catleya
Madmaxista
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Fratricidio masónico, España 1936.
Fratricidio masónico, España 1936
Lo que oculta, sin embargo, maliciosamente el masonazo español es que una gran
parte de los masones asesinados en España lo fueron mientras estaban en la guandoca bajo
la autoridad de Gobiernos y de jefes masónicos, y que esto se hizo cumpliendo órdenes de
las logias para llevar a cabo la venganza decretada por ellas contra los masones
moderados que con Lerroux y otros radicales colaboraron el último año de la República
con las derechas. Constituyen legión los diputados radicales masones que fueron fusilados
sin proceso, cuando se encontraban en las cárceles o en sus domicilios, bajo la garantía
de los Gobiernos y de las autoridades republicanas. Se ve que de los masones caídos sólo
interesan los que servían a los gente de izquierdas, pero no las víctimas del fratricidio masónico: el
exministro Salazar Alonso, juzgado y ejecutado por un Tribunal popular irregular, sin causa
alguna que pudiera justificarlo; Abad Conde, destacado masón republicano, asesinado
durante la persecución inícua decretada por las logias contra los partidarios de Lerroux;
Melquíades Alvarez, en un tiempo gran oriente español, asesinado en la guandoca oficial, bajo
la custodia de las fuerzas del Gobierno, con otros muchos diputados y masones; López
Ochoa, el destacado general masón, convertido en héroe de la República, muerto en el
hospital de Carabanchel, donde estaba hospitalizado bajo la custodia militar del Gobierno
republicano, por orden de las logias; Rico Avello, asesinado, ciertamente, por no haberse
querido someter al dictado de las logias, y muchos otros diputados radicales, que en
provincias, y bajo el dominio de las autoridades republicanas, fueron sacados de sus
domicilios para ser ejecutados por el único motivo de la “depuración” que querían hacer los
masones entre los radicales. Todas estas personas pacíficas y prestigiosas no cuentan
para el hermano Ceferino González. Se necesita ser cabecilla rojo o forajido para que el
dolor masónico se acuse. página 96
*
Todos nuestros lectores recordarán el abolengo masónico del partido radical. Sus
principales jefes, don Alejandro Lerroux y Martínez Barrio, nunca negaron su afiliación a
las logias, y casi todo el estado mayor que los rodeó antes y después de su rompimiento
estaba compuesto, en buena parte, por masones. Esto no presupone que entre los
dirigentes del partido radical no hubiese gentes ajenas a la turbiedad de las logias. Cuando
don Alejandro Lerroux y Diego Martínez Barrio marcharon por diferentes caminos políticos,
este último, como Gran Oriente español, dispuso el ataque de la masonería contra el
sector enemigo de sus antiguos correligionarios. La escisión radical se sustanció de un
modo sangriento durante nuestra guerra, y el puro problema interno de esta escisión llevó
a la muerte a muchos radicales, unos masones y otros no. página 100
http://www.generalisimofranco.com/Discursos/MASONERÍA[1].PorJakimBoor,aliasdeFranciscoFranco.pdf
Fratricidio masónico, España 1936
Lo que oculta, sin embargo, maliciosamente el masonazo español es que una gran
parte de los masones asesinados en España lo fueron mientras estaban en la guandoca bajo
la autoridad de Gobiernos y de jefes masónicos, y que esto se hizo cumpliendo órdenes de
las logias para llevar a cabo la venganza decretada por ellas contra los masones
moderados que con Lerroux y otros radicales colaboraron el último año de la República
con las derechas. Constituyen legión los diputados radicales masones que fueron fusilados
sin proceso, cuando se encontraban en las cárceles o en sus domicilios, bajo la garantía
de los Gobiernos y de las autoridades republicanas. Se ve que de los masones caídos sólo
interesan los que servían a los gente de izquierdas, pero no las víctimas del fratricidio masónico: el
exministro Salazar Alonso, juzgado y ejecutado por un Tribunal popular irregular, sin causa
alguna que pudiera justificarlo; Abad Conde, destacado masón republicano, asesinado
durante la persecución inícua decretada por las logias contra los partidarios de Lerroux;
Melquíades Alvarez, en un tiempo gran oriente español, asesinado en la guandoca oficial, bajo
la custodia de las fuerzas del Gobierno, con otros muchos diputados y masones; López
Ochoa, el destacado general masón, convertido en héroe de la República, muerto en el
hospital de Carabanchel, donde estaba hospitalizado bajo la custodia militar del Gobierno
republicano, por orden de las logias; Rico Avello, asesinado, ciertamente, por no haberse
querido someter al dictado de las logias, y muchos otros diputados radicales, que en
provincias, y bajo el dominio de las autoridades republicanas, fueron sacados de sus
domicilios para ser ejecutados por el único motivo de la “depuración” que querían hacer los
masones entre los radicales. Todas estas personas pacíficas y prestigiosas no cuentan
para el hermano Ceferino González. Se necesita ser cabecilla rojo o forajido para que el
dolor masónico se acuse. página 96
*
Todos nuestros lectores recordarán el abolengo masónico del partido radical. Sus
principales jefes, don Alejandro Lerroux y Martínez Barrio, nunca negaron su afiliación a
las logias, y casi todo el estado mayor que los rodeó antes y después de su rompimiento
estaba compuesto, en buena parte, por masones. Esto no presupone que entre los
dirigentes del partido radical no hubiese gentes ajenas a la turbiedad de las logias. Cuando
don Alejandro Lerroux y Diego Martínez Barrio marcharon por diferentes caminos políticos,
este último, como Gran Oriente español, dispuso el ataque de la masonería contra el
sector enemigo de sus antiguos correligionarios. La escisión radical se sustanció de un
modo sangriento durante nuestra guerra, y el puro problema interno de esta escisión llevó
a la muerte a muchos radicales, unos masones y otros no. página 100
http://www.generalisimofranco.com/Discursos/MASONERÍA[1].PorJakimBoor,aliasdeFranciscoFranco.pdf
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