No, el independentismo no va a desaparecer, a pesar de esta derrota. Y esa España autoritaria, incapaz de una propuesta integradora, incapaz de construir un Estado plurinacional, incapaz de formular una oferta que seduzca a tantos catalanes que buscaban una reforma por la vía de la ruptura, ha sembrado las semillas de su siguiente crisis de unidad. El procés ha fracasado, pero ese suflé no bajará.
Claro, ahora a los traidores y desleales les tienes que premiar por su buen comportamiento. Estos periodistas del diálogo y la altura de miras nos han llevado donde estamos, para eso que se queden en su casa.