Hasta en el PP dan por seguro que Susana Díaz seguirá al frente de la presidencia de Andalucía tras las elecciones del domingo. La candidata socialista contará con el apoyo de los de Rajoy para seguir en el cargo, siempre y cuando se cumplan las encuestas que pronostican su victoria sin mayoría absoluta. El propio Rajoy avanzó este lunes en Onda Cero su intención de no poner freno al nombramiento de aquel que obtenga el mayor número de votos.
En la misma línea, fuentes de la dirección del PP han señalado a eldiario.es que "no haremos acuerdos con nadie que vulnere el derecho a gobernar de la lista más votada". La decisión tomada en Génova 13 da sentido al argumentario clásico del PP de apostar por gobiernos encabezados siempre por aquellos que hayan recibido más votos.
En el entorno de Susana Díaz no quieren oír hablar de que un eventual apoyo del PP pueda abrir la puerta a la gobernabilidad. Fuentes del PSOE andaluz se limitan a repetir como el mantra de que van a ganar "con mayoría suficiente para gobernar en solitario".
Todas las encuestas publicadas vaticinan una victoria del PSOE sin mayoría absoluta. Con ese panorama, Díaz da prácticamente por perdida la primera votación para su investidura y debería esperar a una segunda vuelta para salir elegida por mayoría simple con la necesaria abstención de alrededor de una decena de diputados. Con la abstención del PP sería suficiente para Díaz, pero el PSOE quiere conseguir que sean más grupos los que se sumen a ese movimiento, evitando así visualizar que seguirá en el Palacio de San Telmo gracias a una decisión de Rajoy.
La posibilidad de pactos inmediatos a la celebración de elecciones se desvanece en función de este panorama que pronostica un Gobierno de Díaz en solitario. La política andaluza consiguió pactar los presupuestos antes de romper con IU y convocar elecciones, por lo que tiene despejado el camino de debates que obligan al acuerdo entre formaciones.
Sin embargo, la materia legislativa pendiente para el Parlamento andaluz obligará a la socialista a buscar acuerdos puntuales para ir sacando leyes adelante. Para esta tarea, será fundamental el análisis de la posición en la que queda cada cual tras las elecciones para decidir el nombre de los compañeros de viaje.
El PP permitirá la investidura de Susana Díaz y evitará la necesidad de pactos poselectorales
En la misma línea, fuentes de la dirección del PP han señalado a eldiario.es que "no haremos acuerdos con nadie que vulnere el derecho a gobernar de la lista más votada". La decisión tomada en Génova 13 da sentido al argumentario clásico del PP de apostar por gobiernos encabezados siempre por aquellos que hayan recibido más votos.
En el entorno de Susana Díaz no quieren oír hablar de que un eventual apoyo del PP pueda abrir la puerta a la gobernabilidad. Fuentes del PSOE andaluz se limitan a repetir como el mantra de que van a ganar "con mayoría suficiente para gobernar en solitario".
Todas las encuestas publicadas vaticinan una victoria del PSOE sin mayoría absoluta. Con ese panorama, Díaz da prácticamente por perdida la primera votación para su investidura y debería esperar a una segunda vuelta para salir elegida por mayoría simple con la necesaria abstención de alrededor de una decena de diputados. Con la abstención del PP sería suficiente para Díaz, pero el PSOE quiere conseguir que sean más grupos los que se sumen a ese movimiento, evitando así visualizar que seguirá en el Palacio de San Telmo gracias a una decisión de Rajoy.
La posibilidad de pactos inmediatos a la celebración de elecciones se desvanece en función de este panorama que pronostica un Gobierno de Díaz en solitario. La política andaluza consiguió pactar los presupuestos antes de romper con IU y convocar elecciones, por lo que tiene despejado el camino de debates que obligan al acuerdo entre formaciones.
Sin embargo, la materia legislativa pendiente para el Parlamento andaluz obligará a la socialista a buscar acuerdos puntuales para ir sacando leyes adelante. Para esta tarea, será fundamental el análisis de la posición en la que queda cada cual tras las elecciones para decidir el nombre de los compañeros de viaje.
El PP permitirá la investidura de Susana Díaz y evitará la necesidad de pactos poselectorales
