Traduzco la noticia de TV3 para los que no entiendan el catalán:
Un estudio alerta del aumento de la pobreza entre los jóvenes españoles por el precio de los pisos y los contratos precarios
Más del 80% de las personas mayores que viven solas tienen el piso en propiedad, mientras que casi un 90% de las que viven en pareja, también, Además, un 20% tienen segunda vivienda. Sólo por estas circunstancias y por el hecho de que tienen garantizada una pensión, las bolsas de pobreza se concentran ahora en mayor grado entre el colectivo juvenil, que cada vez tiene más dificultades para acceder a una vivienda y se ve obligado a tener que aceptar contratos precarios. Según los expertos, por primera vez nos encontramos ante una generación que, probablemente, no mejorará sus condiciones de vida respecto a la anterior.
Las perspectivas son poco atractivas si además tenemos en cuenta que, tal y como señala un informe de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, entre un 20 y un 30% de los jóvenes no están preparados para la sociedad del conocimiento. El informe habla de datos preocupantes, como que en el año 1981 un 37% de los jóvenes de 25 años vivía con sus padres, mientras que en el año 2001 el porcentaje sube hasta el 53%.
Además, los salarios de los jóvenes de 30 años, teniendo en cuenta la inflación, son el año 2001 inferiores a los de 1981. Por eso cada vez son más los jóvenes con estudios superiores y un trabajo los que, a la hora de independizarse, han tenido que recurrir a la fórmula de compartir piso. Los jóvenes son víctimas de unos salarios que no han crecido al mismo ritmo que la inflación, y por descontado, infinitamente menos que el precio de los pisos. Todos estos factores hacen temer por el futuro de esta generación, que podría ser la primera que no mejorará sus condiciones de vida respecto a la de sus padres.
Durante los últimos años, buena parte del gasto público ha servido para mejorar las condiciones de vida de la gente mayor, que ha reducido a la mitad el riesgo de caer en la pobreza. Persisten algunas bolsas, pero la mayoría, más de un 80%, son ahora propietarios de una vivienda. En el otro lado, el punto de partida de los jóvenes es mucho peor, no sólo por los problemas por acceder a un piso, sino porque el actual gasto en educación no les garantiza un futuro mejor.
Los expertos calculan que entre un 20 y 30% de los jóvenes españoles tiene pocas posibilidades de alcanzar un nivel de ingresos suficiente. Apuntan como solución que se reequilibren las políticas sociales, de manera que los jóvenes no salgan perjudicados por las necesidades de gasto del envejecimiento.