Lógico, Francia es la cuna de la Ilustración y de la Contemporaneidad con todo lo que eso conlleva: desapego de la comunidad tradicional, ateísmo y sustitución por una metafísica masónica en que todos somos iguales y podemos ser cambiados por la educación y la cultura, la nacionalidad vinculada a la nación y no a la sangre...
Serán los primeros en caer. Además si habeis conocido a franceses (de ambos sexos) son unos amanegros de cuidado, carne de cañón.
Otros que tal bailan son los británicos. Padres del liberalismo y del capitalismo: economicismo ante todo de origen protestante, necesidad de cumplir con los preceptos constitucionales para ser ciudadano en vez de la sangre...
Con ellos caerán los países más acercados a sus posiciones, un auténtico cáncer de la contemporaneidad que acabará con Occidente (y con la raza blanca, y eso no había sucedido con la caída del Imperio Romano de Occidente, aunque sí con el de Oriente) tal y como anticiparon genios como Spengler, Nietzsche o Stoddart.
Dichos países serán Canadá, Bélgica, Países Bajos, Noruega, Suecia, Austria Dinamarca, Australia y Nueva Zelanda; Sudáfrica y otros países latinoamericanos ya han caído porque tenían una demografía más endeble. Alemania caerá por ese mezquino sentimiento de culpabilidad inculcado por su gobierno traidor vendido a la judeo-masonería, en ese sentido Japón sobrevirá a pesar del hostión demográfico. Parcialmente, según regiones, caerán España, Italia o Portugal, pero nuestra debilidad económica y nuestro carácter mediterráneo, menos predispuesto a la hipocresía y más a decir las cosas que creemos, aunque suenen racistas o políticamente incorrectas, nos salvarán parcialmente. Estados Unidos también caerá parcialmente, pero es un caso muy sui géneris.