Ningún welcoming se quedará atrás. El escudo social no permitirá que ninguno se quede sin paguita
Todos hemos de arrimar el hombro. El fraudillo va a medicamentalizar el falcon para los enfermos más graves
A las Marismillas podrán ir a recuperar los enfermos de cobi.
El chepao se irá a Vallecas a cuidar de los enfermos con menos recursos
Los progres empezarán a ejercer la solidaridad sin llevarse un pastizal por ello
***
Carta de una camarera desesperada: «Estamos asfixiados. Buscamos soluciones»
«En mayo me han ingresado 266 euros (...) para vivir durante todo el estado de alarma, encerrada en mi casa con mi hijo, sin poder pagar absolutamente nada, y recibiendo correos y llamadas de estudios jurídicos reclamando pagos»
Carolina SilbertActualizado:03/07/2020 04:32hGUARDAR
1
OPINIONES RELACIONADAS
Mi nombre es Carolina, y desde hace poco más de cuatro años vivo en Puerto Banús. Lejos de llevar una vida de jolgorio, consumo, noche y despilfarro,
soy una mujer de 35 años que trabaja desde los 11, llevo una vida sana y ordenada trabajando en este maravilloso y agotador mundo que es la
hostelería.
No conozco otra forma de vida que no sea la del trabajo, y es lo que le enseño a mi hijo de 17 años,
al que crío y mantengo solo con mi trabajo y sin problemas hasta ahora.
El invierno pasado
cogí el paro por primera vez en mi vida, por cambio de empleo, y al entrar a trabajar de nuevo el 15 de marzo no he solicitado ninguna ayuda más.
El comienzo del estado de alarma por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de cobi19 nos pilló a todos los que nos dedicamos a este sector
esperando, como cada año, el comienzo de la temporada para echar horas interminables, semanas y hasta meses sin descanso (en julio y agosto) para ganar un sueldo básico, pagar nuestras cuentas y, con suerte, solo con mucha suerte, juntar algún duro extra para darle un gusto a nuestros hijos, pagar el dentista o mejorar algo de la casa.
No voy a hablar de nuestro futuro, porque a la vista está lo que va a sucedernos, pues somos desechables, pero
por años hemos sostenido la economía, el flujo de dinero en los pueblos y ciudades costeras, gastando y consumiendo aquí, donde sea que viva cada uno.
En mayo
me han ingresado 266 euros, alegando que para que pudiese administrar mejor mi economía me lo ingresaban antes del día 10. Sí,
para vivir durante todo el estado de alarma, encerrada en mi casa con mi hijo, sin poder pagar absolutamente nada, y recibiendo correos y llamadas de estudios jurídicos reclamando el pago de luz.
En total recibo más de una docena de llamadas al día de distintas empresas, desde diferentes ciudades, y cuando acabas de explicar por enésima vez lo mismo, que
cuando puedas vas a pagar, te dicen que dejan registro en el sistema y al rato otra llamada por lo mismo.
¿Es que acaso a la incertidumbre, ael empobrecimiento económico, al paro absoluto de actividades, al debilitamiento físico y mental,
hay que sumarle el acoso? ¿Cuánto más creen que vamos a aguantar?
¿Quiénes han cobrado las ayudas? ¿Por qué cuesta tanto que alguien dé una respuesta eficiente? Estamos asfixiados. Buscamos soluciones.
* Carolina Silbert vive en Marbella.
Si tú también quieres compartir tu testimonio sobre cómo estás viviendo la situación provocada por el cobi19 puedes hacerlo escribiendo a testimonioscoronavirus@abc.es
Debes indicarnos tu nombre completo, DNI y lugar de residencia. Seleccionaremos las historias más representativas para publicarlas en ABC.es
Carolina Silbert