Que manía tienen los franceses de meterse en nuestra política, a ver si arreglan el tema de los chalecos amarillos en lugar de mirar tanto hacia afuera (como las opiniones que soltaron del Brexit).
Con un gobierno decente, como mínimo, se daría un toque al embajador gabacho y se exigiría una rectificación al sirviente de los Rothschild. No caerá esa breva....