Es muy sencillo de explicar lo que pasa: los Bancos Centrales sostienen todo este tinglado.
Desde septiembre se está produciendo una crisis que no ha trascendido mucho, la crisis Repo. Es la forma habitual que tienen los bancos de prestarse dinero entre sí, se pone como aval unos valores, generalmente deuda pública a corto plazo, con el acuerdo de recomprarlos al poco tiempo, y así los bancos obtienen un dinerito que necesitan con urgencia, pagando un módico interés.
¿Qué está pasando en el mercado Repo? Pues que algunos bancos no consiguen que otros bancos les presten, porque no se fían de su situación financiera y no quieren comerse un marrón.
Aquí entra en acción la Reserva Federal de Estados Unidos, su banco central, que está metiendo dinero en el sistema a borbotones, para parar la sangría.
¿Por qué lo hace? Muy sencillo, es la forma que tiene de apagar un incendio que se puede extender como la pólvora, tiene que controlar los tipos de interés a corto plazo, para que no aumenten los de largo plazo, sobre los cuales los bancos centrales pueden hacer muy poco.
Aquí está la madre del cordero, en los tipos a largo. En el momento en que empiecen a subir, la cosa no es que se ponga antiestética, no, puede ponerse de traca. Con el inmenso apalancamiento que hay en el sistema, la cosa podría ser de hecatombe. Empezaría por la deuda soberana en Europa, se dispararían los tipos de interés, lo que tendría como consecuencia las suspensiones de pagos de países muy endeudados como España, para después extenderse a otros países como Japón, y por último USA.
Los Bancos Centrales están en pánico, porque se han metido en un berenjenal del que no saben como salir. Decir que la crisis Repo puede producir un caos no es una fantasía. Las deudas en empresas, y sobre todo el Estado, ha llegado a límites de locura, y esta locura solo la mantiene en pie los bancos centrales, comprando bonos y manteniendo los tipos bajos, qué digo bajos, hasta tipos negativos.
Están inyectando liquidez en el mercado Repo y haciendo QE, expansiones cuantitativas llaman a darle a la maquinita de hacer dinero.
Al final todo es un inmenso esquema Ponzi que algún día explotará. ¿Cuando? Nadie lo sabe, pero probablemente sea en los próximos 2 o 3 años.
Se puede decir que los bancos centrales están destruyendo el mundo, aunque su intención es todo lo contrario.
Todo esto está muy interrelacionado con el petróleo. Se necesita un petróleo abundante y barato para que todo esto no se caiga, y eso se acabó.