BoinaDeEmidioTucci
Madmaxista
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Una encuesta revela especulación en cuatro de cada diez compras de pisos
La compraventa de viviendas como producto de inversión en lugar de uso residencial, es decir, para especular con futuras revalorizaciones del precio, está más extendida y consentida de lo que parece. Así, un estudio del economista José García-Montalvo revela que, según una encuesta, el 37,2 por ciento de los españoles realizaron este tipo de operaciones o conocían su ejecución por algún familiar o amigo entre los años 2000 y 2005. Cuanto mayor es el nivel económico, mayor es también la presencia de estas transacciones.
El informe se basa en una encuesta realizada por el economista y que publica la revista Papeles de Economía, editada por la Confederación Española de Cajas de Ahorros. Barcelona (el 38,1 por ciento), Valencia (39,2 por ciento) y Murcia (45,4 por ciento) son las ciudades que registran mayor porcentaje. La muestra incluye estas tres ciudades, Madrid, y La Coruña.
Bajo el nombre Deconstruyendo la burbuja: expectativas de revalorización y precio de la vivienda en España, el estudio destaca que, aunque el caso murciano es “bien conocido”, los niveles de especulación de Barcelona y Valencia “son sorprendentes”, al tiempo que muestra cómo la compra de viviendas movida por las expectativas de ganancias de capital se eleva entre los estratos socioeconómicos más altos, donde alcanza el 51,7 por ciento.
Sobre una encuesta realizada a 1.509 compradores de vivienda en los últimos cinco años, los datos revelan que el 63 por ciento de los entrevistados adquirieron en este periodo de tiempo una primera vivienda (usada, el 52,3 por ciento).
El informe destaca la importancia de la rentabilidad a la hora de la adquisición, así como los precios futuros esperados, como motivaciones para ejecutar la adquisición.
En este sentido, un 65 por ciento de los encuestados reconoció que la elevada rentabilidad de los activos fue una consideración importante a la hora de decidirse a comprar, y otro 23,4 por ciento considera que la vivienda se revalorizará a lo largo de los próximos diez años. “Por tanto, y al igual que sucediera en EEUU con la burbuja de final de los ochenta, muchos compradores se ven forzados a comprar ante la posibilidad de que el incremento de precios futuro impida que puedan hacerlo, y pensando en las ganancias que les proporcionará como inversión”.
Según García-Montalvo, “la elevada rentabilidad de la compra de activos inmobiliarios genera cierta fiebre de oro”, en un momento en que la compra de una vivienda sobre plano y posterior venta con anterioridad a la formalización de la escritura de propiedad puede proporcionar rentabilidades superiores al 800 por ciento.
“Aun cuando todos los agentes saben que se trata de una burbuja, todos pujan al alza esperando poder vender su participación antes de que el precio retorne al valor fundamental [el real]”, sentencia
Una encuesta revela especulación en cuatro de cada diez compras de pisos
La compraventa de viviendas como producto de inversión en lugar de uso residencial, es decir, para especular con futuras revalorizaciones del precio, está más extendida y consentida de lo que parece. Así, un estudio del economista José García-Montalvo revela que, según una encuesta, el 37,2 por ciento de los españoles realizaron este tipo de operaciones o conocían su ejecución por algún familiar o amigo entre los años 2000 y 2005. Cuanto mayor es el nivel económico, mayor es también la presencia de estas transacciones.
El informe se basa en una encuesta realizada por el economista y que publica la revista Papeles de Economía, editada por la Confederación Española de Cajas de Ahorros. Barcelona (el 38,1 por ciento), Valencia (39,2 por ciento) y Murcia (45,4 por ciento) son las ciudades que registran mayor porcentaje. La muestra incluye estas tres ciudades, Madrid, y La Coruña.
Bajo el nombre Deconstruyendo la burbuja: expectativas de revalorización y precio de la vivienda en España, el estudio destaca que, aunque el caso murciano es “bien conocido”, los niveles de especulación de Barcelona y Valencia “son sorprendentes”, al tiempo que muestra cómo la compra de viviendas movida por las expectativas de ganancias de capital se eleva entre los estratos socioeconómicos más altos, donde alcanza el 51,7 por ciento.
Sobre una encuesta realizada a 1.509 compradores de vivienda en los últimos cinco años, los datos revelan que el 63 por ciento de los entrevistados adquirieron en este periodo de tiempo una primera vivienda (usada, el 52,3 por ciento).
El informe destaca la importancia de la rentabilidad a la hora de la adquisición, así como los precios futuros esperados, como motivaciones para ejecutar la adquisición.
En este sentido, un 65 por ciento de los encuestados reconoció que la elevada rentabilidad de los activos fue una consideración importante a la hora de decidirse a comprar, y otro 23,4 por ciento considera que la vivienda se revalorizará a lo largo de los próximos diez años. “Por tanto, y al igual que sucediera en EEUU con la burbuja de final de los ochenta, muchos compradores se ven forzados a comprar ante la posibilidad de que el incremento de precios futuro impida que puedan hacerlo, y pensando en las ganancias que les proporcionará como inversión”.
Según García-Montalvo, “la elevada rentabilidad de la compra de activos inmobiliarios genera cierta fiebre de oro”, en un momento en que la compra de una vivienda sobre plano y posterior venta con anterioridad a la formalización de la escritura de propiedad puede proporcionar rentabilidades superiores al 800 por ciento.
“Aun cuando todos los agentes saben que se trata de una burbuja, todos pujan al alza esperando poder vender su participación antes de que el precio retorne al valor fundamental [el real]”, sentencia
