http://servicios.invertia.com/foros/read.asp?idMen=1007090026
Toda la razon , coincido totalmente contigo , curiosamente el forero joseortega
llega unas conclusiones parecidas a las tuyas a través de un nuevo modelo económico, te lo pego.
Por joseortega:
En absoluto, al contrario.
Lo que ocurre últimamente, en este país, es una simple campaña a manos de un grupo organizado de analistas del catastrofismo. A nada que sea bien gestionada la actual situación a la economía española de espera un futuro brillante. La clave está en tener la audacia de adoptar nuestro propio modelo de crecimiento sin sentir complejos por lo que hagan las otras economías. Es evidente que la actividad que ha permitido estos años felices ha sido el endeudamiento y, por eso nuestro modelo de crecimiento futuro debe basarse en el endeudamiento: auténtico descubrimiento de los científicos económicos españoles.
Hoy las empresas españolas solo deben unos 900000 millones de euros. Un mero 100% del PIB mientras que los hogares deben 720000 millones (75% del PIB) y las administraciones 300000 (33% del PIB). La deuda total apenas llega a un modesto 200% del PIB. Siendo este bajísimo endeudamiento de partida algo importante, lo es mucho más el hecho de que nuestra capacidad en la actividad de endeudamiento (nuestra capacidad de generar deudas) resulte fabulosa: nuestras empresas aumentaron su deuda en 230000 millones (un fantástico 25%) y los hogares la suya en 150000 (un meritorio 21%) en el último año. Este es obviamente el pilar de nuestro futuro desarrollo económico: la deuda y el aumentar la deuda debería convertirse en la principal actividad de la economía española. Toda actividad productiva debería ser sustituida (eso sí de manera ordenada) por la actividad de aumentar la deuda. Los economistas más antediluvianos de la viaje escuela son incapaces de entender el paradígma de la nueva economía española, el que podríamos llamar paradigma del PIB comprado. El PIB no se produce sino que se compra en el exterior con dinero prestado desde ese exterior. Brillante ¿No?
Hagamos unos números. La deuda, indudablemente, tiene un costo financiero que depende, entre otras cosas, de los tipos. Sin embargo, como se ve fácilmente, el impacto de los tipos puede atenuarse cuanto de quiera utilizando para ello, naturalmente, la deuda. Uno además de endeudarse con nuevo crédito puede pedir otros créditos para pagar las anteriores deudas. Si las empresas españolas necesitan para fingir beneficios imaginarios incrementar su deuda neta un 25% anual y los tipos se pusiesen al 10%, solo tienen que incrementar su deuda un 35%, dedicando el 28% del nuevo credito a pagar los costes financieros del crédito antiguo y el 72% restante para fabricar balances de cuento de hadas.
Supongo que algún forero podría poner la siguiente objeción: Sí, pero ¿para pedir créditos en el exterior hay que respaldarlos con el valor de algún activo? Cierto pero para eso está el otro pilar de nuestro futuro crecimiento: el ladrillo y la tasación de activos inmobiliarios. La tasación de inmuebles antiguos tiene un enorme efecto multiplicativo que no debe desaprovecharse. Si un piso interior de 45m2 en Lavapiés estubiese tasado en 3 millones de euros y pasa a retasarse en 5 millones de euros, todo el barrio de Lavapiés se ravaloriza como activo en un 66%. Estas retasaciones pueden hacerse siempre que sea necesario por lo que el barrio de Lavapiés, como activo inmobiliario, puede sustentar la emisión por parte de bancos estranjeros de tanto crédito como se desee. Algo parecido ocurre con el sector de la construcción: si multiplicamos por 2 o por 3 el valor contable de lo construido estaremos multiplicando en igual medida la magnitud del capital fijo aportado por ese sector a la economía y al PIB.
De esta forma nuestra economía podría basarse en un 80 - 85% en el sector del consumo interno e inversión basada en el crédito y en otro 15% o 20% en el sector de la construcción basada en la mano de obra importada (y pagada también mediante los créditos del exterior)
Una economía en la que el 100% del PIB estaría comprado en el exterior con créditos del esterios y no producido. Una economía en la que el endeudamiento crecería ilimitadamente pero, como hemos explicado, de forma sostenible y en la que el déficit comercial sería igual al 100% del PIB.
El panorama, como se ve, es halagüeño. Nuestra deuda es aún relativamente modesta pero la velocidad a que crece esa deuda es ya la mayor del mundo. Aunque nuestro déficit es aún el segundo del mundo, debemos confiar en que el fuerte crecimiento de las exportaciones combinado con el futuro declive de nuestras exportaciones que garantiza la constante pérdida de competitividad lo colocará en poco tiempo el primero del mundo. Mejorar un déficit del 15% del PIB hasta que alcance el 100% del PIB es el gran reto de la economía española para los próximos años. Tengo plena confianza en que lo conseguiremos.
Toda la razon , coincido totalmente contigo , curiosamente el forero joseortega
llega unas conclusiones parecidas a las tuyas a través de un nuevo modelo económico, te lo pego.
Por joseortega:
En absoluto, al contrario.
Lo que ocurre últimamente, en este país, es una simple campaña a manos de un grupo organizado de analistas del catastrofismo. A nada que sea bien gestionada la actual situación a la economía española de espera un futuro brillante. La clave está en tener la audacia de adoptar nuestro propio modelo de crecimiento sin sentir complejos por lo que hagan las otras economías. Es evidente que la actividad que ha permitido estos años felices ha sido el endeudamiento y, por eso nuestro modelo de crecimiento futuro debe basarse en el endeudamiento: auténtico descubrimiento de los científicos económicos españoles.
Hoy las empresas españolas solo deben unos 900000 millones de euros. Un mero 100% del PIB mientras que los hogares deben 720000 millones (75% del PIB) y las administraciones 300000 (33% del PIB). La deuda total apenas llega a un modesto 200% del PIB. Siendo este bajísimo endeudamiento de partida algo importante, lo es mucho más el hecho de que nuestra capacidad en la actividad de endeudamiento (nuestra capacidad de generar deudas) resulte fabulosa: nuestras empresas aumentaron su deuda en 230000 millones (un fantástico 25%) y los hogares la suya en 150000 (un meritorio 21%) en el último año. Este es obviamente el pilar de nuestro futuro desarrollo económico: la deuda y el aumentar la deuda debería convertirse en la principal actividad de la economía española. Toda actividad productiva debería ser sustituida (eso sí de manera ordenada) por la actividad de aumentar la deuda. Los economistas más antediluvianos de la viaje escuela son incapaces de entender el paradígma de la nueva economía española, el que podríamos llamar paradigma del PIB comprado. El PIB no se produce sino que se compra en el exterior con dinero prestado desde ese exterior. Brillante ¿No?
Hagamos unos números. La deuda, indudablemente, tiene un costo financiero que depende, entre otras cosas, de los tipos. Sin embargo, como se ve fácilmente, el impacto de los tipos puede atenuarse cuanto de quiera utilizando para ello, naturalmente, la deuda. Uno además de endeudarse con nuevo crédito puede pedir otros créditos para pagar las anteriores deudas. Si las empresas españolas necesitan para fingir beneficios imaginarios incrementar su deuda neta un 25% anual y los tipos se pusiesen al 10%, solo tienen que incrementar su deuda un 35%, dedicando el 28% del nuevo credito a pagar los costes financieros del crédito antiguo y el 72% restante para fabricar balances de cuento de hadas.
Supongo que algún forero podría poner la siguiente objeción: Sí, pero ¿para pedir créditos en el exterior hay que respaldarlos con el valor de algún activo? Cierto pero para eso está el otro pilar de nuestro futuro crecimiento: el ladrillo y la tasación de activos inmobiliarios. La tasación de inmuebles antiguos tiene un enorme efecto multiplicativo que no debe desaprovecharse. Si un piso interior de 45m2 en Lavapiés estubiese tasado en 3 millones de euros y pasa a retasarse en 5 millones de euros, todo el barrio de Lavapiés se ravaloriza como activo en un 66%. Estas retasaciones pueden hacerse siempre que sea necesario por lo que el barrio de Lavapiés, como activo inmobiliario, puede sustentar la emisión por parte de bancos estranjeros de tanto crédito como se desee. Algo parecido ocurre con el sector de la construcción: si multiplicamos por 2 o por 3 el valor contable de lo construido estaremos multiplicando en igual medida la magnitud del capital fijo aportado por ese sector a la economía y al PIB.
De esta forma nuestra economía podría basarse en un 80 - 85% en el sector del consumo interno e inversión basada en el crédito y en otro 15% o 20% en el sector de la construcción basada en la mano de obra importada (y pagada también mediante los créditos del exterior)
Una economía en la que el 100% del PIB estaría comprado en el exterior con créditos del esterios y no producido. Una economía en la que el endeudamiento crecería ilimitadamente pero, como hemos explicado, de forma sostenible y en la que el déficit comercial sería igual al 100% del PIB.
El panorama, como se ve, es halagüeño. Nuestra deuda es aún relativamente modesta pero la velocidad a que crece esa deuda es ya la mayor del mundo. Aunque nuestro déficit es aún el segundo del mundo, debemos confiar en que el fuerte crecimiento de las exportaciones combinado con el futuro declive de nuestras exportaciones que garantiza la constante pérdida de competitividad lo colocará en poco tiempo el primero del mundo. Mejorar un déficit del 15% del PIB hasta que alcance el 100% del PIB es el gran reto de la economía española para los próximos años. Tengo plena confianza en que lo conseguiremos.
