Si antes era como hablar con simias ahora ya no se puede ni describir la difeerencia cultural e intelectual.
Mientras los hombres nos hemos convertido en supermáquinas esponjas absorbedoras y distribuidoras de conocimiento con insaciable adicción al saber aprendiendo cada día toneladas de terabytes de nueva información, ellas han incluso retrocedido intelectualmente pues antes al menos tenían que interactuar con hombres y grupos, pero ahora pasan sus vidas pegadas a las redes sociales donde solo cotillean, ligan y se pajean como monas con tíos de todo pelaje.
Nunca ha sido fácil hablar con ellas porque son ignorantes, incultas y cortas con ningún interés cultural, al contrario, les da ardor de estomago la cultura y el conocimiento y los hombres cultos e inteligentes, pero ahora ya es como tratar con ovejas poco pensadas que solo piensan en el sesso.