Razonable
Madmaxista
- Desde
- 3 Feb 2006
- Mensajes
- 424
- Reputación
- 3
Interesante artículo de opinión. Creo que el autor está en lo cierto
http://www.elperiodico.com/default....AS&idnoticia_PK=293297&idseccio_PK=9&h=060404
JOSEP-MARIA Ureta
Las orejas crecientes del lobo euríbor ya asomaban desde hacía tiempo. Lo habían advertido todos los servicios de estudios, empezando por el del Banco de España. Claro que sus aullidos iban acompañados de otros que denunciaban, a la vez, el disparo del precio de la vivienda en España, procesos coincidentes pero no necesariamente encadenados uno al otro. El viernes pasado, el Gobierno advirtió de que ya se veía la fiera completa, hasta la cola. El volumen del que se habla es elocuente: en 1995, el saldo vivo de crédito hipotecario era de 104.000 millones de euros. Ahora es de 750.000 millones. Y el panorama es sombrío: el 85% de las hipotecas están vinculadas ("referenciadas") al euríbor. De ellas, el 99% firmadas en los últimos cinco años. El Gobierno anunció, sin concretar, que prepara nueva legislación que permita a los endeudados disponer de dos opciones: o cancelar anticipadamente --ideal para las hipotecas más antiguas--, o cambiar las condiciones del préstamo en cuanto a los intereses: es decir, que una parte se pague a un interés fijo y otra a un interés variable, en todo el periodo o en parte.
Es lógico desde el punto de vista del usuario. Incluso tiene una referencia nostrada en el cultivo del calçot, que una vez brotadas las cebollas del bulbo se arrancan y trasplantan por primavera (como ahora se habla de mover la hipoteca de variable a fijo). En la operación agraria, al cebollino se le calza hasta que agota su ciclo de crecimiento. Pero en préstamos es tarde, porque ya se encargó el banco de encorsetar de comisiones la hipoteca, para que discurriera en una sola dirección de amortización. ¿Abusó la banca? No, si recordamos que la hipoteca es un contrato entre partes, tan solemne que lo preside un notario (que a veces lee la escritura con la rutina con que los curas de antes pasaban el rosario en templos semivacíos). El Gobierno puede intervenir, como en el 2003, rebajando aranceles de notarios y registradores. Pero lo difícil va a ser descalzar a la banca de su modelo de comisiones, que ya le reportó un beneficio récord el año pasado.
http://www.elperiodico.com/default....AS&idnoticia_PK=293297&idseccio_PK=9&h=060404
JOSEP-MARIA Ureta
Las orejas crecientes del lobo euríbor ya asomaban desde hacía tiempo. Lo habían advertido todos los servicios de estudios, empezando por el del Banco de España. Claro que sus aullidos iban acompañados de otros que denunciaban, a la vez, el disparo del precio de la vivienda en España, procesos coincidentes pero no necesariamente encadenados uno al otro. El viernes pasado, el Gobierno advirtió de que ya se veía la fiera completa, hasta la cola. El volumen del que se habla es elocuente: en 1995, el saldo vivo de crédito hipotecario era de 104.000 millones de euros. Ahora es de 750.000 millones. Y el panorama es sombrío: el 85% de las hipotecas están vinculadas ("referenciadas") al euríbor. De ellas, el 99% firmadas en los últimos cinco años. El Gobierno anunció, sin concretar, que prepara nueva legislación que permita a los endeudados disponer de dos opciones: o cancelar anticipadamente --ideal para las hipotecas más antiguas--, o cambiar las condiciones del préstamo en cuanto a los intereses: es decir, que una parte se pague a un interés fijo y otra a un interés variable, en todo el periodo o en parte.
Es lógico desde el punto de vista del usuario. Incluso tiene una referencia nostrada en el cultivo del calçot, que una vez brotadas las cebollas del bulbo se arrancan y trasplantan por primavera (como ahora se habla de mover la hipoteca de variable a fijo). En la operación agraria, al cebollino se le calza hasta que agota su ciclo de crecimiento. Pero en préstamos es tarde, porque ya se encargó el banco de encorsetar de comisiones la hipoteca, para que discurriera en una sola dirección de amortización. ¿Abusó la banca? No, si recordamos que la hipoteca es un contrato entre partes, tan solemne que lo preside un notario (que a veces lee la escritura con la rutina con que los curas de antes pasaban el rosario en templos semivacíos). El Gobierno puede intervenir, como en el 2003, rebajando aranceles de notarios y registradores. Pero lo difícil va a ser descalzar a la banca de su modelo de comisiones, que ya le reportó un beneficio récord el año pasado.