Legitimidad sí tienen puesto que reciben el voto de la mayoría. Si no se desea legitimarlos, la abstención es el camino.
El problema de la democracia, como he leido en otro post hace unos días, es simple: si entre cien personas solo hay una inteligente y bien informada, el voto de los otros noventa y nueve siempre prevalecerá. Por tanto la estrategia de la elite para gobernar por encima de las democracias es sencilla: atontar a ese 99% o, al menos, a una mayoría suficiente. Esto lo consiguen de múltiples maneras, no solo una (para algo no somos todos iguales): entretenimiento de masas, inducción de apatía, rebeliones manipuladas como cauce de indignación... De esta manera no resulta peligroso que existan voces disidentes (la masa manipulada las ignorará). Incluso son útiles esas voces disidentes puesto que refuerzan la idea de que la democracia funciona.
"Ordo ab chao" lo llaman, informaos.