Bueno, al fin y al cabo, el feminismo es su scatergoris, así que, o aceptan astuta o fruta o azotada, como animal de compañía igualitario o se llevan el juguete.
Los tarados son los que compran ese juego amañado, aplican las reglas que le dictan los dueños y se enfadan cuando descubren que los mismos se le ríen en su cara.