Llevamos varios dias hablando de que en el contexto actual es mejor alquilar que comprar. Ya esperaba yo que en la prensa un contraataque de esta naturaleza. Os paso el email de la sección inmobiliaria de La Vanguardia inmobiliario@lavanguardia.es para inundarles con datos, y os copio el texto que sale en la página 56). Lo extraño es que en el texto se reconoce que hoy por hoy, en Barcelona, es mejor alquilar que comprar. Para mi esa es la noticia. Pero no, destacan todo lo contrario, que en las zonas de España donde está menos desarrollada la burbuja, es mejor comprar. Son la berenjena, y especialistas en confundir a la gente. Porque el común de los lectores se queda con el titular "Comprar, más barato que alquilar". Eso será en Guadalajara, pero no en Madrid o Barcelona.
http://www.lavanguardia.es/premium/epaper/20060829/51281214986.html
COMPRAR, MÁS BARATO QUE ALQUILAR
Poca gente alquila en España, incluso entre las personas con menos recursos: apenas un 10% de las familias vive de alquiler. Según algunos es una cuestión de mentalidad, derivada del peso de la cultura de la propiedad en un país con profundas raíces agrarias. Según un estudio recién publicado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), simple racionalidad económica: en buena parte de España comprar es más barato que alquilar.
El estudio, realizado por la profesora de la UNED Teresa Jurado, señala que los jóvenes de 20 a 24 años emancipados que viven en alquiler pagaban en el 2005 una media de 451 euros al mes, frente a la media de 436 euros mensuales que pagaban de hipoteca los que habían optado por adquirir su propia vivienda. "En consecuencia, en la actualidad en España es más racional comprar que alquilar, ya que el esfuerzo económico es similar y la compra tiene la ventaja de ser también una forma de ahorro", afirma Funcas.
El estudio asume la conclusión de muchos jóvenes, que señalaron en una encuesta al Instituto de la Juventud que el principal motivo por el que deseaban comprar un piso, en lugar de alquilarlo, es que "los alquileres son caros" (46% de los encuestados), por delante de cualquier otro argumento, como las desventajas de la provisionalidad del alquiler o el deseo de tener una vivienda propia.
La opción de alquilar se ve lastrada por la brecha existente entre la oferta y la demanda, especialmente en ciudades como Barcelona. Según la consultora Forcadell, la mayoría de los propietarios de la ciudad pide alquileres superiores a los 900 euros mensuales por sus inmuebles, mientras que la mayoría de la demanda busca pagar un máximo de 540 euros. Para los caseros, sin embargo, los precios actuales del alquiler aportan un rendimiento equivalente a apenas el 2% del valor del inmueble.
La compra de vivienda se ve también favorecida por la política de las administraciones públicas, que subvencionan elevadamente la compra a través de las deducciones fiscales. Según Funcas, el 66% del gasto público en vivienda lo suponen estas desgravaciones, que se aplican un 30% de los contribuyentes que presentan la declaración del IRPF. Las ayudas a los inquilinos, en cambio, suprimidas en 1998, sólo llegaron a beneficiar al 4% de los declarantes de IRPF. El cambio en las políticas públicas, con las nuevas iniciativas de las administraciones de promover vivienda de protección oficial en régimen de alquiler, es muy reciente y aún no ha empezado a dar frutos, señala Funcas. De hecho, en el último plan de vivienda 2002-2005, las viviendas de alquiler representaban apenas el 5% de todas las actuaciones previstas.
La compra, sin embargo, sólo es más barata que el alquiler cuando los consumidores pueden acceder a ella: pueden pagar la entrada, bien por tener un ahorro previo, bien por contar con ayudas familiares para afrontarla, y cuentan con una solvecia suficiente para acceder a un préstamo bancario.
En las ciudades con la vivienda más cara, como Barcelona, las cuentas del estudio no se cumplen y comprar sigue siendo más caro que alquilar. Según los datos de la Cambra de la Propietat Urbana de Barcelona, el alquiler medio se sitúa en Barcelona en 819,7 euros mensuales, con un mínimo de 747 euros mensuales en Horta-Guinardó y un máximo de 938 euros en Sarrià-Sant Gervasi. En cambio, el precio medio de una vivienda usada en la ciudad, según la red inmobiliaria Comprarcasa, era a final de año de 392.490 euros, lo que sitúa la hipoteca media (por el 80% del valor del piso y a 30 años) en unos 1.500 euros mensuales.
Un consultor inmobiliario señala sin embargo que "las parejas jóvenes, por ejemplo, aún pueden conseguir que comprar sea una opción más barata, renunciando a una ubicación céntrica y reduciendo la superficie de la vivienda a la que optan". Así, en los alrededores de Barcelona aún es posible adquirir viviendas usadas por valor de unos 200.000 euros, aunque situadas a distancias crecientes de la primera corona metropolitana. "Muchas personas, desde jóvenes que quieren vivir cerca de las zonas de ocio de la ciudad o profesionales sin hijos que no quieren tener grandes tiempos de desplazamiento para llegar al trabajo, hasta personas que no quieren irse de su barrio de toda la vida, rechazan salir de la ciudad y optan en cambio por el alquiler", señalan estas fuentes.
http://www.lavanguardia.es/premium/epaper/20060829/51281214986.html
COMPRAR, MÁS BARATO QUE ALQUILAR
Poca gente alquila en España, incluso entre las personas con menos recursos: apenas un 10% de las familias vive de alquiler. Según algunos es una cuestión de mentalidad, derivada del peso de la cultura de la propiedad en un país con profundas raíces agrarias. Según un estudio recién publicado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), simple racionalidad económica: en buena parte de España comprar es más barato que alquilar.
El estudio, realizado por la profesora de la UNED Teresa Jurado, señala que los jóvenes de 20 a 24 años emancipados que viven en alquiler pagaban en el 2005 una media de 451 euros al mes, frente a la media de 436 euros mensuales que pagaban de hipoteca los que habían optado por adquirir su propia vivienda. "En consecuencia, en la actualidad en España es más racional comprar que alquilar, ya que el esfuerzo económico es similar y la compra tiene la ventaja de ser también una forma de ahorro", afirma Funcas.
El estudio asume la conclusión de muchos jóvenes, que señalaron en una encuesta al Instituto de la Juventud que el principal motivo por el que deseaban comprar un piso, en lugar de alquilarlo, es que "los alquileres son caros" (46% de los encuestados), por delante de cualquier otro argumento, como las desventajas de la provisionalidad del alquiler o el deseo de tener una vivienda propia.
La opción de alquilar se ve lastrada por la brecha existente entre la oferta y la demanda, especialmente en ciudades como Barcelona. Según la consultora Forcadell, la mayoría de los propietarios de la ciudad pide alquileres superiores a los 900 euros mensuales por sus inmuebles, mientras que la mayoría de la demanda busca pagar un máximo de 540 euros. Para los caseros, sin embargo, los precios actuales del alquiler aportan un rendimiento equivalente a apenas el 2% del valor del inmueble.
La compra de vivienda se ve también favorecida por la política de las administraciones públicas, que subvencionan elevadamente la compra a través de las deducciones fiscales. Según Funcas, el 66% del gasto público en vivienda lo suponen estas desgravaciones, que se aplican un 30% de los contribuyentes que presentan la declaración del IRPF. Las ayudas a los inquilinos, en cambio, suprimidas en 1998, sólo llegaron a beneficiar al 4% de los declarantes de IRPF. El cambio en las políticas públicas, con las nuevas iniciativas de las administraciones de promover vivienda de protección oficial en régimen de alquiler, es muy reciente y aún no ha empezado a dar frutos, señala Funcas. De hecho, en el último plan de vivienda 2002-2005, las viviendas de alquiler representaban apenas el 5% de todas las actuaciones previstas.
La compra, sin embargo, sólo es más barata que el alquiler cuando los consumidores pueden acceder a ella: pueden pagar la entrada, bien por tener un ahorro previo, bien por contar con ayudas familiares para afrontarla, y cuentan con una solvecia suficiente para acceder a un préstamo bancario.
En las ciudades con la vivienda más cara, como Barcelona, las cuentas del estudio no se cumplen y comprar sigue siendo más caro que alquilar. Según los datos de la Cambra de la Propietat Urbana de Barcelona, el alquiler medio se sitúa en Barcelona en 819,7 euros mensuales, con un mínimo de 747 euros mensuales en Horta-Guinardó y un máximo de 938 euros en Sarrià-Sant Gervasi. En cambio, el precio medio de una vivienda usada en la ciudad, según la red inmobiliaria Comprarcasa, era a final de año de 392.490 euros, lo que sitúa la hipoteca media (por el 80% del valor del piso y a 30 años) en unos 1.500 euros mensuales.
Un consultor inmobiliario señala sin embargo que "las parejas jóvenes, por ejemplo, aún pueden conseguir que comprar sea una opción más barata, renunciando a una ubicación céntrica y reduciendo la superficie de la vivienda a la que optan". Así, en los alrededores de Barcelona aún es posible adquirir viviendas usadas por valor de unos 200.000 euros, aunque situadas a distancias crecientes de la primera corona metropolitana. "Muchas personas, desde jóvenes que quieren vivir cerca de las zonas de ocio de la ciudad o profesionales sin hijos que no quieren tener grandes tiempos de desplazamiento para llegar al trabajo, hasta personas que no quieren irse de su barrio de toda la vida, rechazan salir de la ciudad y optan en cambio por el alquiler", señalan estas fuentes.