MonteKarmelo
Madmaxista
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Tony, como le llaman su amigos, realiza cacerías, pesca submarina, tiene todo tipo de coches de lujo, relojes, yates y ropa de las mejores marcas.
Desde hace varias semanas circula un vídeo por Internet clandestino donde se puede ver al hijo de Fidel Castro, Antonio Castro, disfrutando de una vida de excesos y lujo.
Según publica el medio digital cubano Hablemos Press en su artículo titulado El hijo de papá, Tony, como le llaman sus amigos y familiares, vive como niño de papá rico.
Ni estudia ni trabaja, pero a Tony no le falta de nada. Viste con la mejor ropa, tiene coches de lujo, viaja a los mejores países del mundo, es un aficionado a las cacerías, pesca submarina y los yates de lujo.
Según la publicación cubana:
Referente al buen vivir de Antonio muchos dirán –bueno es el hijo del presidente, se sobreentiende que debe vivir bien-, -si yo fuera él lo haría también-, hasta aquí dos de las que más se escuchan, el grande problema que es óbice a estas dos afirmaciones es simplemente, que ningún cubano de pueblo, de esos para los que supuestamente fue creada la “revolución” pueden hacerlo, entonces qué decir del eslogan que promocionó Fidel Castro por tantos años
La vida desenfrenada del hijo de Fidel Castro :: Mundo :: América Latina :: Periodista Digital
El hijo de papá
Ciudad de la Habana.―Hijo de tigre sale rayado, así dice un refrán popular que viene a la medida para los hijos del convaleciente Fidel Castro Ruz.
Hace un par de días pude apreciar en un video clandestino que circula underground, lo que se podría llamar la “humilde” vida de Antonio Castro, alias Tony como le dicen sus cercanos. Este pichón de cuatrero imita al padre en todo, especialmente en los gustos burgueses de esa “dolce vita” llena de cacerías, pesca submarina, autos lujosos, relojes caros, yates de ensueño, trajes Armani, puros habanos, vinos de excelencia –de la bodega privilegiada de papito-, y qué decir de lo que se lleva a la boca entre un Oporto y un Chiva Real, langosta, camarones, sushi, caviar y un largo etcétera conforman el contrarrevolucionario menú.
A este pillo oportunista –herencia que le viene de los genes verde olivo de su padre- se le puede ver en cuanto polo turístico tiene el país, disfrutando de una vida de lujos y ostentaciones que solo en sueños el pueblo de Cuba puede acceder. En una foto podemos observar a un Antonio medio borracho y escaso de ropas, con un trago de whisky –se me antoja Chiva Real que es lo que toma o tomaba su padre- sobre una TV transmitiendo el canal de la CNN.
Detrás de esta simple escena se esconde –y me permito filosofar- algo del pensamiento inculcado de papito, un símbolo Norteamericano como lo es CNN se le concede un lugar humillante entre las piernas de un hijo del comandante, este desde una posición de poder se hace popó en el imperialismo yanqui, que es lo que supuestamente cree que ha hecho su padre.
Referente al buen vivir de Antonio muchos dirán –bueno es el hijo del presidente, se sobreentiende que debe vivir bien-, -si yo fuera él lo haría también-, hasta aquí dos de las que más se escuchan, el grande problema que es óbice a estas dos afirmaciones es simplemente, que ningún cubano de pueblo, de esos para los que supuestamente fue creada la “revolución” pueden hacerlo, entonces qué decir del eslogan que promocionó Fidel Castro por tantos años.
–por qué unos pueblos han de andar descalzos para que otros viajen en lujosos automóviles, por qué unos han de ser míseramente pobres para que otros sean exageradamente ricos-, dime de qué presumes y te diré de que careces.
Esta vida bohemia llena de opulencia solo se compara a la de los hijos de jeques y herederos de fortunas que vacacionan en Montecarlo, aunque estos últimos no pueden competir con los privilegios del poder que trae aparejado ser hijo del comandante, -una isla con once millones de esclavos- cosa que ningún millonario puede comprar.
Ahora bien, una pregunta para los juristas, ¿existe alguna institución que persiga a personajes de esta calaña?, ¿en un gobierno post-castro se irá tras la fortuna que poseen estos rufianes?, -fortuna amasada con el sufrimiento, y la miseria de todo un pueblo-.
Ardo en deseos de escuchar las respuestas, porque cuando el cubano de a pie ve este tipo de desfachatez, hierve de rabia y enajenado hasta los tuétanos golpea con sus puños serrados los cimientos podridos de la “revolución”, y más irritado todavía si unos días antes hubiera gritado -esta calle es de Fidel- dándole permiso al comandante de poseer todo lo que hay en ellas, y como dicen por ahí “lo mío es también de mis hijos”……………
El pueblo de Cuba abrió las piernas de la patria para que fuese amada sin consentimiento por el dictador, y hoy gime a la par de esta hastiado del pecado que ayudo a cometer, porque ya nadie niega que el pueblo es culpable de cosas como estas, es triste reconocer que tenemos parte de la culpa, y más triste es constatar que todavía algunos los justifican.
En cambio otros, si pudieran, solicitarían a Robert Pierre una guillotina para decapitar esta monarquía de raíz, entonces será mejor que don Antonio se guarde un poco de estas libertades, o al menos que no deje pruebas tan obvias en el lugar del crimen.
A estas altura los alones de orejas no surten efecto, así que lo más seguro es que papito lo mande al destierro en las propiedades de Chile, o volviendo a los orígenes en la madre patria, para que esté más lejos de los ojos proletarios, que aunque llenos de cataratas por la ideología, puedan ver los pecadillos de estos hijos de tigre, que no les importa hacer a la luz lo que el padre siempre hizo en penumbras.
A todo esto, cómo explicar que estudiantes salgan de vacaciones antes de lo habitual por no haber alimentos que ofrecerles, como explicar que perros callejeros no se coman los almuerzos que se ofertan en muchos centros de trabajo, como explicar que se manden barcos cargados de arroz para Haití, mientras el hambre campea por su respeto en las calles de Fidel, como explicar en su totalidad la miseria en la que se vive hoy, y contrastarla con la opulencia en la que nadan estos oportunistas, que despilfarran en un día de diversión lo que un cubano no logra en años de duro trabajo.
Colas maratónicas para comprar papas, arroz, bemoles, y cuanto aparezca para mitigar la necesidad más imperiosa del ser humano que es la alimentación, es la rutina del día a día del cubano, que temeroso de terremotos, ciclones y desastre de cualquier índole vive en el sobresalto de volver a los inicios de ese periodo especial tan viejo como la caída misma de la URRS.
Entre la necesidad y la búsqueda de como satisfacerla no queda tiempo para pensar en una manera de quitarse el yugo, pero el run run que suena en el inframundo de los barrios marginales, hace pensar en una estampida de cacerolas golpeadas al ritmo de U--A la jama donde esta?.
Al parecer emigró para zona cero, como el lujo y las costumbres burguesas, que fueron crucificadas fingidamente por el padre y traídas a resurrección por los hijos.
Toc, toc……………….
Despierta……………….
La matrix te tiene………….
CIHPRESS: El hijo de papá.
