Tranquilo, yo duré menos, cuatro meses desde que nos fuimos a vivir juntos, después de mucho tiempo juntos. Y como tú dices, el estar de alquiler ayudó a que todo fuese más sencillo, cada uno por su lado y se acabó, sin hipotecas de por medio ni nada.
En cambio con mi hermana tuvimos muchos problemas, ya que se habían comprado un piso, y nunca llegaron a vivir en él. Y no te imaginas lo que es, después de encontrar comprador, llegar el día de la firma y no saber si su ex se presentaría, ya que quería más dinero de lo que le tocaba al repartir, ya que, aunque compraron en buen momento, una parte de lo "ganado" se fué en cancelaciones de hipotecas, impuestos, etc, sin contar con lo que habían dado de entrada... Y claro, él hizo sus números (a su manera, como la mayoría): costó x, vendemos por y, pues para mí x-y/2. La realidad era: costó x, vendemos por y, le restamos z (el dinero que les habían dejado familiares), le restamos comisión de cancelación del banco, le restamos los últimos recibos (comunidad, agua, luz, gas) las cuotas de la hipoteca de los últimos meses que la sencilla de mi hermana pagó sola ya que él se desentendió totalmente, etc... y de lo que queda entre 2. La cifra que él calculó no coincidía con lo que quedaba realmente, y amenazó con no firmar la venta si no recibía lo que él había calculado. Así que no me quiero imaginar que habría pasado si les hubiese faltado dinero para cancelar, es decir, si se hubiese producido ya un "aterrizaje suave" de los precios....