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Debemos defender el derecho a la vivienda sin ideologías ajenas a la realidad, sin falsos partidos ni falsos sindicatos que nos dividen de acuerdo con sus intereses, y que no defienden el interés general.
La soberanía y la democracia tiene que ser nuestra. De la sociedad.
Una sociedad libre es una sociedad rebelde e independiente sin la tutela de nadie y sin la manipulación de la prensa.
El derecho a la vivienda es un derecho básico de máxima importancia. En España nunca se ha respetado en su totalidad. Incluso te desprecian ofreciendo minipisos o zapatillas, o te tratan de imponer hipotecas de hasta 50 años.
En España se ha favorecido procesos de especulación y encarecimiento sin límites.
El derecho a la vivienda implica el derecho a la libertad. Nadie debe quedar atado a hipotecas de 20 ó 30 años
No existe libertad en nuestras manifestaciones y no existe justicia cuando hay especulación.
Defender el derecho a una vivienda, exige defender también una sociedad en libertad y una sociedad justa. Y exige una clase política completamente distinta de la que tenemos actualmente que es la que ha fomentado este nivel de degradación en nuestra sociedad y en nuestra convivencia.
Exige perseguir a los especuladores, banqueros, promotores, constructores, políticos, alcaldes, concejales... todos los que han abusado y se han enriquecido a costa de empobrecer a miles de personas y al conjunto de la sociedad.
No existe calidad de vida cuando la vivienda es cara. Quienes han consentido todo esto deben de ser juzgados.
Defender el derecho a una vivienda es toda una revolución porque implica una renovación a fondo de toda la corrupción que se ha estado alimentando y ocultando.
Los políticos y las organizaciones sindicales no pueden tutelar nuestras demandas sociales. No nos representan.
La legitimidad es nuestra. La soberanía realmente es de la sociedad, no es de ningún Parlamento. La libertad la justicia y los derechos de todos son mas importantes que el poder, el desprecio, y el abuso con el que ellos nos gobiernan. La calle tiene que ser de la sociedad. No de la policía. No se puede reprimir a quien exige vivienda y justicia.
La soberanía y la democracia tiene que ser nuestra. De la sociedad.
Una sociedad libre es una sociedad rebelde e independiente sin la tutela de nadie y sin la manipulación de la prensa.
El derecho a la vivienda es un derecho básico de máxima importancia. En España nunca se ha respetado en su totalidad. Incluso te desprecian ofreciendo minipisos o zapatillas, o te tratan de imponer hipotecas de hasta 50 años.
En España se ha favorecido procesos de especulación y encarecimiento sin límites.
El derecho a la vivienda implica el derecho a la libertad. Nadie debe quedar atado a hipotecas de 20 ó 30 años
No existe libertad en nuestras manifestaciones y no existe justicia cuando hay especulación.
Defender el derecho a una vivienda, exige defender también una sociedad en libertad y una sociedad justa. Y exige una clase política completamente distinta de la que tenemos actualmente que es la que ha fomentado este nivel de degradación en nuestra sociedad y en nuestra convivencia.
Exige perseguir a los especuladores, banqueros, promotores, constructores, políticos, alcaldes, concejales... todos los que han abusado y se han enriquecido a costa de empobrecer a miles de personas y al conjunto de la sociedad.
No existe calidad de vida cuando la vivienda es cara. Quienes han consentido todo esto deben de ser juzgados.
Defender el derecho a una vivienda es toda una revolución porque implica una renovación a fondo de toda la corrupción que se ha estado alimentando y ocultando.
Los políticos y las organizaciones sindicales no pueden tutelar nuestras demandas sociales. No nos representan.
La legitimidad es nuestra. La soberanía realmente es de la sociedad, no es de ningún Parlamento. La libertad la justicia y los derechos de todos son mas importantes que el poder, el desprecio, y el abuso con el que ellos nos gobiernan. La calle tiene que ser de la sociedad. No de la policía. No se puede reprimir a quien exige vivienda y justicia.