Burbuja e Infancia

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Tone

Guest
a diario cuando leo vuestros comentarios
se me amontonan en la chola los cuentos que me contaban y leía cuando era peque,
como me gustaban

me acuerdo mucho del cuento de la lechera, cuantos sueños!, venderé mi pisito y con lo que saque compraré otro más grande,
cuando valga mucho más también lo venderé y con lo que me den entonces podré comprarme un chalet, cuando lo venda me compraré...


Pero a mí, me gustaba mucho mucho más, el de la ratita presumida, muy hacendosa, cantaba y barría todos los días su casita, tralará larita,
un día se encuentra una moneda y se da un homenaje! eso hago yo cuando lleno la hucha!

también aquel de esa nena vestida de rojo, que de tantas facilidades que le ofrecían se le nublaba la vista y no pudo ver unos enormes colmillos,
o era un banquero? bueno no lo recuerdo bien ( la verdad es que ya han pasado unos años y voy perdiendo memoria)

Otro que me hacía pasar un buen rato era el de los tres cerditos constructores, uno muy listo construía una casa muy resistente y los otros dos se
metieron también a constructores pidiendo un crédito al lobo, eso sí que era ser listo! y además para sacar más pasta, racaneamos en las calidades, pero un día el euribor sopló tan fuerte que las casas se vinieron abajo y... a sí la cancioncita del final: "quien dijo miedo al lobo ferooooooz"

..y como era ..., si algo así como un emperador con traje nuevo, nadie se atrevía a decirle que iba desnudo, por si le llamaban simple por no poder verlo y no saber apreciar lo bueno, vaya! es como si ahora a alguien que ha comprado un piso sobrevalorado, le dijeran que los precios van a bajar y su piso valdrá menos por que existe una cosa que se llama burbuja, como vas a reconocer que hay una burbuja, si eso implica que lo que tienes vale menos, mejor ser necio, negar la evidencia, a mi en realidad el traje del emperador me parece precioso,

y el que más veces me contaba mi madre, el de la hormiguita y la chicharra, jo que puteo tenía la pobre hormiguita,
todo el verano currando de sol a sol oyendo a la otra pesada y cuando llega el invierno también la tienes que oir, pero esta vez lamentándose
es como cuando estás currando y tienes obras justo debajo de ti,
o alguien que está currando a tu lado que todos los días "it says"; me quiero comprar esto, me voy comprar aquello
y a falta de una semana para final de mes, ay, ay, ay no me quedan dinerines,
bueno aunque ahora la cosa anda un poco mejor, la gente está mejor preparada y habla varios idiomas; hablan visa, hablan credifácil,
hablan con el banco para refinanciar o hablan con los papás.
Yo no sé idiomas, para desgracia mía ya no tengo papás y a mí, que un banquero me sonría siempre me ha puesto la carne de avecrem,
con lo cual, cuando quiero un caprichito, pues me hago una hucha, el sistema de la hormiguita pringadita (véase también: Sistema carmen maura; tacita a tacita....)

Uffff! vosotros sabréis perdonar, me he puesto a contar cuentos en un foro que habla de casas, hipotecas, ...en fin hoy tengo un día simple
y ya no tenemos edad para cuentos. Me voy a jugar con mis cliks.
 

RANGER

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Muy bueno

Algunos tendrían que releer cuentos a ver si aprenden algo. Me he imaginado por un momento a los tres cerditos constructores con el lobo banquero y la imagen es genial. Habrá que hecharle un poco de humor al asunto, ya que el tema es grave y ya veremos a ver como afecta a la economía, ...
 

Mojarra

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Me gustaría tener ese talento para contar las cosas.
Muy bueno.
 

alvarolg

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Un post excelente Tone. Lo cierto es que la sabiduría popular nunca falla.
 

RANGER

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Polonia (la del Mediterráneo)
Los tres cerditos

Me he tomado la licencia de ilustrar uno de los cuentos que mencionabas, espero que no te importe.

Los 3 cerditos constructores y el lobo banquero.
Eran tres hermanos.
Tres lindos cerditos músicos, que fueron a vivir junto al bosque.


El primer Cerdito, que era muy listo, sin pensarlo mucho, compró un pisito, que poco después vendió sacando un dinerillo. No tardó en volver a comprar y a vender volviendo a obtener dinero fácil. Viendo lo fácil que era hacerse rico, pronto se puso a construir pisitos, eso sí, con el dinero que le prestaba el lobo banquero.
El segundo Cerdito, viendo lo bien que le iba a su hermano, decidió comprar pisitos sobre plano, para revenderlos una vez acabados, con lo que también podría hacerse rico. Por supuesto, con la ayuda del lobo banquero, que le prestó el dinero.

El tercer hermano, algo más desconfiado, pensó que los precios no podían seguir subiendo a aquel ritmo indefinidamente, y que algo raro pasaba, ya que los beneficios que se obtenían con el tocho debía salir de alguna parte. Investigó y vió que el dinero lo prestaba el lobo a otros animalitos del bosque, que se hipotecaban de por vida. Este cerdito siguió investigando y vió que a pesar de que los pisitos seguían subiendo, los sueldos de los animalitos bajaban (por eso del IPC), y que cada vez tenían que destinar más recursos a pagar su pisito. Fue entonces cuando oyó hablar de la burbuja inmobiliaria.
Entonces decidió ir a vivir de alquiler, a pesar de que sus hermanos se mofaban de él, ya que decían que tiraba el dinero. A pesar de que todos le decían que los pisos nunca bajan de precio, él siguió de alquiler, y fue ahorrando.

Pero un día pasó algo: los precios habían subido tanto que la gente no podía comprar. Además, vino un amigo del lobo banquero, el lobo Euribor y empezó a soplar (subir), a soplar, a soplar….

Entonces todos los “inversores” empezaron a vender, a vender, a vender….

Y los precios empezaron a bajar, a bajar, a bajar…

Por lo que los dos primeros hermanos no podían vender sus pisos a un precio que les permitiese como mínimo recuperar lo que debían al lobo banquero.


Entonces vino el lobo banquero y se quedó con todas la propiedades de los dos cerditos, que perdieron todo su dinero, además de quedar inscritos en las listas de jovenlandesesos del bosque, por lo que nunca podrían comprarse una vivienda.

El tercer cerdito se compró una casita con el dinero que había ahorrado, ya que los precios estaban por los suelos. Entonces invitó a vivir con él a sus dos hermanos, ya que en su nueva casita había sitio de sobras, y además no les guardaba rencor por todas las veces que se habían reído de él.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Moraleja: Los pisos no bajan de precio, ni los tulipanes, ni la bolsa, ni las puntocom, ni los sellos, …
 
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Guest
Reitero, esto es canela en rama, y lo digo sin sorna lo encuentro genial.
 

fmartin

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Me ha gustado mucho...

Pero últimamente, me he dado cuenta de que en el cuento de la cigarra y la hormiga, aun no está claro quien es quien. Me explico.

Estoy harto de ver en otros foros que los hipotecados nos dicen que nosotros somos la cigarra porque no compramos algo para el día de mañana.
Por otro lado, lo que yo pienso, es que ellos son la cigarra, que para satisfacer su ego, se endeudan hasta las cejas, sin tener en cuenta las vicisitudes del mañana.


Quien es quien?
 

Rik

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Yo de mi infancia recuerdo jugar al escondite en los armazones de los pisos a medio construir de la crisis de finales de los 70.

No solo estuvieron allí hasta que habia acabado la universidad (alo 96, principio del boom) sino que como cuando llegue en el 76 ya estaban eran como algo eterno, han sido una especie de companeros de infancia y juventud.

Recuerdo como a medida que las empresas constructoras de sus padres iban quebrando mis amigos dejaban primero de venir al club nautico y un poco mas tarde de venir a veranear alli.

Recuerdo como aprendi a poner delante la frase "como esta la situacion para comprar..." antes de pedir ningun gasto extra tipo bici o similar...

pero luego dicen que nunca baja...
 
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Tone

Guest
Ranger, importarme? sólo puedo agradecerte, que me hayas hecho disfrutar tanto o más como cuando me lo contaban, je, je somos un equipo

y a Fmartin, me parece muy interesante tu apreciación,
dicen que cuando la pregunta está bien echa, ya tienes el 50% de la respuesta y es lo que yo veo en tu mensaje, me explico;

Si alguien no compra a cualquier precio, por creer que no puede o no debe, si está teniendo en cuenta las vicisitudes que puedan surgir mañana,

Si alguien compra al precio que sea y como sea, pero que si es hoy mejor, no entra a considerar "los posibles mañanas" por que sólo quiere ver el "mañana valdrá más"

Bueno yo no sé mucho de estas cosas (bueno, así entre tú y yo, la verdad es que no sé mucho de nada) pero supongo que al final es como lo de la botella medio llena o medio vacía o como decía aquel filósofo que curiosamente trabajó de óptico para poder dedicarse a lo que le gustaba, pues su familia que era muy rica, no le daba dinero por no haber querido estudiar medicina;
Todo depende del cristal con que se mire.

A todos lo que habéis respondido al post, muchas gracias
me gusta mucho, que os guste tanto

Ah! el del cuento de que viene el lobo, imperdonable olvido el mío!
 
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Teresa

Guest
Ha sido un auténtico placer leeros Tone y Ranger. Es la primera vez que escribo algo, pero sigo este foro hace mucho tiempo como burbujista convencida que soy y registrada hace bastante en "Por una vivienda digna". Saludos.
 

proto-economista

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fmartin dijo:
Por otro lado, lo que yo pienso, es que ellos son la cigarra, que para satisfacer su ego, se endeudan hasta las cejas, sin tener en cuenta las vicisitudes del mañana.
Muchos se han hipotecado porque pensaban que subiría más y entonces no podrían comprar, no por cuestión de ego o de convertirse en piso-millonarios, sino por miedo.
 
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Guest
proto-economista dijo:
Muchos se han hipotecado porque pensaban que subiría más y entonces no podrían comprar, no por cuestión de ego o de convertirse en piso-millonarios, sino por miedo.
Eso también pasa en los sueldos... algunos aceptan cobrar menos no sea que venga otro que pida aun menos.

Esto de la oferta y la demanda es muy extraño. Piensas que los pisos són caros, pero los compras. Piensas que un trabajo está mal pagado, pero lo aceptas.

La demanda hoy en dia ya no viene dada por el interés de comprarlo hoy, sinó por una suposición futura.

El cliente se ha transformado en empresario, actua influenciado por tendencias y futuribles. Y esas tendencias se las da el propio vendedor.