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Os paso una noticia que acabo de leer:
España estaría a punto de caer en una crisis financiera por su altísimo déficit comercial si no fuese parte de la zona euro, según Michael Mussa, ex economista jefe del FMI, organismo al que también le preocupan las cuentas externas del país.
Mussa, quien dirigió el departamento de análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante una década, hace una disección inquietante de la economía española, a pesar de las buenas cifras de crecimiento, en comparación a sus vecinos.
El economista, que dejó el organismo en 2001, ve una economía 'sobrecalentada' que ha perdido competitividad y cuyo déficit por cuenta corriente -compuesto principalmente por el déficit comercial- le pesa como un ancla.
'Si (España) no fuese parte de la zona euro, pronosticaría que el país tendría una crisis en el próximo año o el siguiente', dijo Mussa en una entrevista con EFE.
Pero el euro no le quita todos los males, sino que al posponer un ajuste de sus cuentas externas, está aplazando lo inevitable, en su opinión.
'No creo que esto continúe por tres o cuatro años, pero es difícil predecir cuándo y cómo se resolverá', explicó.
En un país normal con tipo de cambio fluctuante, un déficit excesivo por cuenta corriente se corrige automáticamente, ya que los inversores reducen su envío de capital al país, lo que resulta en una depreciación de la moneda y un aumento de los intereses.
La desvalorización encarece las importaciones y la subida de tipos quita brillo a la demanda interna, lo que también pone freno a la compra de productos extranjeros.
No obstante, España carece de ese mecanismo, porque usa el euro y no cuenta con una política monetaria independiente.
El resultado es que su déficit por cuenta corriente sumó el año pasado 85.900 millones de dólares (69.700 millones de euros), el segundo mayor del mundo en términos absolutos, tras el de EEUU, que tanta inquietud causa al FMI, pues lo considera insostenible.
En relación a su Producto Interno Bruto (PIB), España 'incluso supera a EEUU en esta categoría sospechosa', según Mussa.
En 2005, el déficit por cuenta corriente estadounidense ascendió al 6,4 del PIB, mientras que el español fue del 7,6 por ciento, de acuerdo al Fondo, que prevé que este año el agujero en las cuentas españolas subirá al 8,1 por ciento y en 2007 al 8,5 por ciento.
No obstante, el déficit por cuenta corriente podría tener consecuencias dolorosas si el Gobierno no toma medidas, según alertó Rodrigo Rato, el director gerente del FMI durante la asamblea de primavera de este organismo y el Banco Mundial, que concluye hoy.
El año pasado, la inflación en España -medida por el deflator del PIB, que no tiene en cuenta los precios de las importaciones- superó a la de la zona euro en 2,7 puntos porcentuales, lo que significa un encarecimiento de los productos elaborados en España, una tendencia que continuará en los próximos dos años, según el Fondo.
España estaría a punto de caer en una crisis financiera por su altísimo déficit comercial si no fuese parte de la zona euro, según Michael Mussa, ex economista jefe del FMI, organismo al que también le preocupan las cuentas externas del país.
Mussa, quien dirigió el departamento de análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante una década, hace una disección inquietante de la economía española, a pesar de las buenas cifras de crecimiento, en comparación a sus vecinos.
El economista, que dejó el organismo en 2001, ve una economía 'sobrecalentada' que ha perdido competitividad y cuyo déficit por cuenta corriente -compuesto principalmente por el déficit comercial- le pesa como un ancla.
'Si (España) no fuese parte de la zona euro, pronosticaría que el país tendría una crisis en el próximo año o el siguiente', dijo Mussa en una entrevista con EFE.
Pero el euro no le quita todos los males, sino que al posponer un ajuste de sus cuentas externas, está aplazando lo inevitable, en su opinión.
'No creo que esto continúe por tres o cuatro años, pero es difícil predecir cuándo y cómo se resolverá', explicó.
En un país normal con tipo de cambio fluctuante, un déficit excesivo por cuenta corriente se corrige automáticamente, ya que los inversores reducen su envío de capital al país, lo que resulta en una depreciación de la moneda y un aumento de los intereses.
La desvalorización encarece las importaciones y la subida de tipos quita brillo a la demanda interna, lo que también pone freno a la compra de productos extranjeros.
No obstante, España carece de ese mecanismo, porque usa el euro y no cuenta con una política monetaria independiente.
El resultado es que su déficit por cuenta corriente sumó el año pasado 85.900 millones de dólares (69.700 millones de euros), el segundo mayor del mundo en términos absolutos, tras el de EEUU, que tanta inquietud causa al FMI, pues lo considera insostenible.
En relación a su Producto Interno Bruto (PIB), España 'incluso supera a EEUU en esta categoría sospechosa', según Mussa.
En 2005, el déficit por cuenta corriente estadounidense ascendió al 6,4 del PIB, mientras que el español fue del 7,6 por ciento, de acuerdo al Fondo, que prevé que este año el agujero en las cuentas españolas subirá al 8,1 por ciento y en 2007 al 8,5 por ciento.
No obstante, el déficit por cuenta corriente podría tener consecuencias dolorosas si el Gobierno no toma medidas, según alertó Rodrigo Rato, el director gerente del FMI durante la asamblea de primavera de este organismo y el Banco Mundial, que concluye hoy.
El año pasado, la inflación en España -medida por el deflator del PIB, que no tiene en cuenta los precios de las importaciones- superó a la de la zona euro en 2,7 puntos porcentuales, lo que significa un encarecimiento de los productos elaborados en España, una tendencia que continuará en los próximos dos años, según el Fondo.