerar una subida de tipos de hasta el 4%. Hoy ese índice se mantiene en el 3,5%, el nivel más alto desde el 2001, aunque desde el Banco Central Europeo ya advierten que ven "muy bajo" ese indicador y por tanto adelantan subidas que se acercarán al peligroso umbral del 4%.
En todo caso los bancos son muy conscientes de cómo son sus clientes: las estadísticas sitúan al Principado como la segunda región donde menos puede ahorrar la gente, dicen que los precios de las hipotecas están a años luz del sueldo medio de los jóvenes, y que el 44% de los asalariados entran dentro de la categoría de mileurista . Pero la realidad y la práctica enseña que "por muy mal que vayan las cosas, la hipoteca es lo último que deja de pagar una persona. Antes se quita de lo que sea", explican en una entidad crediticia asturiana.
Gracias a este particular orden de prioridades, en cuestión de impagos están saltando las alarmas en el mundo de las transacciones empresariales pero las hipotecas permanecen en un ámbito donde la gente paga religiosamente. Actualmente las tasas de jovenlandesesidad que manejan las distintas instituciones financieras van del 0,68% al 0,15%, unos valores que son mínimos históricos.
"Venimos de una época de bonanza económica, y eso se nota" --explica el director de negocio de un banco asturiano-- "es sencillo, cuando la gente va bien paga bien. Piensa que hemos tenido tasas de jovenlandesesidad de entre el 4% y el 6%".
Esta contención de la jovenlandesesidad se debe también al buen hacer de los bancos, que tienen por filosofía el que ellos no quieren convertirse en inmobiliarias y se muestran abiertos a renegociar los créditos con tal de evitar el embargo. De esta manera, mientras el año pasado se creaban nuevas hipotecas a un ritmo de 2.752 al mes, en la trastienda se renegociaban las condiciones de otros 500 antiguos préstamos.
CADA VEZ MAS CARA Y es que, aunque la voluntad de bancos y clientes sea respetar el contrato hipotecario, varias son los factores que amenazan las condiciones de este pacto. Hoy el dichoso euríbor está al 4,064% tras dieciséis meses de subidas. El numerito supone que quienes firmaron un crédito-vivienda desde el 2004 hasta hoy pagan ya cien euros más al mes en el caso de haber suscrito una hipoteca media de 140.000 euros a 30 años.
Cien euros para determinados bolsillos es todo un mundo, especialmente si el bolsillo es el de algún joven asturiano. Según los números que maneja la sección de Jóvenes de UGT, el sueldo medio de los menores de 35 años está en 850 euros, paga donde el euríbor hace estragos.
Muchos son los jóvenes y no tan jóvenes que, como Daniel Cifuentes, pagan la hipoteca de un piso en el que no pueden vivir. Tal y como relataba a LA VOZ este joven gijonés, "al piso solo puedo ir los fines de semana y para dormir; de otro modo no me llegaría el sueldo ni para la luz". El resto del tiempo Daniel vive y come con sus padres.
A esta difícil situación se llega tras incumplir una recomendación que el BCE lanza con más buena intención que conocimiento de la realidad. Siempre que toca el tema, el banco sostiene que no se deben suscribir préstamos cuyas letras supongan más del 40% de la nómina mensual, pero como ninguna ley o control lo impide, muchos asturianos sobrepasar ampliamente esos límites aun a riesgo de que el euríbor determine sus gastos ordinarios más de lo razonable.
De los estragos del euríbor y las hipotecas dependen buena parte de los listados de jovenlandesesos. Oficialmente, el Banco de España admite tres registros. Uno es el RAE (Registro de Afectaciones Impagadas), al que uno accede por cualquier letra o pagaré impagado a su vencimiento. El problema para el deudor es que, aunque pague la deuda, su nombre queda marcado en el listado durante otros cinco años. Otros listados de jovenlandesesos son el Asnef y el Esperian, más genéricos y en el que el 34% de los deudores acaban por algún impago en el recibo telefónico.
El estigma pesa luego ante cualquier operación bancaria. Y es que las entidades repasan los tres listados antes de concederle a alguien un préstamo.
Cazadores de deudas
Empresas como El Cobrador del Frac proliferan en un país donde "cada vez hay más gente arruinada" Hablan, presionan y, si es necesario, humillan al jovenlandeseso
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Los cobradores del Buda del jovenlandeseso usan sus coches como arma para presionar.
Foto:EL CORREO GALLEGO
"Existe el jovenlandeseso profesional, que es como una manzana podrida que contamina todo el cesto porque cuando el resto de espabilados ven que la ley no castiga a ese listo, se apuntan al carro y extienden la cadena del impago". Este es el argumento. La consecuencia: una red de negocios dedicados a cazar por encargo a quien esconde sus deudas para tratar de que "reconsidere su actitud".
Cómo lo consiguen? Unos aseguran que con buenos modales, que hablando se entiende la gente. Otros, en confianza, te hablan de aquel "cobrador buenísimo, que era camarero antes de empezar con nosotros, pero luego resultó ser el mejor, claro que utilizaba unos métodos poco ortodoxos".
Aunque el diccionario no lo explique así, poco ortodoxos significa colarse por la noche en la casa del jovenlandeseso y empapelarla con colores vistosos del tipo: "El dueño de esta casa es un jovenlandeseso".
Y es que la vergüenza duele más que las deudas, como bien saben los cazadores de jovenlandesesos. "Primero intentamos hablar y negociar un pago; pero si no lo conseguimos presionamos en la cartera y en el entorno", explican en El Buda del jovenlandeseso, donde han visto a algún cobrador coger a la madre del deudor y decirle que si no se abonaba la factura "acabaremos embargándole la casa donde viven ambos".
"El gestor de cobros no es una monjita de la caridad, usa sus armas dentro de la legalidad", defiende Jorge Fernández, de El Buda del jovenlandeseso, grupo que persigue los pagos de entre unas 3.000 deudas entre Asturias y León.
"A veces, claro, al sujeto se le llama estafador y zascandil, pero no creo que con ello se esté faltando a la verdad", comenta desde una mesa sobre la que aparece una de sus últimas investigaciones: la de un señor dedicado al comercio de aceite que compró tres cisternas valoradas en 180.000 euros a nombre de una empresa cuyo domicilio social resultó ser un garaje alquilado. Cuando el fabricante quiso cobrarse, el sujeto ya había vendido la mercancía y borrado sus huellas, dejando detrás una sociedad limitada (S.L.) con el capital mínimo que la ley exige: 3.000 euros.
"Así son los deudores profesionales" expone un Fernández, harto ya de encontrarse a gente que "se aprovecha de que las leyes se hacen pensando en que todo el mundo actúa de buena fe". Según su experiencia, eso de poner 3.000 euros, crear una S.L., y luego endeudarla y dejarla como títere está muy a la orden del día. "A nosotros no nos suelen contratar porque alguien no haya pagado una lavadora", añade.
Desde El Sindicato del Cobro, Alfonso Santos sí admite encargarse "de todo tipo de personas que no suelen atender sus pagos". Y al cobrador nunca le entran reparos morales por acosar a una persona? "No, no entra ninguna duda" --responde categórico-- "estás reclamando una deuda cuya existencia está muy bien documentada".
"Hombre, viajas, te mueves, y tienes una lucha, un reto que te motiva, pero francamente: yo no se si valdría para ir por ahí cobrándole a la gente, yo prefiero la coerción jurídica, que es nuestra última herramienta porque tarda mucho, pero como lo tengamos bien amarrado, le sacamos hasta los calzones", explica por su lado el abogado Jorge Fernández.
Lo cierto es que se están multiplicando. Los cobradores de deudas y las deudas mismas: "Ahora hay mucha más gente arruinada, lo del euro, el euríbor, y el precio de la vivienda es una carayada, antes la gente era más rica y tenían más posibilidades de pagarte", explica un gallego de El Buda.
La opción de ceder la casa a cambio de una pensión no cala en el Principado
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"Es una opción con mucho futuro, pero todavía no funciona". Este es el veredicto que sobre la hipoteca inversa se hace en varias compañías financieras de la región. Mientras en Galicia ya se cuentan mil clientes que a cambio de una renta vitalicia aceptan que a su muerte sea el banco quien herede sus viviendas, en Asturias son raros los casos de gente que da el paso. "Es un mercado virgen aun, pero que tiene muchísimo potencial", explica el director de un banco asturiano, consciente de la gran cantidad de ancianos que viven solos y podrían beneficiarse de esta modalidad. "Se está preparando una ley para que estas rentas estén fiscalmente bien tratadas, ese será el momento en que esto despegue", vaticinan.
Una ley que no logra servir
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"Cambiar de sombrero no basta para cambiar a una persona" decía el escritor Charles Bukowski acuñando una metáfora que luego ha sido usada para explicar que un país no se vuelve democrático solo por echar al dictador de turno; hace falta algo más aparte de un cambio en las altas esferas y a la jovenlandesesidad le está pasando otro tanto: dos años hace que estrenó ley y pocos son los cambios reales. La norma contra la jovenlandesesidad en las operaciones comerciales entre empresas que entró en vigor en el 2004 apenas se ha notado y siguen primando los pactos entre el cliente y el proveedor, según varias asociaciones industriales y expertos. El texto legal establece un plazo general de pago de 30 días si no hay pacto entre comprador y vendedor y la exigibilidad de intereses de demora pasado ese periodo.
"El problema es que hay asuntos en los que es muy difícil entrar con leyes", explica Pavel Gómez, de Crédito y Caución, empresa que ya antes de que se estrenara la ley le aventuraba escaso éxito. "Cambiar la cultura de pagos es muy difícil, aún más cuando cada sector tiene la suya", expone este experto en jovenlandesesidad empresarial. El principal escollo con que se encuentra le ley sería que, en determinados sectores, "tu puedes usar la ley y vas a conseguir que tu cliente te pague, pero va a ser el último pedido que te haga". Es decir, que recurrir a la norma "deteriora tus relaciones comerciales, y esto es algo que se nota sobre todo en sectores donde empresas pequeñas funcionan como proveedores de otras muy grandes. En esos casos tu capacidad de negociación es muy pequeña". Aunque en Crédito y Caución prefieren no señalar con el dedo a ningún sector en particular, una información reciente puede dar una imagen más concreta del problema. Hace unas semanas, la Confederación Española de Asociados de Fabricantes de Productos de Construcción (Cepco) denunciaba que las grandes constructoras son tan beneficiosas como malas pagadoras: hasta 12.500 millones adeudan a la industria auxiliar, firmas suministradoras que en su mayoría son pymes.
